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Dead or Alive 2: Birds

Título original:
Dead or Alive 2: Tobosha
Año:
(2000)
Director:
Takashi Miike
Intérpretes:
Sho Aikawa
Riki Takeuchi
Shinya Tsukamoto
Kenichi Endo
Tomorowo Taguchi
Ren Osugi

Takashi Miike lo ha hecho otra vez, volviendo a sorprender a propios y extraños. Con DEAD OR ALIVE 2 ha creado una secuela que no tiene nada que ver con su predecesora. Los personajes principales de DOA2 están interpretados por los mismos actores, Sho Aikawa y Riki Takeuchi, pero sus papeles son bastante diferentes. En DOA2 interpretan a dos amigos de la infancia, quienes no se habían visto durante mucho tiempo, hasta que se encuentran de nuevo cuando Shuichi (Takeuchi) asesina a un timador a quien Mizuki (Aikawa) había sido contratado para matar. Perseguidos por los yakuza y las triadas chinas, los dos regresan a su lugar de nacimiento, una isla en el sur del Japón. Allí se encuentran con otro viejo amigo, Kohei (Kenichi Endo), casado y esperando a su primer hijo. Varios flashbacks nos describen su infancia juntos en el orfanato dirigido por un cura japonés cristiano. El contacto con los niños actuales del orfanato les hace tomar la decisión de regresar a Osaka y trabajar como asesinos a sueldo y utilizar el dinero que saquen para comprar vacunas para los niños necesitados del tercer mundo. Sin embargo cometen el error de cargarse al buen dotado Jiro (ver foto derecha). Su desconsolada amante contrata a tres asesinos a sueldo mudos, quienes se comunican mediante mensajes de móvil, para dar caza a Mizuki y Shuichi.

En DOA2 hay dos referencias a la primera parte. La primera, cuando Mizuki, acorralado por mafiosos chinos, produce, como por arte de magia, un ladrillo de detrás de su espalda y lo rompe en la cabeza de uno de los mafiosos. La segunda referencia ocurre durante una obra de teatro para los niños del orfanato donde Mizuki, disfrazado de kappa (una criatura mítica japonesa, mitad hombre mitad tortuga) tiene un brazo robótico. Esta última referencia apunta sobre todo al increíble final de DOA. Comparada con su predecesora, DOA2 es bastante más ligera en cuanto a la violencia que Miike nos tiene acostumbrados. De hecho, violencia estilo Miike no aparece hasta la mitad del largometraje. Aunque Miike, en muchas entrevistas, ha dicho que no piensa demasiado sobre sus películas, ésto no significa que sólo sean puro entretenimiento. Debido a la constante fascinación de los seguidores de Miike con el chick de la violencia, como dirían algunos críticos, en sus trabajos, éstos pasan por desapercibido ciertos temas muy interesantes que recurren en casi todas sus películas, donde ciertas actitudes también son puestas de manifiesto. Por ejemplo, actitudes sobre el sexo. En DOA fue la zoofilia (o más en concreto la producción de este tipo de películas). SHINJUKU TRIAD SOCIETY rebosa con sexo gay al igual que en ICHI THE KILLER, que junto con AUDITION>, también cuenta con elementos sadomasoquistas. En el caso de DOA2, Miike nos invita a echar una rápida ojeada a la necrofilia. El director parece estar afirmando la existencia de estas prácticas sexuales sin criticarlas o tacharlas de perversas o políticamente incorrectas.

Mientras que el principio de DOA es un constante bombardeo de imágenes de drogas, sexo y violencia, DOA2 opta por un comienzo donde también hay carnicerías, pero entre cigarrillos. Shinya Tsukamoto, a quien vemos al inicio de DOA2 en el papel del mago, utiliza paquetes de cigarrillos chinos y japoneses (Mild Seven) para representar la lucha entre estas dos mafias. Tsukamoto descuartiza los cigarrillos que representan a los mafiosos de ambos bandos acribillados a balazos. Esta escena es una buena tomadura de pelo a la audiencia que seguro que espera un inicio similar al de DOA. Es conocido por todo el mundo que Miike quiere poner a test el aguante del público. Prueba de ésto, es la escena de la obra de teatro. Ésta está entrecortada con tomas de una pelea entre las bandas chinas y japonesas, esta vez de verdad. La obra de teatro, aunque un poco guarra para la audiencia infantil, es de partirse de risa. La combinación de imágenes de las dos escenas es tan rápida que nos encontramos riéndonos del falo-linterna de Mizuki o de Shuichi, disfrazado de león y masturbándose, al igual que escenas donde cabezas son cortadas de tajo y rodando por el suelo, donde una tía muerta en la cama está siendo violada o donde cuerpos esparcidos por suelo se desangran hasta la muerte. Miike parece que se está burlando de nosotros cuando nos descubrimos riendo, sin poder contenerla, a carcajada limpia de la carnicería que está ocurriendo en la pantalla. La escena se hace bastante incómoda de ver pero también resulta muy inteligente, sobre todo porque Miike intercala el brutal y sanguinario mundo de la lucha entre bandas mafiosas y el mundo inocente y casi idílico de la niñez.

Miike, de la misma manera, parece estar cuestionando las acciones de sus héroes cuando deciden matar para ayudar a los niños del tercer mundo, incluso después de que hayan conseguido la condición de ángeles (otra de las sorpresas del director). Cuantos más criminales Shuichi mata, más sangre vomita. Para salvar las vidas de niños tienen que matar a criminales, quienes a su vez también fueron en su día niños. Estas ideas se materializan en una escena, casi al final, brillantísima, del enfrentamiento que Mizuki y Shuichi mantienen con los tres asesinos a sueldo en el tejado de un edificio. Los dos héroes se encuentran tirados en el suelo fatalmente heridos mientras vemos a los 3 asesinos transformándose en niños y apuntándolos con sus pistolas. Shuichi todavía encuentra la suficiente energía para alzar su pistola y acribillarlos a balazos. La escena acaba con una toma aérea del tejado, con los cuerpos de los tres niños muertos en el suelo y cubiertos de sangre. Ésta es sin duda una brillante, persuasiva y poética alegoría en contra de la violencia.

DOA2 no les hará mucha gracia a quienes esperen una secuela que supere el listón creado por su predecesora en cuanto a salvajadas se refiere. No obstante, es una las películas más profundas e interesantes del director, la cual también posee una excelente banda sonora y cinematografía.

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©Joaquín da Silva, 2002