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Hypnosis

Título original:
Saimin
Año:
(1999)
Director:
Masayuki Ochiai
Intérpretes:
Miho Kanno
Goro Inagaki
Ken Utsui
Takeshi Masu
Ren Osugi
Shigemitsu Ogi

Durante el banquete de una boda el novio se estrangula delante de la novia y todos sus invitados. En una pista de atletismo una joven corredora de fondo hace la última vuelta muy por encima de sus posibilidades físicas hasta que sus rodillas se dislocan y revientan la piel. Durante la celebración de un cumpleaños en el apartamento de una pareja de ancianos, el marido se tira por la ventana. Antes de morir todos ellos habían proferido las palabras: mono verde.

El detective Sakurai (Ken Utsui) se pone a cargo de la investigación. Mientras tanto el hipnotizador Jissoji (Takeshi Masu) del programa televisivo Contact recibe la visita de Yuka Irie (Miho Kanno, TOMIE y DOLLS) pidiéndole que la ayude. Jissoji se dedica a hipnotizar a mujeres jóvenes para humillarlas delante de las cámaras de televisión y luego llevarlas a hoteles, cuando todavía se encuentran hipnotizadas, con propósitos poco honestos. Por otro lado, Yuka parece encontrarse en estado hipnótico ya que hay veces que dice que es una extraterrestre llamada Andria del planeta Fátima. Jissoji se interesa por esta nueva amistad y decide llevársela a su casa.

Durante una conferencia, Sakurai conoce al psiquiatra Saga (Goro Inagaki) especializado en hipnotismo, quien cree que las víctimas pudieron haber estado bajo efectos hipnóticos antes de morir. Otras tres víctimas más aparecen con la misma conexión del mono verde. Yuka es ahora la estrella del programa. Sakurai y Saga le hacen una visitan a Jissoji en el estudio. Saga ve claramente que Jissoji está manipulando a la pobre Yuka y concluye que Jissoji es el principal sospechoso.

Aunque basada en una novela de Keisuke Matsuoka, la premisa de HYPNOSIS muy bien pudiera haber sido sacada de un relato de Edogawa Rampo. ¿Qué pasaría si un hipnotizador decide utilizar sus poderes para crear caos o satisfacer sus diversas depravaciones sexuales?. O por lo menos así es como me parece cuando, por ejemplo, al comienzo del largometraje estudiantes de psiquiatría cuestionan al jefe de Saga con este tipo de preguntas. La introducción de la figura de Jissoji no hace más que establecer esta conexión con el maestro de novelas de terror y misterio japonés. Hasta el momento en que Saga y Sakurai visitan a Jissoji, HYPNOSIS había conseguido engancharme y todo parecía muy prometedor. Este principio también se ve ensalzado con unas escenas ciertamente impactantes, las tres primeras muertes (sobre todo la de la corredera de fondo) o cuando Sakurai inspecciona los cadáveres en el depósito, que prometen un desarrollo muy gore.

Pero pronto empezamos a ser sometidos a intervalos didácticos, tan característicos de la cultura popular japonesa (un ejemplo es el programa cómico-educativo de Kitano Takeshi, Heisei Kyoku Iinkai [Departamento de Educación Heisei]. Lo que quizás sea una especie de compensación por la mala calidad de algunas películas que, aunque sean un tostón, por lo menos los espectadores han aprendido algo. También recordar que esta cualidad didáctica es lo que hace de PARADISE EVE, del mismo realizador, tan insorpotable), sobre la esencia del hipnotismo y sus posibilidades o los enfrentamientos infantiloides entre Saga y los miembros más reaccionarios del colegio de psiquíatras ("la doble personalidad no es aceptada por la psicología japonesa", dice uno).

A partir de aquí, HYPNOSIS deambula por una serie de pistas falsas poco convincentes, nuevas conjeturas bastante simplistas, giros en la historia demasiado forzados o la inclusión de nuevos sospechosos que resulta poco coherente. Jissoji es descartado como sospechoso principal mientras que otro con el apodo de ratón hace su aparición. Y no nos olvidemos de una dramatización bastante cursi de la relación entre Saga y Yuka, cuando éste se compadece de la situación de Yuka a la que trata de ayudar. El caso de ésta se hace mucho más ¿interesante? cuando descubrimos que posee otra nueva personalidad. Esta se trata de la calentorra Rieko llevando un vestido rojo y un parche en el ojo bastante fetichista que de alguna manera compensa por la interpretación irritante que Miho Kanno hace de la extraterrestre. Este nuevo desdoblamiento de personalidad es una buena excusa para que Saga se la lleve a la cama. Yuka es demasiado virginal e inocente mientras que la extraterrestre demasiado estúpida.

La puesta en escena es bastante pobre y comparaciones con otras películas (SEVEN, RING) son innumerables. De hecho, desde que Sadako hizo acto de presencia en la escena del terror japonés parece que otras muchas producciones necesitan la incorporación de un personaje femenino vistiendo un camisón de algodón blanco. Por momentos incluso da un poco de vergüenza seguir la historia ya que HYPNOSIS hace uso de trucos demasiados usados como intercalar ciertas imágenes gores con otras de comida (como poner ketchup en una hamburguesa que casi suena como un pedo o el freír de un filete de cerdo acompañado de un huevo frito). Lo más peculiar de HYPNOSIS es que, aunque su historia esté basada en una novela, el guión parece haberse escrito a medida que se iba rodando. La falta de continuadad y fluidez en la historia no se debe a que estamos ante una película de arte y ensayo. Esto no es intencionado, simplemente que estamos ante un director, Masayuki Ochiai (PARADISE EVE y el capítulo ONE SNOWY NIGHT de TALES OF THE UNUSUAL), de poco talento, intentando aprovecharse del éxito de otras producciones mejores del género. Que HYPNOSIS haya sido el segundo filme editado por Artsmagic es algo que no llego a comprender. Bueno sí, otra manera de sacar dinero vendiendo gato por liebre a aficionados del cine terror japonés. Algunos han clasificado el desenlace, el cual se adentra en el mundo de lo paranormal, de problemático de entender lo que es no cierto, simplemente es estúpido.

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©Joaquín da Silva, 2003