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Public Enemy



Título original:
Gonggongui Jeog
País:
Corea del Sur
Año:
(2002)
Director:
Kang Woo-Suk
Intérpretes:
Sol Kyung-gu
Lee Sung-jae
Lee Moon-shik
Yoo Hae-jin

PUBLIC ENEMY fue otra de esas películas con un éxito enorme en la taquilla local que el cine coreano nos lleva obsequiando recientemente. Kan Chul-jung (Sol Kyung-gu) es un policía corrupto, quien ahora mismo se encuentra bajo investigación por parte de asuntos internos por un asunto de drogas. Su compañero no aguantó la presión y se voló la tapa de los sesos delante suyo. Durante una vigilancia y justo después de haber hecho sus necesidades, un personaje misterioso, vistiendo un chubasquero, le raja la cara con un cuchillo. Con anterioridad, y no muy lejos de ahí, una pareja de ancianos había sido asesinada brutalmente. Chul-jung sospecha del hijo de la pareja, Cho Gyu-hwan (Lee Sung-jaen) y decide investigarlo por su cuenta. En PUBLIC ENEMY nos encontramos con dos personajes con trabajos ¿respetables? (policía uno, gerente de fondos el otro), quienes no son precisamente angelitos. Muy interesante es la introducción del gerente Gyu-hawan, interpretado por Lee Sung-jae (protagonista de películas como ATTACK THE GAS STATION, BARKING DOGS NEVER BITE y ART MUSEUM BY THE ZOO). Éste aparece en la ducha, masturbándose y diciendo todo tipo de obscenidades, en una interesante toma elevada que lo aísla completamente. En la siguiente escena, lo encontramos tomando el desayuno plácidamente con su familia y jugando con su hijo, como si nada hubiera ocurrido. Igualmente, Chul-jung podría aparecer como el padre perfecto de familia por la cariñosa manera con la trata a su hija.

Los primeros 20 minutos de PUBLIC ENEMY mantienen cierto interés debido a que los personajes protagonistas todavía son retratados de un forma bastante ambigua y la similitudes entre ambos son resaltadas. Kang Woo-suk, director de PUBLIC ENEMY, también parece aludir a que uno de los motivos por los que Chul-jong se empecina en perseguir a Gyu-hwan sea la envidia que siente por su vida acomodada.

Sin embargo, esta ambigüedad da pasa a un tono más moralista en el que el policía descubre de nuevo su vocación y obligación ciudadana, tras haber visto el estado de los cuerpos de la pareja de ancianos. A partir de aquí, el juego del gato y el ratón entre Chul-jong y Gyu-hwan se convierte, involuntariamente, en una especie de farsa que tenemos que tomar en serio. Kang Woo-suk, después de un arranque interesante y gris, conduce a PUBLIC ENEMY por un territorio más convencional. "Nadie hace algo así a sus propios padres sin ningún motivo" dice el policía y continúa "para mí, estos tíos son enemigos públicos". Estos comentarios que huelen demasiado, y nunca mejor dicho, a Harry el Sucio, son los que también hunden a la película con clichés como el del jefe que regaña al policía constantemente, pero que al mismo tiempo comparte los métodos que utiliza o la colección de delincuentes de poca monta que ayudan al héroe en su investigación. Aquí, tengo que decir que la autopsia que hacen a la anciana es de lo más gracioso de toda la película. El característico discursito del Chul-jong antes de enfrentarse con criminales es también de los más trillado y que uno puede encontrar en filmes de Hong-Kong, en una mezcla de estilos entre Jackie Chan y Chow Yun-Fat. Por otro lado, PUBLIC ENEMY no hace remilgos a la hora de mostrar un tipo de violencia dura y sangrienta, una característica que se puede ver en otros thrillers surcoreanos.

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©Joaquín da Silva Eiga , 2002