Inicio ¦ Editorial ¦ Cine Japonés ¦ Cine Asiático ¦ Noticias ¦ News ¦ Festivales ¦ Artículos ¦ Glosario ¦ Enlaces

Sumario del Cine Japonés 2007


AKUMU TANTEI
(Shinya Tsukamoto)

El 2007 dio el pistoletazo de salida con energía en la forma de AKUMU TANTEI (Shinya Tsukamoto), uno de los títulos más importantes del terror japonés de los últimos años. No obstante, algunos críticos han puesto pegas a esta pequeña concesión al cine comercial por parte de uno de los directores más independientes de la esfera nacional. Así mismo, se lo ha criticado por la repetición de técnicas empleadas en trabajos previos en vez de verlo como la culminación de la experimentación del director con estas técnicas y su perfeccionamiento. Sea cual sea la postura de estos críticos, lo cierto es que Shinya Tsukamoto continua en la vanguardia del cine nipón aunque tienda a atragantarse en el proceso de gestación de guiones, quizá el punto más débil de su impresionante carrera. El éxito comercial, sin precedentes en la larga trayectoria artística del director, de AKUMU TANTEI ha propiciado que se preparase rápidamente la realización de una segunda parte que abrirá en los cines japoneses en la primera mitad de este año. Mientras tanto, tendremos que aguardar un poco más para el estreno de un proyecto más personal y, por lo tanto, con menos respaldo económico: la tercera entrega de TETSUO, que Tsukamoto pretende rodar en los Estados Unidos y en la que dará literalmente alas a su héroe de metal y carne.

El broche final del año corría a cargo de JITSUROKU RENGOSEKIGUN ASAMA SANSO E NO DOTEI (La Verdadera Historia del Paso del Ejército Rojo Unificado al Albergue Asama), último trabajo de Koji Wakamatsu cuyo estreno nacional tuvo lugar el pasado 22 de diciembre en el Cinema Skhole de Nagoya y que fue elegido como el mejor film asiático en el festival de Berlín de este año. Wakamatsu se mostraba poco satisfecho con el resultado de dos versiones recientes del incidente (HIKARI NO AME de Banmei Takahashi, 2001 y TONSUNYUSEYO! ASAMA SANSO JIKEN de Masato Harada, 2002) y confesaba ser el único capaz de hacer este largometraje con la exactitud histórica requerida (1).

Y en medio de estos dos largometrajes tuvimos lo mismo de siempre con lo que el cine japonés reciente nos lleva agasajando. Como por ejemplo, películas basadas en series de televisión tales como HERO (Masayuki Suzuki), SAIYUKI (Kensaku Sawada) o UNFAIR the movie (Yoshinori Kobayashi), las tres, como he dicho, basadas en series de televisión emitidas por el canal Fuji TV, bastión de la tele-basura japonesa y del entretenimiento a cualquier precio, y las tres contando con Chihiro Kameyama como productor ejecutivo, descrito como el Jerry Bruckheimer japonés por su olfato para la taquilla y la miserable calidad de sus producciones. O los omnipresentes largometrajes basados en mangas, DORORO (Akihiko Shiota) y novelas ,KOIZORA (Natsuki Imai, en inglés Love Sky), o la ya habitual entrega anual de los animé de siempre, en especial POKEMON, DORAEMON y DETECTIVE CONAN o secuelas como ALWAYS ZOKU SAN-CHOME NO YUKI. Irónicamente todos estos trabajos mencionados, más BUSHI NO ICHIBUN, fueron los 10 largometrajes más taquilleros del año pasado y son prueba de que poco ha cambiado en el panorama del cine japonés. Aunque la recaudación de productos locales descendió un 2.2% en comparación con la cifra alcanzada en el 2006, obteniendo el 47.7% de la recaudación total, el número de películas estrenadas en el 2007 fue de 407, superando por segundo año consecutivo a los 403 estrenos foráneos que se registraron (2).

