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Battle Royale

Año:
(2000)
Director:
Kinji Fukasaku
Intérpretes:
Takeshi Kitano
Tatsuya Fujiwara
Aki Maeda
Masanobu Ando
Ko Shibasaki

En puro estilo documental, típico de Kinji Fukasaku, el comienzo de BATTLE ROYALE nos informa del caos, tanto económico como social, que padece el Japón del nuevo milenio y en especial el estado de anarquía en el se encuentra su sistema educativo. Para cortar con el incremento de violencia juvenil una nueva ley ha sido aprobada: Battle Royale. Una clase de estudiantes de bachiller es escogida por sorteo y enviada a una isla vigilada por la Jieitai (fuerzas japonesas de auto defensa) donde allí son instruidos para matarse entre ellos, hasta que sólo quede uno vivo, el cual es recompensado con el regreso a la sociedad. Los estudiantes llevan collares que explotan en caso de que no cooperen o no completen la misión en dos días.

Primero decir que el sistema educativo japonés, aunque en necesidad de una reforma urgente, está muy lejos de ser como lo pinta el filme y si la violencia juvenil ha incrementado en ese país, pero no de la manera que los medios de comunicación nos hacen creer, también lo ha hecho en Europa, incluida España.

¿Es Battle Royale una crítica social?. Bueno, Fukasaku no tiene tiempo para filosofar (ese no es su estilo). Después de una introducción breve de la trama, enseguida pone a trabajar a sus jóvenes actores. Tras la ya famosa introducción en video del juego de supervivencia al que son sometidos los estudiantes, èstos obviamente empiezan a tomar decisiones rápidas. Y claro que es obvio pero es una obviedad que aterra. La primera víctima aparece con una flecha atravesada en su cuello. En particular, me emocionó mucho la pareja (Ogena, la chica, previamente había rechazado la bolsa con el armamento) que se tira del acantilado como si de un típico doble suicidio japonés (shinju) se tratase y que por cierto no será el único.

Más que un problema generado por los jóvenes, es la incapacidad de los adultos para guiarlos. Lo triste de la historia es que esta clase no ha sido elegida al azar. No es una coincidencia que el profesor Kitano (Kitano Takeshi) sea el encargado de la operación. Al comienzo del film Kitano es apun~alado por Nobu, amigo de Nanahara, el héroe de la historia. Nobu, expulsado de la escuela, es invitado por Noriko, heroína y futura novia de Nanahara, a apuntarse a la supuesta excursión. Kitano consigue su venganza matando a Nobu, después de haberle rajado la pierna en el mismo sitio donde él mismo fue herido. El hecho de que por el crímen de solo un estudiante el resto de la clase tenga que pagar el pato es la solución a la que ha llegado el gobierno japonés.

No es de extrañar que los jóvenes hayan perdido la confianza en los adultos. Los adultos por su parte están incluso más confundido y no son de mucha ayuda. Un claro ejemplo aparece al comienzo de la película cuando Nanahara descubre a su padre ahorcado. Incapaz de hacer frente a sus propios problemas opta por la solución fácil. Los adultos parece que se regocijan con la suerte de los jóvenes. Para ellos todo es un juego como el video ejemplarizará. Para los estudiantes por otro lado es mucho más serio. Pero seriedad no es de lo que esta película va: eso tampoco sería el estilo de Fukasaku. Éste le inyecta fuertes dosis de humor negro y sarcasmo. Tampoco es que Battle Royale tenga una de los mejores guiones escritos. En muchos momentos cae en la cursilería y algunas partes del diálogo son bastantes babosillas. A pesar de ello hay que recordar que si el guión es un poco simplista es por que Battle Royale está protagonizada mayoritariamente por quinceañeros y orientada hacia quinceañeros. Aun así, quinceañeros en la vida real no hablan como los protagonistas. Éstos parecen sacados de algún culebrón juvenil japonés. He tenido la oportunidad de seguir uno de éstos Mantecada con Fresa, cuyo título lo dice todo y el cual fue todo un éxito en Japón. De todas maneras, Fukasaku es un viejo lobo (y también conoce el gusto de otro tipo de jóvenes audiencias por lo macabro) y corta este tipo de escenas con un buen toque de humor negro. Casi al final de Battle Royale, Hiroshi, es asesinado por Kotohiki, con la cual él estaba secretamente enamorado. Ésta se inclina ante el cuerpo sin vida de Hiroshi y le pregunta porqué nunca le dijo nada y que será de ella ahora. A esta pregunta Mitsuko (Ko Shibasaki), la guarra de la clase, le responde morir al mismo tiempo que le dispara en el pecho. Acto seguido Mitsuko, la cual se ha cargado a casi la mitad del grupo, es acribillada a balazos por un repetidor del juego, Kiriyama (Masanobu Ando), todo un psycho que se ha cargado a la otra mitad, al son de la música de Bach como de una escena romántica se tratase.

Otra escena interesante es la del faro, donde un grupo de chicas conviven en armonía pero que acaba en caos cuando una de ellas come del plato envenenado que Yuko tenía preparado para Nanahara, quien anteriormente había matado accidentalmente a su novio. Sospechas por parte de todo el mundo dan comienzo a una carnicería en una escena cómica pero al mismo tiempo triste dada su brutalidad y la edad y el sexo de las protagonistas. Seguidamente vemos a Yuko disculpándose al herido Nanahara y tirándose desde lo alto de faro. El ritmo de la escena es trepidante, el cóctel de emociones tan acelerado que dejó una profunda marca en mí. Nanahara viendo el cuerpo de Yuko aplastado en las rocas se desespera tratando de descubrir el significado de las palabras de Otami: sé todo sobre tí, ¿sabes lo que eso significa?.

Todo el mundo habla de la violencia en Battle Royale, pero otros temas son inclusos más relevantes: amor y amistad. Bueno,¿y qué? o vaya cursilería, diréis, sí, pero que otro tipo de experiencias o ideales un chico o chica de quince años tiene. Es interesante el gran número de amores secretos entre los compañeros de la clase que se revelan en momentos de desesperación. Quizás haya que acusar en parte a estos jóvenes por su falta de comunicación y necesidad entre ellos en condiciones más normales.

Battle Royale no llega a la brillantez y frescura de las series BATTLES WITHOUT HONOUR AND HUMANITY o la misma crítica política aguda de por ejemplo UNDER THE FLAG OF THE RISING SUN. A pesar de todo, Battle Royale significa el retorno de un director que consigue hacer películas que nunca te dejan indiferente.

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©Joaquín da Silva, 2002