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Ozu, Mizoguchi y Radicalismo Político

Durante mucho tiempo, I Was Born But... (1932), de Yasujiro Ozu , y Osaka Elegy y Sisters of Gion (ambas 1936), de Kenji Mizoguchi, han sido consideradas como películas con tendencias liberales, mostrando un nivel de realismo social sin precedentes hasta ese momento en la historia del cine japonés. I Was Born But..., por ejemplo, ha sido descrita como el primer trabajo de realismo social del cine japonés (1). Los dos trabajos de Mizoguchi son incluso mucho más interesantes ya que fueron realizados durante un periodo de toma de poder por parte de los militares. El experto en cine japonés Donald Richie ha señalado que Osaka Elegy conlleva un nivel de realismo extremo nunca visto en Japón hasta ese momento (2).

En este artículo trataré de mostrar como estos tres largometrajes también poseen tendencias mucho más radicales. Para ello, tenemos que poner este argumento dentro del contexto histórico, político y social en el que estos largometrajes fueron producidos y establecer una conexión con las ideas más radicales (esto es, anarquismo) que circulaban en ese momento, las cuales, aún así, no llegaron a representar una amenaza real para la monarquía restablecida durante el periodo de restauración Meiji. La destrucción de la divinidad del emperador, revelar su naturaleza humana, mostrarlo como el principal responsable del malestar social y económico que padecía Japón en ese momento y su derrocamiento final fueron algunas de estas ideas anarquistas.

Isuzu Yamada
(SISTERS OF GION)

Con referencia a I Was Born But..., mi discusión se centrará en lo que el crítico y teórico de cine David Bordwell ha llamado, en su libro sobre Ozu, las promesas rotas del periodo Meiji (3). Pero a esto añadiré que el film de Ozu no sólo critica las desigualdades sociales de Japón y retrata la figura del padre como falto de prestigio y poder, sino que también cuestiona, a raíz de estas críticas, la autoridad de la figura del mismo emperador y, por consiguiente, el sistema político en el que su poder estaba legitimado. De la misma forma, desarrollaré estas ideas sobre la crítica del emperador en los dos trabajos de Mizoguchi analizados aquí y presentaré un vínculo entre sus heroínas, Ayako y Omocha (las dos interpretadas por la actriz Isuzu Yamada) y dos de las adversarias más feroces de la figura del emperador: Kanno Suga y Kaneko Fumiko.

En I Was Born But..., Ozu, inconscientemente, pone en duda la autoridad y divinidad del emperador. Críticos de cine han sido incapaces de profundizar más allá de los temas más obvios que caracterizan este trabajo como las injusticias sociales de la sociedad japonesa y su rechazo de la estricta jerarquía social, así como la ruptura del sistema patriarcal de la familia. Cuando analicemos I Was Born But... también debemos tener en cuenta el hecho de que la figura del emperador atravesaba un momento de enorme popularidad y que la figura del patriarca se reforzó. Sin embargo, Bordwell describe como, al mismo tiempo que la figura del padre estaba siendo canonizada y su poder legalizado, el ie (familia) estaba siendo destruido (4).

Tres documentos sentaron las bases de la vida social y política de Japón entre los años 1868 y 1945, los cuales establecieron el status y papel del emperador y el patriarca de la familia. Estos fueron la Constitución de 1889, el Rescripto Imperial sobre Educación de 1890 y el Código Civil de 1898.
La Restauración Meiji devolvió el poder al emperador en detrimento del Shogun. También eliminó el sistema social shi-no-ko-sho (5), o sistema de las cuatro clases sociales de samurai, campesino, artesano y mercader. Por supuesto, una constitución necesitaba ser creada para así definir los poderes del nuevo dirigente (6). El emperador Meiji prometió una constitución para septiembre de 1876, pero su anuncio no se hizo público hasta el cinco de febrero de 1889 (7). Según Donald Keene, la constitución de 1889 era la más avanzada de la de cualquier país asiático e incluso más liberal que de las de muchos países europeos; pero su insistencia en la "sagrada e inviolable" persona del emperador y los derechos de soberanía investidos en él indica lo lejos que estaba esta constitución de otorgar cualquier tipo de soberanía al pueblo (8). De esta manera, en términos generales, el sistema político constituido durante el periodo Meiji estaba compuesto por una élite de oligarcas y burócratas que dirigían el país en el nombre del emperador en cuya figura se confería el poder (9).