Y también, un año más, y a pesar del considerable número de estrenos locales y del alto porcentaje de recaudación de éstos (¿cuántas cinematografías nacionales pueden presumir de estrenar más de 400 films al año y obtener casi el 50% de la recaudación total del año sin necesidad de una ley de cuotas de proyección de largometrajes locales?), la calidad del gran bulto del producto nacional se ha vuelto a poner en entredicho por críticos de cine japonés. Para la mayoría de estos últimos la gran triunfadora local fue SOREDEMO BOKU WA YATTENAI, un proyecto atípico en que se realizada una crítica aguda y necesaria del sistema judicial japonés en el que su director, Masayuki Suo, había trabajado durante 3 años y que representaba su primer largometraje en 11 años.

SAKEBI
(Kiyoshi Kurosawa)

Mientras tanto, el género del J-horror en sus horas más bajas, facturaba uno de los mejores largometrajes (SAKEBI de Kiyoshi Kurosawa, producido por Taka Ichise) del año pasado, así como uno de los peores (KUCHISAKE ONNA de Koji Shiraishi). Kiyoshi Kurosawa retornaba a la brillantez de CURE, film que le dio a conocer en el extranjero, en otra historia de una investigación policíaca, esta vez centrada en una ola de crímenes con el agua salada como punto de conexión entre ellos, llevada a cabo, una vez más, por un detective interpretado por Koji Yakusho. Con un reparto estelar, SAKEBI (título en inglés Retribution) mezcla el thriller psicológico y la historia de fantasmas en un guión donde se bifurcan temas como la crisis comunicativa y moral del país, familias y relaciones rotas o el clásico apocaliptismo del que el realizador ya había hecho gala en KAIRO. Kurosawa es el único director trabajando dentro del terror japonés que logra acojonar con escenas inolvidables en las no precisa recurrir a trucos baratos como golpes de banda sonora o sacudidas de cámara para levantar a la audiencia de sus asientos.

Por su parte, KUCHIZAKE ONNA reanaliza este mito desde una nueva perspectiva con unas interpretaciones abominables y con un guión incomprensible que incluso un niño hubiera escrito mejor. Los niños son puestos a mejor uso en escenas extremas de maltrato de menores, uno de los pilares argumentales del J-horror, que algunos espectadores encontrarán ofensivas. La violencia infantil forma de nuevo uno de los subplots de EXTE (título en inglés Exte: Hair Extensions), una realización de estudio (Toei) del director independiente Sino Sion, la cual también sufre de un guión bastante pobre que contrasta con una más que interesante cinematografía donde brilla el uso del stop-motion. La elección de Chiaki Kuriyama, en el papel de aprendiz de peluquera enfrentándose a extensiones de pelo asesinas, es casi irónica ya que había oído que en el festival de Sitges del 2005, donde presentaba el film de Takashi Miike YOKAI DAISENSO (The Great Yokai War), llevaba a todos lados a una peluquera que le retocaba su larga cabellera cada diez minutos.

