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Female

Año:
(2005)
Directores:
Tetsuo Shinohara
Ryuichi Hiroki
Suzuki Matsuo
Miwa Nishikawa
Shinya Tsukamoto
Intérpretes:
Kyoko Hasegawa
Hiroyuki Ikeuchi
Eri Nomura

Chihiro Otsuka
Mitsuko Ishii
Hairi Katagiri

Saki Takaoka
Koen Kondo

Nene Otsuka
Naoyuki Morita

Eri Ishida
Ryo Kase
Kaoru Kobayashi

FEMALE es la última entrega de las series JAM FILMS, compuesta por cinco cortos los cuales como su título indica se centran en el sexo femenino. En la primera de las series los cortos habían sido dirigidos por realizadores en mayor o menor medida establecidos. JAM FILMS 2 contaba con la colaboración de jóvenes realizadores con experiencia en el mundo del video musical. JAM FILMS S de nuevo se centró en darle una oportunidad a jóvenes directores, escogidos por Shunji Iwai e Isao Yukisada, para demostrar su talento. Como le pasara a JAM FILMS, en FEMALE JAM FILMS algunos de los cortos vuelven a ser dirigidos por directores afamados como Ryuichi Hiroki o Shinya Tsukamoto. Los cortos están basados en historias de cinco escritoras populares y tratan de combinar temas relacionados con la mujer y el eros. Curiosamente todos ellos tienen lugar en la época veraniega y la lluvia juega un papel importante en algunos de ellos.

El primero de ellos, y el mejor de esta colección, lleva el título de MOMO (melocotón), está dirigido por Tetsuo Shinohara, quien ya había dirigido el segmento KENDAMA en la primera de las series JAM FILMS y está basado en una historia de Kaoruko Himeno. En MOMO, Junko (Kyoko Hasegawa) regresa a su pueblo natal para atender el funeral de una de sus profesoras de bachiller. La vuelta al pueblo le trae recuerdos de su relación sentimental con un profesor cuando Junko sólo tenía 14 años. Allí se reune de nuevo con su antiguo compañero de clase Yazaki (Hiroyuki Ikeuchi), quien ahora es el propietario de un huerto de melocotoneros por donde Junko solía cruzar para llegar a la casa del profesor. A destacar en MOMO los flashbacks de Junko de su etapa como estudiante de bachillerato filmado de una forma maravillosa y con una interpretación soberbia de Eri Nomura en el papel de la joven Junko. Nomura logra dar una imagen muy convincente, deshinbida y de muy alto voltaje del despertar sexual de una adolescente. Por su parte, Shinohara captura a la perfección la torrida y cargada atmósfera en la casa del profesor. Por otro lado, Kyoko Hasegawa también convence en su papel de una mujer que ha perdido ese fervor juvenil sexual.

El segundo corto, TAIYO NO MIERO BASHO MADE (Hasta el lugar donde se puede ver el sol), y el peor de todos los que componen FEMALE está (mal) dirigido, sorprendentemente, por Ryuichi Hiroki, quien en el 2003 había realizado VIBRATOR, considerada como la mejor película japonesa de ese año. El guión está basado en una historia de Muroi Yuzuki. Tras una jornada de trabajo en su bar de copas, Machiko (Mitsuko Ishii) se sube a un taxi donde es atracada por Hidemi (Chihiro Otsuka), quien necesita 1 millón de yenes para pagar unas deudas contraidas con un club de hosts. A partir de aquí, el taxi se convertirá en una especie de confesionario donde las tres protagonistas, incluida la taxista (Hairi Katagiri), recuentan sus penas, sus deudas y sus ansias de dejar este mundo. Sin embargo, este encuentro fortuito les dará fuerza para seguir adelante.
Que se puede decir sobre este corto. Historia trilladísima sin ninguna chispa de gracia, producción ínfima de bajísimo nivel (la gran totalidad del corto toma lugar dentro del taxi), con pésimos efectos especiales y pobre cinematografía. Un total pérdida de tiempo y dinero.

No obstante, el siguiente corto YORU NO SHITASAKI (La punta de la lengua de la noche), basado en una historia de Kei Yuikawa y dirigido por Suzuki Matsuo (quien había debutado recientemente en la gran pantalla con el film KOI NO MON), consigue entretener lo suficiente para hacerte olvidar el bodrio anterior. Masako (Saki Takaoka) es una empleada en una factoría quien día tras día debe aguantar los avances de su jefe. Sin embargo, Masako está enamorada de un compañero de trabajo, el salariman Asayama (Koen Kondo). En un viaje a las Filipinas, Masako compra un incensario. Ahora sólo debe conseguir un pelo de Asayama y quemarlo en el incensario para tener sueños eróticos con él. Mientras que están en plena faena, casi siempre, para la sorpresa de Masako en la posición del misionario, unos golpes en la puerta tratan de terminar con su sueño. En YORU NO SHITASAKI no hay nada de eros. Esto es puro soft-porn con algunos toques cómicos inspirados como una escena absolutamente gloriosa donde Masako arranca de un zarpazo un matojo del pelo de Asayama. Lo dicho, cachondo y calientorro aunque intrascendente y repetitivo.