El Rescripto Imperial sobre Educación, escrito por el tutor principal del emperador Meiji, Nagazane Motoda, promulgado el 30 de octubre de 1890, reforzó los ideales puestos en marcha por la constitución. Este rescripto hace hincapié en la lealtad hacia la jerarquía de la familia, exige a todos los súbditos perseguir el interés público, con especial énfasis en el cumplimiento de las obligaciones sociales más que obligaciones privadas, y demanda completa subordinación y devoción hacia el estado y el trono, así como un amor incondicional hacia su país o chukun aikoku (10).

Por otra parte, la relación entre soberano y súbdito, asumida durante el comienzo del periodo Meiji, se encuentra delineada en el siguiente comentario sobre el Rescripto Imperial escrito por Inoue Tetsuziro: "la relación entre soberano y súbdito es similar a la que existe entre padre e hijo. El estado es la extensión de la familia. La manera en la que el soberano lidera a sus súbditos es similar a la forma en la que el padre de una familia cría a sus hijos" (11). Durante la dos primeras décadas después de 1890, estas ideas fueron elaboradas y extendidas en lo que a partir de entonces se denominó kazoku kokka (estado familiar), un enfoque que pone a Japón como una sociedad única donde la gente representa ramificaciones de una familia única y donde se debe obediencia total al emperador como cabeza de todas las ramificaciones de esta familia (12).

I WAS BORN BUT..

Según el historiador Jean-Pierre Lehmann, los creadores del código civil de 1898 deseaban legalizar las costumbres tradicionales de la familia del samurai. De esta manera, el código civil preservaría las estructuras y valores de la familia tradicional del samurai (13). Este código civil también afirmaba que la familia era la unidad básica de la sociedad japonesa, en oposición al individuo, con un énfasis en los valores de la familia basados en una serie de obligaciones que se deberían cumplir recíprocamente donde era mucho más importante la piedad filial que los derechos del individuo (14). Cuando el código fue revisado en 1912, las secciones relacionadas con la familia y la herencia fueron inclusos más "samuraizadas" (15).

Dentro de la ideología de la familia japonesa podemos observar dos vertientes diferentes: una, la del emperador, y la otra, la de los súbditos. La del emperador es la principal, mientras que las de los súbditos se puede definir como las ramificaciones de aquélla, con la figura del emperador, como padre supremo, a la cabeza de toda la estructura familiar (16). Si consideramos este punto en relación con la situación de los niños en I Was Born But..., podríamos sostener que no sólo se están rebelando en contra de su padre, cabeza de su rama familiar, sino que en contra del mismo emperador, cabeza de todas las ramificaciones de la familia principal de Japón. Bastante interesante es el hecho de que el comienzo de esta rebelión ocurre en su primer día de escuela. Después de haber sido amenazados por uno de sus compañeros de clase, el grandullón Kamekichi, los dos niños deciden copar las clases. La siguiente escena nos muestra el resto de los niños en un ejercicio físico, casi militar. I Was Born But... fue estrenada en junio de 1932. Este año marcó el incremento de la influencia militar en el gobierno. El 15 de mayo de ese año, el primer ministro Tsuyoshi Inukai, elegido en febrero y cuyo partido político, Seiyukai, había adoptado recientemente una postura política más nacionalista y pro-militar, fue asesinado por miembros del grupo ultranacionalista Ketsumeidan (La Hermandad de Sangre). A partir de aquí y hasta 1946, el gobierno sería dirigido por miembros de las fuerzas armadas (17). Por otro lado, el Rescripto Imperial sobre los Soldados de 1882 destacaba absoluta la lealtad hacia el emperador (18).