Como ya había escrito en el sumario del 2006, algunas de las mejores producciones del cine japonés han pasado por las manos de jóvenes realizadoras. Tal vez la que haya atraído más atención y admiración fuera Mika Ninagawa con su primer largometraje SAKURAN, el cual ha figurado en la lista de los diez mejores del año de muchos críticos, quienes, a buen seguro, se han visto deslumbrados por los rojos chillones de la fotografía, la música jazz y pop a lo MARIE ANTOINETTE y posiblemente los ojazos de Anna Tsuchiya, chica rebelde del J-pop. Me hizo gracia la mezcla de ficción y realidad del film en la decisión de Kiyohan (Anna Tsuchiya) por tener un hijo de su amante, aún después de haber aceptado la propuesta de matrimonio de un noble rico, y la situación real de la cantante convertida en una de las madres solteras más famosas del mundo del espectáculo en Japón. El vislumbre de kimonos, fusumas y demás vestuario y decorados no son suficiente para aminorar las deficiencias de un guión aburrido, nada original y aún peor, predecible, y ésto a pesar de haber sido escrito por la también realizadora Yuki Tanada. Ésta había ganado el primer premio del PIA Film Festival del 2001 con su ópera prima MORU (Guinea). La consagración definitiva de la directora llegaría con su tercer trabajo, el drama erótico MOON AND CHERRY. El año pasado estrenaba una adaptación del manga de Hiroko Matsuda, AKAI BUNKA JUTAKU NO HATSUKO. Protagonizada por Ayu Higashi, el film cuenta la historia de Hatsuko y su hermano mayor, abandonados por su padre cuando eran pequeños y con su madre fallecida recientemente, tratarán de proseguir con sus vidas en solitario y sin dinero. Basándose en la vida de la joven actriz de AKAI BUNKA JUTAKU NO HATSUKO, Ayu Higashi, el realizador Hiroshi Okuhara (TIMELESS MELODY, AOI KURUMA) dirigiría el largometraje 16 JYU-ROKU, en donde la joven de 16 años Saki (encarnada por la misma Ayu Higashi), a petición de su madre y tras pasar una audición, viaja sola a Tokio para el rodaje de un drama.

Mucho más interesante que la anteriormente mencionada SAKURAN, fue MOGARI NO MORI (Mourning Forest) de Naomi Kawase, una historia más bien simple, de escaso diálogo pero que rebosa de imágenes hipnóticas desde su primer minuto, donde se ve una procesión funeraria cruzando por los campos de Nara, y donde la naturaleza se transforma en un actor más. Las observaciones minuciosas que la directora realiza de la vida en un asilo de ancianos se combinan a la perfección con el lirismo de la pareja protagonista en sus juegos de escondite entre campos de té en la primera parte y su adentramiento en el bosque y el viaje espiritual que realizan en la segunda. Ganador del Gran Premio del Jurado en Cannes del año pasado, MOGARI NO MORI no fue el único trabajo que la directora presentó en el 2007. TARACHIME (Birth/Mother), video diario rematado en el 2006 pero cuyo estreno en Japón llegó en junio del 2007, describe la delicada relación de la directora con su abuela de noventa años, quien moriría poco después de la finalización del rodaje, y el nacimiento de su hijo Mitsuki en abril de 2004. El documental recibió varios galardones internacionales como la Mención Especial del Jurado del Festival Internacional de Locarno de 2006, el Merit Prize del Festival de Documentales de Taiwán del 2006, el Premio New Vision del Festival International de Documentales de Copenhague de 2006 y el Premio Especial del jurado del Festival International de Documentales de Yamagata entre otros.

GERMAN + AME
(Satoko Yokohama)

Otra directora que recaudó cierto éxito de crítica fue Satoko Yokohama, quien presentaría su primer trabajo, GERMAN + AME (German + Rain), en festivales internacionales como el Frankfurt Nippon Connection o el Festival de Cine Asiático de Barcelona. Esta comedia agria rodada en DV cuenta la curiosa historia de la cara de gorila, egoísta y dominante adolescente Yoshiko, interpretada por la actriz Yoshimi Nozaki, un auténtico diamante en bruto. Yoshiko vive sola y sobrevive de la herencia dejada por su abuela aunque ha comenzado a trabajar de jardinera para estar cerca de un apuesto alemán (Peter Haiman), al mismo tiempo que da clases de flauta a tres estudiantes de primaria. Su padre, al que llama dango mushi (cochinilla), está vegetando en el hospital. Mientras tanto, Yoshiko y su amiga Ami (Suzune Fujioka), la única que tiene, se presentan a una audición para cantantes jóvenes. GERMAN + AME no posee la suntuosa cinematografía de SAKURAN, su aspecto visual pudiera incluso tacharse de amateur, ni el mensaje metafísico de MOGARI NO MORI, pero esto no impide que sea, junto con su directora y la actriz Yoshimi Nozaki, una de las revelaciones del año pasado.

