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Aiki

Año:
(2002)
Director
Daisuke Tengan
Intérpretes
Haruhiko Kato
Rie Tomosaka
Tomorowo Taguchi
Ryo Ishibashi
Shohei Hino
Chiaki Hara

Taichi (Haruhiko Kato) es una joven promesa del boxeo. Después de haber ganado un combate, sufre un accidente en moto junto con su novia. Ésta sale mejor parada que Taichi, quien queda paralizado de cintura para bajo. El conductor del coche (Tomorowo Taguchi, protagonista de TETSUO 1/2), además de ser el responsable del accidente, no tiene seguro. Taichi ingresa en el hospital y empieza un proceso de rehabilitación. También comienza una nueva etapa en su vida, primero cortando con su novia, a la que no le cuesta mucho dejarlo, y amigos. Su compañero de habitación, Tokonabe (Shohei Hino), otro paralítico, le introduce en las penurias de la parapleji'a (dificultades en defecar, conseguir erecciones, etc.). Ante el intento de suicidio de Taichi, Tokonabe le recomienda que espere un año y si no cambia de opinión se puede matar. Taichi deja el hospital y se pone a vivir con su hermana mayor Tamiko (Chiaki Hara). Incapaz de encontrar trabajo, Taichi pasa por una etapa autodestructiva de alcoholismo y ludopatía. Una noche, a la salida de un club, evita que tres macarras violen a una chica. Los macarras la toman con Taichi, pero un timador de poca monta lo salva de una buena paliza y le acaba ofreciendo un trabajo en una tómbola. Ahí conoce a una chica, Samako (Rie Tomosaka), una miko (asistenta en un templo Shinto), que le ayuda a mejorar el negocio.

Pronto el gusanillo de los deportes empieza a picarle, pero es rechazado en todos los gimnasios en los que se presenta. Durante una exhibición de aiki-jujitsu, queda impresionado con la habilidad del maestro Hiraishi (Ryo Ishibashi, protagonista de AUDITION) y pide que lo acepte en su escuela. Hiraishi, una vez que ha comprobado que puede hacer llaves desde una silla de ruedas, acepta al nuevo alumno.

Daisuke Tengan, director de AIKI, es de hecho hijo del gran director Shohei Imamura y guionista de sus tres últimas películas, THE EEL, DOCTOR AKAGI y WARM WATER UNDER THE RED BRIDGE, así como de Audition de Takashi Miike. Con esta película consigue crear un, más o menos, retrato convincente de los problemas, tanto fisiológicos como sociales, que padecen los minusválidos. El comienzo de la misma es de hecho bastante desalentador. El accidente es muy impactante y acontece de una forma inesperada. En el hospital, la actitud de Taichi es, como poco, repelente: la manera como se despacha de su novia y amigos, avergonzado de su falta de auto dependencia, y como martiriza al hijo del conductor que provocó el accidente, quien se había suicidado recientemente, describiendo a su padre como basura. La manera en que trata a su hermana es también despótica y arrogante. Pero poco a poco la historia va progresando de una manera más convencional, moviéndose entre las premisas de la típica película de Hollywood y de un cine más realista y menos melodramático. De hecho, estoy casi de acuerdo con los comentarios de un crítico, cuando dijo que ahora sabía quien había jodido las últimas películas de Imamura.

Las caracterizaciones de los extraños personajes con los que Taichi se encuentra, aunque graciosas, son superficiales y le faltan contenido. La historia de AIKI, aunque como ya he dicho, empieza de una forma interesante, es en general bastante predecible. Taichi consigue dominar el arte del aiki-jujitsu al mismo tiempo que mejora su vida y su relación con la gente más cercana a él. Entretenida sí, inolvidable no. El director hace demasiadas concesiones. El protagonista de la historia real, un danés paraplégico de constitución bastante grande, quien acabó convirtiéndose en campeón de aiki-jujitsu, es transformado por Daisuke en el más mono Haruhiko Kato. El personaje de Samako es de lo más irritante, típica chica japonesa en melodramas, un poco loca y misteriosa, bulliciosa, saltarina, muy guapilla ella (kawaii!!!) siempre haciendo poses. El realismo con el que Daisuke comienza AIKI, da paso a la parodia del campeonato de artes marciales organizado por un príncipe de un país norte africano. Quien gane la competición entrenará al príncipe en el arte de su estilo correspondiente. El maestro del grupo de kung-fu, un fanfarrón sacado de una película de kung-fu de Hong Kong de los setenta, es el enemigo a batir. El resto ya te lo puedes imaginar. Ojo, Daisuke, consigue escapar por los pelos de caer en la carcajada, el melodrama y la tensión fácil de Hollywood.

Lo más refrescante de AIKI, es sin duda, la interpretación de Ishibashi. Hiraishi es un maestro del aiki-jujitsu, sabio y alguien a quien admirar. Por otro lado, en la vida real, es un salariman del que nos tenemos que compadecer. Su condición de salariman, es tan graciosa como lastimosa. Cuando Taichi le pregunta a un compañero del club porque el maestro no saca dinero enseñando su aiki-jujitsu, este último le responde que no podría ya que es un salariman. Al final de AIKI, cuando Taichi le comunica a Hiraishi que va a dejar el club para ir en busca de Samako, quien ha desaparecido misteriosamente, Hiraishi le confiesa que él también quisiera tener una novia, pero como es un salariman... Por supuesto este motivo ha sido insertado para simpatizar con Hiraishi, pero también tiene su lado trágico y verdadero.

Bien sea por la influencia y prestigio de su padre o por otro motivo muy distinto, Daisuke consigue las colaboraciones, en papeles minúsculos, de actores de la calidad y fama de Sano Shiro, Mickey Curtis y Masatoshi Nagase, quien sólo aparece durante unos segundos.

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©Joaquín da Silva, 2002