De esta manera, podemos sostener que cuando los niños, quienes muy pronto se podrían convertir en soldados, se pierden los ejercicios militares, están desafiando la autoridad del emperador (es interesante comprobar como al final del film ante la pregunta de su padre sobre que quieren ser de mayores ambos responden que oficiales del ejército, el mayor quiere ser general y el menor, por ser menor, teniente general). Más tarde, el padre descubre que ese día los niños no habían atendido a clase y, aún por encima, habían falsificado las notas del examen de ese día. Los niños parecen entender que han cometido un error y que deben aceptar la bronca del padre sin rechistar. Cuando digo que parecen entender su error, también se podría interpretar que los críos deben aceptar las decisiones de su padre sin ningún tipo de queja, sean aquéllas justas o no.
Como he explicado con anterioridad, y en relación con el rescripto imperial sobre educación, la relación entre padre e hijo es similar a la del emperador y su súbdito: esto es obediencia total y piedad filial o . Esta idea del kô fue transformada por el educador público del periodo Tokugawa Kaibara Ekken (1630-1714) en un ley muy severa de obediencia. Así "el niño debe aceptar en silencio la censura de su padre. Debe escuchar con respeto lo que el padre diga, sea esto justo o no. No importa lo violento u ofensivo que sea el lenguaje que utilice el padre, el niño no debe mostrar ningún signo de ira o resentimiento" (19).

No obstante, cuando el padre en I Was Born But... esta regañando a sus hijos y quitándose la ropa de trabajo, éstos se miran entre ellos cuando reparan en la forma estúpida en la que su padre lleva los calcetines enrollados hasta los tobillos. Este momento representa su pérdida de respeto por su padre que se verá consolidada durante la proyección de la película casera del jefe del padre. En esta escena, el padre aparece en la película haciendo el payaso para entretener a su jefe. Las caras de los niños al ver la patética exhibición de su padre muestran una expresión de decepción y vergüenza, sobre todo cuando algunos de sus compañeros de clase se encuentran viendo la película y partiéndose de risa. Otro punto significativo es que en I Was Born But... se produce una competición intensa entre los niños para decidir quién es el mejor de los padres. La proyección de la película destruye las aspiraciones que los dos protagonistas tenían hasta ese momento. Otro padre cuya reputación cae en picado es la del jefe, al que vemos en el filme casero encontrándose en la calle con dos geishas. Todos los que están reunidos en la habitación le lanzan una mirada recriminatoria, mientras que éste intenta evitar sus miradas.

I WAS BORN BUT...

De vuelta en la casa, el hermano mayor se enfrenta con su padre de una forma violenta, en una escena que muchos críticos consideran como la más importante del largometraje en su crítica de la sociedad japonesa del momento. Hasta ese instante, los niños habían admirado a su padre por que éste había sacado sobresalientes en escritura y matemáticas. A partir de la escena de la película casera, esta admiración se ha transformado en desprecio. Los sobresalientes que su padre había obtenido cuando era niño tienen poco valor para sus hijos. Éstos se han dado de cuenta de que por mucho que estudien en la escuela, con toda seguridad acabarán siendo sometidos a los caprichos de un jefe como el de su padre.

Los dos chicos saben que su situación no cambiará porque de hecho Taro, el hijo del jefe de su padre, saca peores resultados que ellos. Bordwell señala que esta escena pone de relieve su argumento sobre las promesas rotas del periodo Meiji. Una de estas promesas era la de movilidad social. Según Lehmann la educación de un individuo se convirtió en un factor determinante para su movilidad social, hasta tal punto que era mucho más prestigioso e importante, en cuanto a perspectivas de trabajo se refiere, tener una licenciatura en la Universidad Imperial de Tokio, sin tener en cuenta el origen social del estudiante, que el hecho de que su abuelo perteneciera a una familia prestigiosa de samuráis (20). El concepto de risshin shusse, o "salir adelante en el mundo", prometía que la educación y el trabajo duro asegurarían el éxito financiero de un joven (21). Esto sólo en teoría ya que en la práctica, como los niños se dan de cuenta, la movilidad social se logra, no por mérito propio, sino a través de dinero y la posición social. Esto es algo que el padre admite cuando confiesa a su mujer que esa es una situación con la que tendrán que vivir durante el resto de sus vidas. De esta manera, la esencia meritocrática del periodo Meiji es un mito. Sólo aquéllos que tienen dinero pueden ir a las universidades más prestigiosas que les darán la oportunidad de convertirse en algo más que un simple empleado. Para Lehmnann el sistema meritocrático sólo favorecía a las clases medias urbanas (22).

