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Conduct Zero

Título original:
Pumhaeng Zero
País
Corea del Sur
Año:
2002
Director:
Cho Keun-shik
Intérpretes:
Ryu Seung-beom
Im Eun-kyun
Gong Hyo-jin
Kim Kwang-il
Bong Tae-gyu
Choi Woo-hyuk

Joong-pil (Ryu Seung-beom) es el incuestionable rey del instituto Moonduk, donde corren rumores de que él solito se despachó al equipo entero de karate, cuando uno de sus miembros trataba de robar a un par de chiquillos. En realidad, poca gente ha visto a Joong-pil en acción. Con la llegada de un nuevo compañero de clase, un verdadero empollón quien está aprendiendo a tocar la guitarra clásica y a quien se le da bien dibujar manga, Joong-pil y sus compinches planean vender manga pornográfico de Superman y otros personajes del cómic. No obstante, Joong-pil está mucho más interesado en la amiga del empollón, la igualmente estudiosa y responsable Min-hee (Im Eun-kyung). Así, Joong-pil se une a la clase de guitarra para estar al lado ella. Los avances de Joong-pil son observados muy de cerca por Na-young (Gong Hyo-jin), líder de un banda de chicas, quien está a su vez enamorado de Joong-pil y a quien le advierte que su reputación se está echando a perder. La llegada de otro nuevo estudiante, encargado de la seguridad de una discoteca, también estáa emergiendo como un desafiante al liderazgo de Joong-pil.

CONDUCT ZERO es una entretenida comedia juvenil emplazada en los años 80, con un comienzo verdaderamente explosivo e imaginativo. Cho Keun-shik maneja con un inteligente sentido del humor estas primeras escenas en las que visualiza la creación del mito de Joong-pil en el instituto. No obstante, y a medida que avanza la historia, el impacto inicial, poco a poco, va perdiendo fuelle. Uno termina con la impresión de que la mayoría del presupuesto del film se gastó en dos escenas muy inspiradas, con un tono de manga y cargadas de efectos especiales. En la primera, Joon-pil vapulea a los miembros del equipo de karate, enviándolos al aire y zarandeándolos como si fueran de plastilina. En la otra, el gorila de la discoteca se deshace de otros karatecas en una escena que se apropia de elementos de La Matriz, con tomas de actores suspendidos en el aire mientras la cámara gira 360 grados.

Sin embargo, la trama principal es el típico y tópico cine de adolescentes donde gamberro, burro de la clase, se enamora de patio feo, normalmente la empollona de la clase, quien lleva gafas de culo de botella. Una vez que se quita las gafas, descubrimos que es un auténtico cisne. El resto del guión está salpicado de referencias a la cultura coreana del momento: diferentes gustos musicales que dividen a las bandas de chicas, popularidad del manga, etc., que seguramente pasarán inadvertidas a las audiencias extranjeras. Aun conociendo todos estos detalles, la historia central no deja de ser bastante rutinaria, con la excepción de escenas aisladas como las arriba mencionadas. Es una pena, ya que la ambientación de CONDUCT ZERO es más que interesante. También hay que destacar la divertida interpretación de Ryu Seung-beom en el papel de Joong-pil. El resto de los personajes sufren de un guión que necesita de un poco más de originalidad, marcado por un diálogo bastante desigual y escenas irrelevantes que duran una eternidad.

CONDUCT ZERO tuvo un éxito considerable en la taquilla local, gracias sobre todo al atractivo de los protagonistas, Ryu Seung-beom y Gong Hyo-jin, pareja en la vida real y que han aparecido en dramas televisivos muy populares, pero que ésta era, sin embargo, la primera ocasión en la que actuaban juntos. Ya cambiando de tema y con referencia a dramas de televisión coreanos, éstos parecen estar teniendo un impacto tremendo no sólo en los países del lejano oriente. Uno de éstos, All About Eve, protagonizado por Che Lim, Kim So-yon y Jang Dong-gu, el cual fue todo un bombazo el año pasado, ha llegado incluso a las pantallas de televisión panameñas.

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©Joaquín da Silva, 2003