Por otro lado, MEGANE, la nueva oferta de Naoko Ogigami se quedó un poco corta de alcanzar el mismo reconocimiento de crítica y público que lograra el año anterior con KAMOME SHOKUDO (la compañía panadera Pasco ha usado este film y sus actrices para varios de sus anuncios comerciales) y eso a pesar de haber obtenido el premio Panoramas Manfred Salzgeber del festival de Berlín de este año. Por su parte, la consagrada actriz Kaori Momoi asumía por primera vez el papel de directora para ofrecernos su largometraje ICHIJIKU NO KAO (título en inglés Faces of a Fig Tree).

De todas maneras, la mejor contribución al cine japonés del año pasado ha provenido del género del documental. Mientras que el führer de Tokio Shintaro Ishihara (guionista de ORE WA, KIMI NO TAME NI KOSO SHINI NI IKU, director Taku Shinjo, título en inglés For Those We Love) dopaba a la audiencia japonesa con otra inyección de historia revisionista del final de la guerra del Pacífico y homenajeaba a los jóvenes héroes de ésta, documentales como HIMEYURI nos ofrecían una visión muy diferente del mismo conflicto. El Himeyuri Gakutotai (Las estudiantes Himeyuri, una clase de lirio) o Himeyuri Butai (La Unidad de Lirios o Lily Corps en inglés), consistía de 222 estudiantes femeninas de entre 15 y 19 años y 18 profesores de los colegios femeninos Shihan y Daiichi de la isla de Okinawa. Formado el 23 de marzo de 1945, su misión era atender a soldados heridos en los hospitales militares de la isla. En los siguientes días tras la disolución de la unidad, acontecida el 18 de junio de ese año, más de 100 chicas fueron matadas o se suicidaron. Al final de la guerra, 136 estudiantes y profesores habían fallecido. Mientras que su consagración en el templo Yasukuni clasifica la pérdida de sus vidas como un ejemplo heroico de sacrificio nacional, testimonios de las sobrevivientes relatan como fueron obligadas a salir de las cuevas, donde se hallaban escondidas tropas japonesas, sin agua ni comida y como soldados japoneses les ordenaron que no se rindieran pues serían violadas y asesinadas por las tropas norteamericanas. Dirigido por Shohei Shibata, la producción del documental HIMEYURI duró 13 años en los cuales 2 de las 22 sobrevivientes entrevistadas fallecieron (3).

Como he comentado en otras ocasiones, largometrajes de carácter político o social brillan por su ausencia en el firmamento del cine japonés. Una excepción reciente ha sido la ya mencionada SORE DEMO BOKU WA YATENNAI, la cual, a pesar de haber sido el film más galardonado del año y elegido como el mejor por la revista Kinema Jumpo, se tuvo que conformar con los premios al mejor montaje, dirección artística y actriz secundaria en la pasada, y cada vez más pestilente, ceremonia de los Nippon Akademi-sho (ceremonia sólo aliviada por la pletórica e irreverente Kirin Kiki, en claro estado de embriaguez y haciendo comentarios sobre la dudosa valía de los premios al recibir el galardón a la mejor actriz por su trabajo en TOKYO TOWER), quizá para no levantar más controversia. Fueron, como he dicho, los documentales del 2007 los que ofrecieron algo más de relevancia política y social.

HADAKA NO SHIRO:
NISHINOMIYA REIZO MIZUTANI YOICHI

(Makoto Shibata)