Entonces, ¿dónde encaja todo esto con el emperador?. La constitución Meiji afirma que el emperador, esto es, el estado, desea "fomentar el bienestar de sus queridos súbditos y desarrollar sus facultades morales e intelectuales y éstos han sido favorecidos con el cuidado benevolente y la vigilancia afectuosa de nuestros antepasados, esperando mantener la prosperidad del estado, en común acuerdo con nuestro pueblo y con su apoyo..." (23). Ya que el padre representaba el mediador entre la autoridad social y el enlace con esta tradición ancestral (24), no es de extrañar que el padre sea el foco principal de la ira de los niños

De esta forma podríamos culpar el emperador por su continuo fracaso en tratar de mejorar las vidas de sus súbditos. El padre en I Was Born But... parece que no puede, aunque quisiera, cambiar el futuro de sus hijos. Si la escena que nos incumbe retrata una realidad social, como muchos críticos han sugerido, lo hace de una forma muy radical. Joan Mellen ha sugerido que la pérdida de prestigio del padre por parte de los niños sería socialmente peligrosa, precisamente porque debilitaría el poder del padre para supervisar que su vitalidad juvenil se apacigüe para conformar con las normas de la sociedad japonesa (25). Si esto no ocurriera, la totalidad de la sociedad japonesa estaría bajo amenaza, ya que está basada en la noción de lealtad al padre. Términos como que Japón es un enorme kyôdôtai (comunidad) o la relación extraordinaria entre el emperador y el pueblo expresada en kunmin itchi (soberano y súbditos como una entidad) o tenno no kokumin, kokumin no tenno (el pueblo del emperador, el emperador del pueblo) y el kazoku kokka (estado familiar) que contribuyeron en crear una población dócil y leal, perderían cualquier tipo de significado y valor.

Kanno Suga

Lo que hace I Was Born But... muy interesante es que el poder del padre sí que se debilita. El hijo mayor le dice que no le tiene miedo, que es un don nadie. En este momento empieza a tirar libros en el suelo, el padre le grita para que pare y el hijo obedece sólo durante unos segundos, para luego seguir tirando más libros. Este es el momento en el que la autoridad del padre no tiene ningún tipo de validez ya que su hijo ignora sus órdenes para que deje de tirar libros al suelo. Por consiguiente, el padre recurre al castigo corporal pero éste es pateado dos veces por su hijo mayor, mientras que el pequeño lo atiza con una raqueta de ping-pong.

Teniendo en cuenta todo lo expuesto sería bastante simplista considerar que la confrontación entre padre e hijo sólo es una pelea sin ningún tipo de significado. Esta pelea representa un ataque directo al concepto de kô, no sólo entre padre e hijo, pero entre el emperador y sus súbditos. A través de sus preguntas y acciones el hijo mayor pone en tela de juicio la autoridad del padre y su validez en el mundo moderno.


A través del retrato que Ozu hace del padre vemos como su imagen se humaniza. El padre ha perdido poder, aparece ridículo, vulnerable, inseguro, incapaz de responder las preguntas de sus hijos y, sobre todo, aparece más humano. Su naturaleza humana también se deja entrever cuando es atacado físicamente por sus propios hijos. Si durante el periodo Meiji, la familia, con el padre a la cabeza, estaba siendo canonizada, Ozu la/o baja de los cielos. Aquí podemos construir una conexión, salvando las distancias, con el caso de la anarquista Kanno Suga. Suga planeó en 1911, junto con otros cuatro anarquistas, asesinar al emperador. Durante su interrogatorio, Suga dijo "tengo que demostrar que el emperador también es un ser humano, cuya sangre también se vierte como la del resto de nosotros" (26). Una de los motivos por los que Kanno Suga trató de asesinar al emperador surgió de un deseo por vengar las desigualdades sociales del país y el emperador era considerado el símbolo que reflejaba esta desigualdades.(27).

Si consideramos de nuevo la idea de que el emperador es el cabeza de todas las ramificaciones de la familia, como Inoue Tetsuziro proclama en su rescripto imperial sobre educación cuando dice que la manera en la que el soberano gobierna a sus súbditos es igual a la manera en la que el padre de familia educa a sus hijos, entonces se podría decir que la rebelión de los niños en I Was Born But... es una metáfora de la rebelión de Kanno Suga contra el emperador.

