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Hana to Hebi

Título en inglés:
Flower and Snake
Año:
(2004)
Director:
Takashi Ishii
Intérpretes:
Aya Sugimoto
Hironobu Nomura
Renji Ishibashi
Kenichi Endo
Misaki

Takayoshi Toyama (Hironobu Nomura) parece tenerlo todo: un trabajo bien remunerado, una casa ultramoderna y espaciosa y lo más importante, una esposa hermosísima, Shizuko (Aya Sugimoto), quien a su vez es una bailadora de tango famosa mundialmente. El único problema es que Shizuko es un poco frígida y la pareja nunca llega a completar el acto sexual. Un día un grupo de yakuzas liderado por Kanzo Morita (Kenichi Endo) se presenta en la oficina de Toyama y le enseñan un vídeo en el que se le ve sobornando a un político. Como Toyama no les puede pagar el dinero que piden, Morita le propone un trato para que no lleven la evidencia a la policía. Su jefe Ippei Tashiro (Renji Ishibashi) está completamente obsesionado con Shizuko y se olvidaría del vídeo si Toyama le deja pasar una noche con su esposa. Toyoma acepta el trato, tras conocer que Tashiro es un inválido de 95 años, pensando que no hay nada por lo que preocuparse. Mala jugada. Durante un baile de máscaras, Shizuko es secuestrada por los yakuzas sin adivinar que su marido ha dado su consentimiento y es llevada a una sala oscura, excepto por una especie de escenario en el centro de la misma, donde es sometida a todo tipo de juegos sádicos con un transvestido de maestro de ceremonias. Mientras ésto ocurre, un círculo de espectadores enmascarados observan, desde la sombra, el show en el que de vez en cuando participan. Por su parte, Tashiro sigue el espectáculo desde su silla de ruedas a través de una pantalla gigante.

HANA TO HEBI está basada en la clásica novela de Dan Oniroku, uno de los escritores más eminentes del underground literario japonés y, sin duda alguna, el rey del género sadomasoquista. De sus novelas se han hecho más de 40 adaptaciones cinematográficas, casi todas ellas producidas por Nikkatsu para su sección de roman porno. De HANA TO HEBI previamente se habían realizado al menos seis adaptaciones. La primera de ellas en 1974 dirigida por Masaru Konuma y protagonizada por Naomi Tani, una de las estrellas del Nikkatsu roman porno y reina indiscutible de su rama sadomasoquista.

HANA TO HEBI presenta todos los elementos genéricos de una típica producción SM. Una mujer frígida es sometida a todo tipo de torturas para quebrar su voluntad o inhibición y así revelar su verdadero instinto sexual hasta que finalmente acaba por disfrutar de los castigos corporales. El único punto de interés en el guión quizá sea el elemento irónico que subraya la relación entre Shizuko y Tashiro, ambos sometidos a ciertas restricciones físicas. Shizuko, es amordaza, amarrada con sogas y colgada, y Tashiro es prisionero de su silla de ruedas. El único placer sexual del que Tashiro disfruta llega a través de la pantalla gigante donde ve como otros individuos ejecutan los actos sexuales que él alberga en su imaginación pero que es incapaz de llevar a cabo. La situación de Tashiro viene a reflejar un poco el de una larga mayoría de nosotros, generalmente hombres (ya que no en vano estamos ante un trabajo que sirve para satisfacer el líbido masculino) con mentes calenturientas, imaginando todo tipo de perversidades sexuales pero incapaces, por cualquiera que sea el motivo, de realizarlas.

Poco más ofrece HANA TO HEBI en cuanto a historia se refiere y lo mencionado anteriormente no llega a justificar desde un punto de vista narrativo las dos horas de duración del largometraje, sobre todo si uno no está interesado en el arte del bondaje (Shibaki) o el sadismo. Después de la escena del baile de máscaras, que recuerda bastante a varias escenas en Eyes wide shut (dos ejemplos son el uso de las máscaras y de un repetitivo valse como acompañamiento musical), en la que Shizuko es raptada, HANA TO HEBI se convierte en un recorrido visual, eso sí con una fotografía soberbia, por el mundo del masoquismo japonés. Y ya que estamos tratando un filme del director Takashi Ishii no es de extrañar que el interés de HANA TO HEBI resida en su aspecto visual y no en lo narrativo.

No obstante, el filme pertenece en su enteridad a la protagonista principal, la imponente Aya Sugimoto (1), talento y bailadora de música latina (como curiosidad Sugimoto ha doblado la voz de Paz Vega en Carmen para el DVD japonés del largometraje dirigido por Vicente Aranda). El DVD japonés de HANA TO HEBI (el cual sólo se ve censurado en un par de ocasiones, seguramente por el mérito artístico de la novela en la que está basado el filme) que he visionado ofrece una extensa gama de entrevistas, premiere del filme y el documental "Así se hizo..." que en muchos aspectos es bastante más interesante que el largometraje en sí.

En su entrevista, Sugimoto explica como su admiración por el director le llevó a protagonizar este papel tan controvertido. Sugimoto explica como aguantó el sufrimiento de permanecer durante una buena parte del rodaje suspendida de sogas como una forma de reto personal así como para cuestionar ciertas concepciones sobre la mujer japonesa y su actitud hacia el sexo (Sugimoto ha sido descrita por varios sectores de los medios de comunicación japoneses como una ninfómana cuando hace dos años se divorció de su marido, con el que llevaba casada once años, alegando que no había sexo en su relación). La interpretación de Sugimoto merece todo el respeto y su actitud y fuerza de voluntad es admirable pero uno no sabe donde situar la línea divisoria en la que su interpretación como un intento por atacar ciertos elementos conservadores de la sociedad japonesa se transforma en explotación y uso de su propia persona para el disfrute del público masculino.

  1. Sugimoto también protagonizará una pseudosecuela de HANA TO HEBI en la que interpretará a la esposa de un crítico de arte (Jo Shishido) 35 años mayor que ella. El largometraje contará, una vez más, con la presencia de Kenichi Endo en el papel de un pintor afincado en París quien ha realizado unos cuadros en los que ha imaginado a Sugimoto en diversas posturas sadomasoquistas. Las pinturas serán adquiridas por el personaje de Jo Shishido quien luego pedirá a su esposa que pose para él de la misma manera que aparece en los cuadros.
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©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 16/01/2005