Como por ejemplo HADAKA NO SHIRO: NISHINOMIYA REIZO MIZUTANI YOICHI (El Castillo Desnudo: Nishinomiya Reizo Mizutani Yoichi). En este documental realizador Makoto Shibata sigue la trayectoria de Yoichi Mizutani, presidente de la firma de almacenamiento en cámaras frigoríficas Nishinomiya Reizo, la cual almacenaba productos de la compañía alimentaria Snow Brand Milk Products Co. En octubre del 2001, SBF le había pedido a Nishinomiya que le permitiera cambiar en secreto el etiquetado de su ternera australiana y hacerla pasar por producto doméstico para poder optar al plan de compra por parte del gobierno japonés. Con anterioridad a esto y tras el descubrimiento de varios casos de vaca loca, el ministerio de agricultura, forestación y pesca había exigido una inspección en todo producto nacional vacuno. Más tarde, este mismo ministerio iniciaba un programa de compra de todo aquel producto doméstico cuya matanza hubiera ocurrido antes de la imposición del estatuto de emergencia. De esta manera, Snow Brand Food reetiquetó aproximadamente 30 toneladas de ternera australiana como japonesa. Mizutani dijo que decidió proceder con el fraude ya que BSF era un cliente clave, aunque en dos ocasiones pidió a SBF que lo diera por terminado. Cuando decidió dar el chivatazo el 23 de enero del año siguiente, Mizutani fue recompensado con la liquidación de su empresa, acusado de falsificación y provocando la despedida de sus 20 empleados. Desde febrero de 2004 Mizutani continua con su cruzada personal para reanudar su negocio con un campaña para recaudar fondos. Se le puede ver apostado en una pasarela de la estación de Umeda, Osaka, con un pancarta que reza Nishinomiya Reizo Makehen De! (¡No voy a perder Nishinomiya Reizo!).

Mientras tanto, Toshi Fujiwara exploraba la vida del documentalista Noriaki Tsuchimoto en EIGA WA IKIMONO NO KIROKU DE ARU: TSUCHIMOTO NORIAKI NO SHIGOTO (título en inglés Cinema Is About Documenting Lives: The Life and Work of Noriaki Tsuchimoto). Noriaki Tsuchimoto es considerado como una de las figuras más prominentes del documental japonés. Durante un periodo de 40 años Tsuchimoto realizó, entre otros, 16 documentales sobre las víctimas de la enfermedad de Minamata, enfermedad causada por un envenenamiento por mercurio que brotó en la localidad costera de Minamata en los años cincuenta. Por su parte, Nobuo Onishi en su MIZU NI NATTA MURA (La Aldea Que Se Convirtió En Agua) filmó durante 15 años las vidas diarias de los habitantes de una aldea de Tokuyama, provincia de Gifu, y su resignación ante la inminente construcción de un embalse que pondrá a la aldea bajo el agua. Ya para finalizar este análisis de documentales nos resta destacar OKA NI AGATTA GUNKAN, un documental dramatizado realizado por Yasuhiro Yamamoto y basado en las experiencias en la guerra del pacífico del director nonagenario Kaneto Shindo.

En un apartado más frívolo, debemos destacar la nueva fuente de inspiración del cine japonés: las keitai shosetsu o novelas para móviles, las cuales en los dos últimos años han tomado las listas de ventas de libros de ficción por sorpresa. El año pasado, por ejemplo, cinco de los 10 primeros best sellers habían aparecido originalmente como keitai shosetsu. Una de las triunfadoras comerciales del cine japonés del 2007 fue KOIZORA (título en inglés Sky of Love) que ocupó el puesto séptimo de las más taquilleras. Escrita por la autora conocida como Mika, KOIZORA apareció en formato para móvil en la página web Maho no i-Rando en diciembre del 2005 registrando más de 11 millones de descargas. En octubre del 2006 se publicaba un libro en 2 volúmenes que ha vendido hasta el momento más de un millón y medio de copias. A KOIZORA se le sumaron con resultados comerciales más discretos otros largometrajes como TOKYO REAL, dirigido por Miyako Yumoto y Nozomu Kasagi y basado en el keitai shosetsu de Ryu, y TENSHI GA KURETA MONO, dirigido por Shinichiro Nakada, protagonizado por Yuki Shimizu y Akira Kagimoto y basado en el keitai shosetsu de Chaco.