Según Mellen, Ozu, en todo momento es consciente de que en la sociedad japonesa no hay sitio para el rebelde o el disidente (28). De esta manera, Kanno Suga fue sentenciada a muerte, junto a otros once anarquistas, incluido Kotoku Shusui, líder del movimiento y amante de Suga, en un caso que se acabó por denominar El Incidente de la Gran Traición. Al final de I Was Born But... la reconciliación entre padre e hijos tiene un sabor a resignación hacia el destino de cada uno. Así, Raddeker explica como este sentimiento de resignación hacia el destino de uno o akimare es un concepto budista de enorme importancia (29). Un sentimiento de resignación ejercido por el grupo o comunidad y que lleva a la pasividad que caracteriza a la gente corriente para que, de esta manera, se restablezca la armonía dentro del kyôdôtai. Aun así, esta reconciliación/sumisión en el tramo final del film parece ser un poco forzada y el carácter de cine de protesta contra la situación socio-política de Japón todavía resuena al final del mismo.

OSAKA ELEGY

En las dos películas de Mizoguchi, Osaka Elegy y Sisters of Gion, se hace mucho más obvio que la figura del padre es la responsable de todos los problemas infligidos a los personajes femeninos por su oposición hacia la represión ejercida por la sociedad patriarcal. Así, Gregory Barrett, en su libro Archetypes in Japanese Film, mantiene que "la primera crítica real de la sociedad machista japonesa apareció en 1936, en la forma de las heroínas de Osaka Elegy y Sisters of Gion" (30). Sin embargo, Audie Bock cree que Mizoguchi no retrata a estas mujeres como revolucionarias sino como mujeres que condenan el statu quo (31) pero que no tratan de cambiar el sistema. Algunas veces, estas mujeres hacen uso de las mismas tácticas empleadas por los hombres como la corrupción, el engaño y la explotación financiera (32).

Es bastante obvio que Ayako y Omocha no son revolucionarias en el mismo sentido que Kanno Suga y Kaneko Fumiko si que lo fueron (aunque la participación de Kaneko Fumiko en el complot para asesinar al emperador Taisho está lejos de haber sido confirmada. Todo parece apuntar a que la misma Fumiko ayudó al fiscal a creer en esta versión como un acto de rebeldía contra los representantes de la autoridad) cuando planearon asesinar a los emperadores Meiji y Taisho respectivamente. No obstante, es interesante apuntar que el título del libro de Raddeker, donde explora las vidas de estas dos mujeres, no lleva la palabra "revolucionarias" sino que se titula Treacherous Women of Imperial Japan (Traidoras del Japón Imperial). Esto se debe a que Suga y Fumiko no cumplieron con las expectativas de los ideales de la sociedad japonesa sino que los traicionaron. De esta forma, vemos como en Osaka Elegy el sufrimiento de Ayako es el motivo por el que Omocha, en Sisters of Gion, se rebela contra los códigos de lealtad hacia la familia y la sociedad patriarcal en general.

Además, debemos considerar estos dos trabajos dentro su contexto histórico. 1936 fue la culminación del ascenso del poder militar. También fue el año en el que Japón invadió China. Desde un punto de vista histórico, las acciones de estas mujeres en la posguerra japonesa no serían calificados como radicales, pero en 1936 su oposición contra el poder de los hombres, especialmente en el caso de Omocha, es totalmente radical.

