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German + Ame



(2007)
Título inglés:
German + Rain
Director:
Satoko Yokohama
Intérpretes:
Yoshimi Nozaki
Suzune Fujioka
Peter Haiman
Michio Hisauchi
Tatsunori Honda
Yuuki Tokunaga
Daisuke Tajiri
Shuji Iijima

Desde el divorcio de sus padres, Yoshiko (Yoshimi Nozaki) vive sola en la única casa de la vecindad sin retrete con sistema de cisterna y desagüe y sobrevive gracias a la pensión militar de sus abuelos ya fallecidos. Su madre también ha fallecido y su padre, al que describe como dango mushi (cochinilla), se encuentra hospitalizado y en estado vegetativo. Esto la convierte en la única superviviente de la familia. Por este motivo, Yoshiko pretende concebir al menos diez descendientes. Yoshiko no ha continuado sus estudios de bachillerato superior y ha optado por trabajar de jardinera para estar cerca de un apuesto alemán (Peter Haiman). Sueña con convertirse en cantante y se presenta a una audición para jóvenes promesas, enviando la foto de su osananajimi (amiga de la infancia) Ami (Suzune Fujioka), la única que tiene, mucho más agraciada físicamente. Como si de una sicóloga se tratase, Yoshiko escucha los problema diarios de los tres alumnos de primaria a los que da clases de flauta y toma nota de todo. Estas sesiones terapéuticas les sirven a Yoshiko como fuente de inspiración para las letras de sus canciones.

GERMAN + AME es de lejos la mejor película japonesa que vi el año pasado. Su directora Satoko Yokohama y actriz principal son dos artistas a las que seguir de cerca de ahora en adelante. Sin duda, lo que más sobresale del film es su postura argumental, muy a contracorriente de lo que el cine independiente japonés actual sobre adolescentes (seishun eiga) antisociales o patológicamente introvertidos lleva produciendo desde hace años. En este tipo de cine, nos hemos acostumbrado a la clase de jóvenes que pasean por la cámara en estado sonámbulo, apenas emitiendo algún sonido y enmarcados en planos únicos que devoran fácilmente los 11 minutos de un rollo de película. Por su parte, en el sector más comercial del género de adolescentes, la piedra angular de sus guiones ha sido, y continua siendo, la inminente muerte de sus protagonistas a causa de todo tipo de enfermedades terminales.

Con el personaje de Yoshiko, la directora abandona radicalmente la actitud desenfada o de aire triste (ennui) que adoptan muchos de los protagonistas en seishun eiga. Yoshiko es una adolescente con pocos pelos en la lengua, soez, maleducada, cabezona, avariciosa, marimacho, cara de gorila y poco querida por la gente cercana a ella. El film tampoco se para en sutilezas, o cae en la melancolía babosilla propias del género, y se enfrenta a temas como la pobreza, la crisis familiar o la pedofilia, moviéndose hábilmente por la fina línea que separa el cine social del explotativo. La personalidad de Yoshiko provoca que problemas tan delicados como la pedofilia puedan observarse con una pequeña sonrisa en la cara. Su manera en que intenta hacer negocio del conflicto de identidad sexual de uno sus alumnos de la clase de flauta o como se cobra venganza del pedófila, son momentos inolvidables, mas aún por su extrema escasez en largometrajes japoneses. Una escena memorable que muestra el carácter sarcástico de Yoshiko es cuando, una vez gastado todo el dinero de la pensión de sus abuelos con sus alumnos de flauta, grita ¡shuusenkinenbi da! (¡Es el aniversario del final de la guerra!).

Como ya he comentado en otras ocasiones, el carácter reservado, en muchos casos inescrutable, de innumerables personajes en seishun eiga ha sido muchas veces el comodín narrativo de muchos directores nóbeles. Satoko Yokohama es plenamente consciente de esta tendencia convertida en cliché y, de esta manera, desnuda a su personaje ante la cámara, presentándolo tal como es. Por este motivo, Yoshiko tiene más en común con los jóvenes que aparecen en el cine independiente norteamericano, tomad por ejemplo JUNO, que con sus reprimidos compatriotas. El carácter reprimido de muchos jóvenes japoneses es algo que conozco de primera mano, pero que no es, ni mucho menos, un rasgo tan generalizado como nos haría pensar la mayoría de los ejemplos del seishun eiga.

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©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 10/02/2008