TOKU NO SORA NI KIETA
(Isao Yukisada)

Y a continuación proseguimos con mi sección favorita, la fustigación de directores y películas y la elección de las decepciones del año, tarea altamente difícil por la cantidad de tostones que me trague. El honor a la mayor decepción del año pasado va para Isao Yukisada, realizador que parece vivir de rentas del éxito que tuvo ya hace 7 años con GO y un año más tarde con el corto JUSTICE del proyecto JAM FILMS. Hemos excluido conscientemente de su filmografía selecta el bombazo de taquilla SEKAI NO CHUSHIN DE, AI WO SAKEBU, un dramón insoportable que sentó las bases para un nuevo género de la cinematografía japonesa, la de relaciones juveniles sesgadas por enfermedades terminales. La carrera artística de Yukisada no mejoró en absoluto con sus dos nuevos largometrajes TOKU NO SORA NI KIETA (en inglés Into the Faraway Sky) y CLOSED NOTE. El primero y, según sus notas de producción, se presentaba como una especie de STAND BY MINE (Rob Reiner) con toques fantásticos. En realidad, lo que vimos fue una aventura infantil irrelevante, pretenciosa y hasta reaccionaria que rezuma de nostalgia barata y con algún que otro guiño al cine de Emir Kusturica, banda sonora incluida, pero pasado por el quirófano de cirugía plástica para darle un lifting embellecedor y purificador.

Por otro lado, CLOSED NOTE representó el prototipo de paquete fílmico por su combinación de historia basada en un best seller, la presencia de dos de las actrices más cotizadas del cine japonés y una banda sonora de la cantante Yui, unas de las artistas más populares del momento, que sonaba en los títulos de crédito finales. En manos de Yukisada, este producto comercial terminaba por convertirse en otro relato soporífico de romance juvenil, autocomplaciente con su supuesta narrativa sofisticada, a pesar de que contiene un gazapo mortal en su recta final. CLOSED NOTE recibió una publicidad extra por la controversia que provocó su actriz protagonista, Erika Sawajiri, en la presentación oficial del largometraje. Claramente cabreada, respondió secamente a las preguntas de la maestra de ceremonias como por ejemplo que escena del largometraje le gustaba más con clásicos como: "Toku ni nai" (Realmente no hay ninguna) y "Betsu ni" (No particularmente), esta última votada como una de las frases de moda del año pasado.

A pesar de que en esta página se encuentra una crítica muy positiva de uno de sus trabajos, MAISON DE HIMIKO, su creador Isshin Inudo ha caído en el comercialismo más desolador con sus tres últimos largometrajes: TOUCH, basado en un manga de enorme popularidad, KIROII NAMIDA, vehículo para el lucimiento y promoción de la banda de J-pop Arashi, y BIZAN, basado en un best seller y con una historia a imitación de los culebrones de la Korean New Wave. Otro director que ha caído en el comercialismo y se ha deshecho de su imagen rebelde cimentando un perfil de realizador artesano fue Takashi Miike. RYU GA GOTOKU: GEKIJO-BAN (título en inglés Like a Dragon), es un film basado en un vídeo juego que ofrece poco de original y sólo se salva por los personajes interpretados por Goro Kishitani y YosiYosi Arakawa. SUKIYAKI WESTERN DJANGO, un tributo al Spaghetti Western italiano con diálogos en inglés y con las miras puestas en el mercado internacional. Incapaces de recapacitar sobre la asunción de Takashi Miike como un auteur, muchos de sus admiradores extranjeros han tratado, de una forma u otra, alabar la calidad de este proyecto, mientras que curiosamente algunas publicaciones japonesas lo añadían a sus listas de los peores largometrajes del año (4). Por su parte, CROWS ZERO, basado en un manga de Hiroshi Takahashi, trataba de explotar al máximo el gancho de los ídolos juveniles que lo protagonizaban. El intento dio sus frutos y CROWS ZERO, gracias a las hordas de colegialas que se agolpaban en las ventanillas de las taquillas, se convirtió en el mayor éxito comercial del director.