En Osaka Elegy, Ayako se sacrifica por el bienestar de su familia, en particular por su padre y su hermano mayor. Con este sacrificio, Ayako cumple con las ideas neo-confucianas de lealtad a la familia. A la vez que la historia transcurre uno se va dando de cuenta de que estas ideas son un farsa ya que los personajes masculinos en la película no merecen tal sacrificio. Igualmente, sus acciones contradicen otros principios creados durante el periodo Meiji, como por ejemplo, el concepto de buena esposa, madre prudente, (ryôsai kenbo), desarrollado por el código civil de 1890 y el cual fortaleció el ie. La caída de Ayako en la prostitución para ayudar financieramente a su padre y hermano, y de esta manera permaneciendo leal a la familia patriarcal, la excluya de representar uno de los papeles más importantes para la mujer del Japón de la preguerra: el papel de madre. El novio de Ayako se niega a ayudarla porque cree que la prostitución de Ayako pondría en peligro y desacreditaría su carrera profesional y también por el hecho que Ayako ya no es virgen. De la misma manera, el padre de Fumiko había concertado una boda con el tío de ésta, pero éste rechazó la oferta cuando descubrió que Fumiko había tenido una relación amorosa con un estudiante y ya no era virgen (33). A este respecto, es bastante gracioso aclarar que la prostitución y, especialmente, el concubinaje tuvieron un cierto auge a finales del siglo XIX gracias al código civil que le daba más poder al cabeza de familia (34).

La transformación de Ayako en el personaje de Omocha en Sisters of Gion imita las vidas de Kanno Suga y Kaneko Fumiko. De hecho, la última secuencia en Osaka Elegy muestra a una Ayako caminando sola por un puente, mirando con cara de desafío hacia la cámara. Su expresión parece estar diciéndonos: "así es como me habéis hecho, a partir de ahora me las arreglaré yo sola, sin la ayuda de ningún hombre". Esta postura guarda ciertas similitudes con la opinión de Raddeker sobre lo que Fumiko parecía haber dicho a los jueces y fiscales durante su juicio (35). La experiencia de Ayako con hombres ilustra dramáticamente lo represiva que la sociedad japonesa era, y todavía sigue siendo, en 1936. El padre de Ayako llega a un acuerdo con su jefe para que ésta se convierta en su amante, acuerdo que garantiza un puesto al padre en la compañía farmacéutica donde trabaja su hija. Esto recuerda los comentarios de Raddeker sobre el padre y el tío de Fumiko cuando dice que el tío la trató como un juguete y el padre la usó con fines económicos (36).

OSAKA ELEGY

El personaje de Omocha representa la lucha continua de las mujeres contra una sociedad dominada por los varones. Su rebelión contra este dominio se ve en su rechazo por seguir los principios del giri (un código ético de conducta, lealtad y obligación) y el on (un principio de obligación asociado con las geishas). Omocha decide no ayudar a su protector financiero (danna), su negocio ha quebrado y ha dejado a su mujer. Su hermana geisha, Umekichi, permanece fiel al código giri y le ayuda. Sin embargo, al final es abandonada cuando el hombre hereda el negocio de un pariente de su mujer, lo que prueba que cualquier tipo de código de lealtad no tiene ningún valor.

Omocha, aun cuando ha sido ingresada en el hospital por una paliza recibida por uno de sus amantes, no cede ante la superioridad social, legal y política de los hombres. El suicidio de Fumiko en prisión fue motivado por su rechazo a someterse a las leyes creadas por hombres. Fumiko fue sentenciada con la pena de muerte por el tribunal pero recibió un indulto del mismo emperador y su sentencia fue reducida a cadena perpetua. Su suicidio fue su último acto de rebeldía contra una sociedad patriarcal japonesa encabezada por el emperador, un acto de independencia e individualismo, de ser la única con el poder para arrebatarse su propia vida. En el hospital, Omocha se pregunta, mientras mira directamente a la cámara en una escena que recuerda el final de Osaka Elegy, por qué existen las geishas. Esta pregunta no sólo hace referencia al reducido mundo de las geishas pero también va dirigida a toda la sociedad patriarcal japonesa que ha usado y abusado a/de todas las mujeres.

SISTERS OF GION

Las vidas de Ayako y Omocha nos enseñan como la familia y el sistema social hacen sufrir a las mujeres. El paternalismo autoritario en el que Ayako se encuentra atrapada es atacado más tarde, sin demasiado éxito, por Omocha. Este paternalismo autoritario, como Raddeker explica, estaba conectado directamente con el sistema imperialista y patriarco-capitalista japonés con el emperador como cabeza visible. (37). Y ya que este paternalismo se extendía hasta lo más alto de la esfera socio-política donde se encontraba una figura parecida a la de dios padre (38), el emperador de Japón, por este motivo se podría decir que la rebelión de Omocha y Fumiko son idénticas.