MEGAMI NO KAKATO (El tobillo de la diosa) está basado en una historia de Asa Nonami y dirigido por Miwa Nishikawa, quien había debutado en la gran pantalla en el 2003 con el largometraje HEBI ICHIGO. El corto tiene como protagonista al estudiante de elementaria Shingo (Naoyuki Morita) quien visita la casa de su amiga para ayudarla con las tareas del cole pero acaba enamorándose de la madre de esta última, Kyoko, intepretada por Nene Otsuka. Corto delicado y tierno, de nuevo situado en verano y con el elemento de la lluvia como conductor de los deseos sexuales del chico, que se vale de una buena interpretación de la pareja protagonista pero que, no obstante, sabe a poco ya que el material se hubiera podido convertir en un interesante largometraje para explorar las vidas de los personajes.

El último de los cortos, TAMAMUSHI (una clase de escarabajo) está realizado por el más ilustre de los directores que componen el proyecto, Shinya Tsukamato, y toma como fuente de inspiración un relato de la novelista Mariko Koike. Casi aislados en una casa en el campo viven onna (mujer), interpretada por Eri Ishida y su acompañante Jiji (que significa viejo pero que aquí se podría traducir como papá), interpretado por Kaoru Kobayashi, de quien desconoce a que se dedica. Una noche, Jiji regresa borracho a casa acompañado de otoko (hombre), interpretado por Ryo Kase. Para alegrar el ambiente onna se pone un traje de bailarina de ballet y realiza una versión de la canción de las Pink Ladies, Nagisa no Sinbad. Aprovechando que Jiji se ha quedado dormido, la mujer y el hombre hacen el amor. Situado en un pasado no muy lejano, TAMAMUSHI supone una pequeña decepción por parte de uno de los realizadores más interesantes del cine japonés contemporáneo. A pesar de esto, el corto abre con una excelente escena rodada en planos cortos del Jiji mentiéndole mano a la mujer mientras están viendo un documental del tesoro nacional Tamamushi-no-zushi, una especie de santuario en miniatura decorado con más de 4,500 alas de tamamushi y que se encuentra en el templo de Horyuji en la antigua ciudad imperial de Kioto. Pero francamente el resto del cortometraje es bastante aburrido, con poco atractivo y con una producción muy por debajo de lo que Tsukamoto puede ofrecer. TAMAMUSHI incluso copia ciertas partes del film WARM WATER UNDER THE RED BRIDGE de Shohei Imamura, como por ejemplo durante la escena en la que la mujer segrega una enorme cantidad de líquido mientras hace el amor con el hombre.

Para consolidar aún más el pobre resultado del proyecto, los cortos FEMALE se ven divididos por tres absolutamente prescindibles números musicales dirigidos por Mayumi Natsu que para nada tienen que ver con el contenido de los cortos.

Shinya Tsukamoto en la presentación de FEMALE en el Cinematheque de Nagoya

El mayor aliciente de la proyección de FEMALE en el Cinematheque de Nagoya el 16 de julio fue la presencia de Shinya Tsukamato como invitado de honor. Tsukamoto apareció al final del film para contestar las preguntas del público. Entre lo más interesante que dijo cabe destacar lo ajustado de la producción de su corto rodado en tan solo cuatro días, algo que definitivamente se nota, y su obsesión con el peinado al estilo bob que luce la actriz Eri Ishida en el corto, el cual realmente es una peluca ya que Tsukamoto no quedó muy satisfecho con el resultado del peinado natural. Para Tsukamoto el personaje de Ishida y su peinado en particular representa su imagen de la mujer ideal, una mujer imaginaria de la que pretende, si cuenta con dinero, hacer una serie de películas. Tsukamoto también admitía el interés que tiene por la lluvia, algo que ya había utilizado con mejores resultados en SNAKE OF JUNE, para crear una atmósfera más dramática y erótica y comentó sus próximos proyectos que incluyen la realización de un corto de terror más su participación como actor en un kaiju eiga (no me quedó muy claro si se refería a un largometraje o a un film para la televisión) financiado por Tsubaraya Productions, del que sin querer acabó contando por completo cuál será su papel. Con el dinero que saque con estos dos proyectos Tsukamoto intentará abordar la realización de su próximo largometraje, Tetsuo en América.

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©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 29/07/2005