El estreno casi simultaneo de KANTOKU BANZAI! (Glory to the Filmmaker, estrenada el 1 de junio) y DAI-NIPPONJIN (estrenada el 2 de junio) sirvió de excusa para enfrentar a sus directores, Takeshi Kitano y Hitoshi Matsumoto, dos de los cómicos más famosos de Japón, en una especie de batalla por quién se hacía con más premios y atraía más público. El resultado final fue una victoria rotunda para Hitoshi Matsumoto, miembro del dúo cómico Downtown, y su ópera prima. Antes del rodaje de KANTOKU BANZAI!, Takeshi Kitano había prometido no volver a filmar una película de yakuzas y este comentario sirve como punto de inicio del argumento de su nuevo largometraje. Takeshi Kitano realiza un recorrido por los gustos genéricos de los espectadores locales, empezando y desechando continuamente proyectos. Más que una autorreflexión y autocrítica de su carrera cinematográfica, y como terceras personas lo perciben, lo que queda claro es que KANTOKU BANZAI! es el típico ejemplo de atasco creativo. Takeshi Kitano debería volver hacer películas de yakuzas y olvidarse de su comedia televisiva que ya está muy pasadísima de moda.

Ya para cerrar el sumario de lo mejor y peor del 2007, debo recordar los dos largometrajes que el director inconformista Toru Kamei (RAKUEN: NAGASARETE, QUESTION, SHINJU ELEGY) presentó en el 2007. Según éste, con YOKAI KIDAN, trató de crear un nuevo tipo de género. Su segundo, TEREBI BAKARI MITERUTO BAKA NI NARU, fue su vuelta al cine erótico con temas sociales basado en un manga del artista Naoki Yamamoto, conocido por sus trabajos de alto contenido sexual y político. Fiel al aspecto visual del manga donde la historia de una hikikomori y un sicólogo se cuenta casi en su totalidad desde un punto fijo, Toru Kamei desarrolla esta historia en tan sólo 3 escenas, una de ellas de 74 minutos de duración sin ningún corte.

Esto ha sido todo. Hasta el próximo el año.

Notas

  1. Schilling, Mark, TOKYO INTERNATIONAL FILM FESTIVAL: Eyes on Japan's crazed radicalism, twisted psychology
  2. (volver)
  3. Gray, Jason Screen Daily: Imports gain upper hand at flat Japanese box office
  4. (volver)
  5. Japan Times: Film on Himeyuri nurses set to air
  6. (volver)
  7. Eiga Geijutsu: Best 10, Worst 10 Kettei
    Best 10
    1. SAD VACATION (Shinji Aoyama)
    2. SOREDEMO BOKU WA YATTENAI (Masayuki Suo)
    3. TENNEN KOKKEKO (Nobuhiro Yamashita)
    4. TAMAMOE (Junji Sakamoto)
    5. MATSUGANE RANSHA JIKEN (Nobuhiro Yamashita)
    6. SAKEBI (Kiyoshi Kurosawa)
    7. SHABEREDOMO SHABEREDOMO (Hideyuki Hirayama)
    8. SIDECAR NI INU (Kichitaro Negishi)
    9. KOKUDO 20 GO SEN (Katsuya Tomita)
    10. GERMAN + AME (Satoko Yokohama)

    Worst 10
    1. DAI NIPPONJIN (Hitoshi Matsumoto)
    2. ORE WA, KIMI NO TAME NI KOSO SHINI NI IKU (Taku Shinjo)
    3. KANTOKU BANZAI! (Takeshi Kitano)
    4. KOIZORA (Natsuki Imai)
    5. SAKURAN (Mika Ninagawa)
    6. ORION-SA KARA NO SHOTAIJO (Kenki Saegusa)
    7. SUKIYAKI WESTERN DJANGO (Takashi Miike)
    8. TOKU NO SORA NI KIETA (Isao Yukisada)
    9. DORORO (Akihiko Shiota)
    10. AOKI OKAMI: CHI HATE UMI TSUKIRU MADE (Shinichiro Sawai)
  8. (volver)
    Volver al inicio de la página
    ©Joaquín da Silva
    Fecha de Publicación: 8/03/2008
    Está prohibido utilizar el contenido de esta página sin el previo consentimiento de su autor