I Was Born But..., Osaka Elegy y Sisters of Gion fueron creadas con ideas que eran completamente opuestas a lo que estaba ocurriendo en ese momento en Japón. Además, la creación de un imperio japonés y el comienzo de la guerra en Asia, entre otras cosas, estaban basadas en la lealtad hacia el emperador. La samuraización de las clases bajas y la adopción de ideas neo-confucianas y neo-shintoistas, las cuales formaron las bases para la creación de la constitución de 1889, el rescripto imperial sobre educación y el código civil, debilitaron aún más la posición de la mujer en la sociedad japonesa y fortalecieron la figura del padre, la cual se extiende hasta la figura del padre del estado, el emperador. De esta manera, estos tres trabajos van más allá de exponer ideas liberales. Inconscientemente, culpan al emperador, exactamente de la misma manera en la que Kanno Suga y Kaneko Fumiko lo habían hecho con anterioridad, por todos los problemas socio-económicos de la sociedad japonesa del momento.

Notes

  1. Richie, Donald Ozu (London: University of California Press, 1974), p.5.
  2. Anderson, Joseph & Richie, Donald The Japanese Film: Art and Industry (Princenton: Princenton University Press, 1982), p. 103.
  3. Bordwell, David Ozu and the Poetics of Cinema (Princenton: Princenton University Press, 1988), p. 41.
  4. Ibid, p.36.
  5. Lehmann, Jean-Pierre The Roots of Modern Japan (London: MacMillan Education Ltd., 1982), p. 183.
  6. Keene, Donald Emperor of Japan: Meiji and His World, 1852-1912 (Chichester: Columbia University Press, 2002), p. 339.
  7. Ibid, p. 355.
  8. Ibid, p. 422.
  9. Harvey, Robert The Undefeated: The Rise, Fall and Rise of Greater Japan (London: MacMillan, 1994), p.97.
  10. Ibid, p.100.
  11. Cho, S. "Japanese Family Ideology in the Light of the Chinese and Korean Moral Philosophies", in Cho, S, and Runeby, N. (ed.), Traditional Thought and Ideological Change: Sweden and Japan in the Age of Industrialisation (University of Stockholm, 1988), p.11.
  12. Sims, Richard Japanese Political History since The Meiji Renovation 1868-2000 (London: Hurst & Company, 2001), p.66.
  13. Lehmann, Jean-Pierre, p. 256
  14. Ibid, p.257.
  15. Ibid, p. 258.
  16. Cho, S., p.5.
  17. Sims, Richard, p. 199-201.
  18. Sims, Richard, p. 65.
  19. Cho, p. 18.
  20. Lehmann, Jean-Pierre, p.180.
  21. Bordwell, David, p.40.
  22. Lehmann, Jean-Pierre, p. 202
  23. Plotkin, Ira L. Anarchism in Japan: A Study of the Great Treason Affair 1910-1911 (Lampeter, Wales: The Edwin Mellen Press, 1990), p.7-8.
  24. Bordwell, David, p.43.
  25. Mellen, Joan The Waves at Genji's Door: Japan Through Its Cinema (New York: Pantheon Books, 1975), p. 317.
  26. Raddeker, Helene Bowen Treacherous Women of Imperial Japan: Patriarchal Fictions, Patricidal Fantasies (London: Routledge, 1997), p. 123.
  27. Ibid, p. 132.
  28. Mellen, Joan, p. 317.
  29. Raddeker, Helene Bowen, p. 130.
  30. Barrett, Gregory Archetypes in Japanese Film (London: Sellinsgrove: Susquehanna University Press, 1989), p.198.
  31. Bock, Audie Japanese Film Directors (Tokyo: Kodansha International, 1978), p. 41.
  32. Ibid. p. 43.
  33. Raddeker, p. 217.
  34. Sievers, Sharon L. Flowers in Salt: The Beginnings of Feminist Consciousness in Modern Japan, (Standford: Standford University Press, 1983), p. 110-111.
  35. Raddeker, p.191.
  36. Ibid, p.217.
  37. Ibid, p.228.
  38. Ibid, p.234.

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©Joaquín da Silva, 2003