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The Stewardess


Título original:
Fei Seung Hung je
País
Hong Kong
Año:
2002
Director:
Sam Leong
Intérpretes:
Sam Lee
Seina Kasugai
Lee San-san
Michael Chan
Lai Yiu-cheung
Lam Suet

Ken Ma (Sam Lee, actor descubierto por Fruit Chan, PUBLIC TOILET, para su MADE IN HONG KONG) es un mujeriego que utiliza su trabajo de guionista para ligar. Un día, conversando con su amigo Fatty (Lam Suet), quien lleva un negocio de apuestas de fútbol, en el bar de siempre, encuentra la chica de sus sueños, Apple (Lee San-san), una azafata de vuelos, y, contra todo pronóstico, acaba llevandosela a la cama. Sin embargo, Ken pronto se lleva una sorpresa cuando descubre que Apple es en realidad la hija de Nine Dragons (Michael Chan), un jefe de las triadas de Hong-Kong. En un encuentro con su futuro suegro, éste le amenaza con cortarle el pene si lo descubre engañando a Apple. Las cosas se complican más cuando Yurei (Seina Kasugai), una azafata de vuelos japonesa, se muda al piso de enfrente. Aun cuando se está jugando el pene, Ken no puede evitar caer ante el encanto de Yurei, quien sólo habla unas palabras de cantonés. Pero, curiosamente, el peligro no vendrá del padre de Apple sino de la propia Yurei. Ésta está completamente trastornada y empieza a perseguirlo por todos lados.

Ha sido curioso ver como THE STEWARDESS, una película que sólo recaudó unos 900 euros en su primera y única semana de estreno en Hong-Kong, tras haber sido exhibida en el festival de Udine y más recientemente en el ICA de Londres o en el festival de cine fantástico de Puchon en Corea del Sur (donde recaudó más dinero en dos días que en todo el tiempo que permaneció en cartelera en Hong-Kong), entre otros sitios, poco a poco, haya ido adquiriendo cierto culto en el mercado occidental.

Su mezcla de géneros tan dispares como la comedia romántica o el cine de terror, su guión sin sentido y lo ridículo y extravagante de muchas de sus situaciones la han hecho ideal para el llamado en inglés trashy viewing nocturno. En retrospectiva, uno podría encontrar cierto encanto en THE STEWARDESS por lo llamativo de muchas escenas. Cabe resaltar aquélla en la cual, Ken se quiere llevar a la cama a la japonesa Yurei para así vengar a su país por todo los desastres causados por las pretensiones imperialistas de Japón entre 1931 y 1945. Anteriormente, Ken había viajado a Tokio e ido a un burdel en Kabuki-cho con ese único propósito pero, para colmo de males, acaba por irse a la cama con una prostituta china.

Pero a pesar de ciertos momentos inspirados como el anterior el tono del filme, por lo general, es bastante mediocre. La parodia de cintas como IN THE MOOD FOR LOVE o A BETTER TOMORROW es sólo pasable. Mucho más perspicaz, entretenida y original es la parodia de películas de terror japonés recientes como RING. A Yurei se le da un aspecto que recuerda bastante a la famosa Sadako, con el pelo cubriéndole la cara (la expresión tan escalofriante del rostro de las víctimas de Sadako también se parodia pero de una forma más sutil y breve). El abuso indiscriminado y repetitivo de este motivo acaba finalmente por contrarrestar algo de la originalidad y picardía de otros toques bastante juguetones, como por ejemplo los ataques de cólera de Yurei cuando alguien la pisa o vierte agua en sus zapatos, su peculiar fetiche de pellizcar las tetillas del padre de Apple o su cualidad de asesina psicópata indestructible. En cuanto a la de contribución de THE STEWARDESS al género de terror asiático, particularmente escalofriante es la escena en la cual Yurei acuchilla a Apple.

Por otro lado, THE STEWARDESS invierte una energía enorme por tratar de llamar la atención con su estilo estrafalario y lo único que consigue es acabar siendo una parodia de sí misma. Del guión ya he dicho que hay poco, lo cual no es una crítica negativa. Desgraciadamente, a falta de cualquier otro motivo para explicar el comportamiento de Yurei, el director, Sam Leong, opta por utilizar el consabido tema de sueños rotos que provocan un trastorno mental en la protagonista. En cuanto a la interpretación, Sam Lee continua encajonado en papeles de payasete. Mención especial, pero limitado, merece la actriz japonesa Seina Kasugai, simplemente por su esfuerzo y aguante en ser capaz de mantener la misma sonrisa de psicópata durante todo el film.

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©Joaquín da Silva Eiga , 2003