Jam Films
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Año:
(2002)
Directores:
Ryuhei Kitamura
Tetuso Shinohara
Joji Iida
Rokuro Mochizuki
Yukihiko Tsutsumi
Isao Yukisada
Shunji Iwai
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Irregular colección de cortos por parte de algunos de los directores japoneses más prometedores del momento. Prometedores en parte ya que Shunji Iwai (ALL ABOUT LILY CHOU CHOU, Joji Iida (RASEN ya son realizadores bien establecidos dentro del panorama del cine japonés y ciertamente Ryuhei Kitamura y Isao Yukisada (director de GO) van camino de serlo. No en vano Joji Iida y Ryuhei Kitamura fueron los encargados de realizar dos de las producciones más caras del año pasado: AZUMI y DRAGON HEAD basados, como no, en mangas muy populares, aunque con resultados bastante pobres.
No obstante Kitamura, aun cuando su reputación ha aumentado en los últimos 3 años, y de hecho ha sido seleccionado con el honor de dirigir la, aparentemente, última película de GODZILLA, da la impresión de que todavía continuara realizando trabajos de fin de graduación: visualmente interesantes e innovadores pero con historias poco originales y substanciales. VERSUS, ALIVE y ARAGAMI son una clara muestra de la superficialidad de los guiones de este realizador.
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THE MESSENGER, título de su aportación a JAM FILMS y primero de los cortos de la colección, sigue las mismas pautas de proyecto de universidad de la que hacen galan sus otros trabajos. La mensajera del título es una extraña mujer vestida de negro y luciendo un tatuaje en el cuello encargada de comunicar la defunción de aquellas personas a las que visita, las cuales no se han percatado de que ya no se encuentran entre los vivos.
En COLD SLEEP, tercero de los cortos, Joji Iida produce para mi gusto y de todos los trabajos que he visto por él (RASEN, ANOTHER HEAVEN y DRAGONHEAD) su trabajo más interesante y entretenido. Iida presenta una vez más una visión apocalíptica del mundo. Sin embargo, en COLD SLEEP, el director se despoja de cualquier tipo de pretenciosad filosófica postmodernista asociada con los largometrajes mencionados, para injectarle unas buenas dosis de humor picante. COLD SLEEP cuenta la historia del matemático Fujio, quien forma parte de un equipo de científicos enviados a un planeta a 20 años luz de una tierra al borde de la destrucción para investigar la posibilidad de vida en aquel planeta.
El último de los cortos pertenece al más conocido de los directores, Shunji Iwai, cineasta con pronunciados altibajos en su carrera. Con ARITA, Iwai confirma de nuevo su posición como la voz de la juventud alienada de Japón en busca de contacto con otros jóvenes que compartan sus gustos y afinidades. Sin embargo, los personajes de Iwai son iguales que sus películas: o compartes sus problemas o los odias a muerte. El estilo de Iwai podría resultar empalagoso, irritante y por momentos pretencioso. Ciertamente Iwai se regocija en su dominio de trucos estilísticos y se autocomplace con sus peculiares tramas narrativas. Arita es el nombre que una joven de 22 años le da a un dibujo que ha aparecido en todos sus papeles, libros y documentos desde que era pequeña. Tras creer que es algo que le pasa a todo el mundo, la chica trata de descubrir la verdadera identidad de Arita y en su intento se encuentra con alguien que ha creado una página web sobre el tema.
Mucho más interesantes son los trabajos de los directores, en un principio, menos conocidos.
El segundo de los cortos lleva el título de KENDAMA (un juguete tradicional japonés) y está dirigido por Tetsuo Shinohara. En tono de comedia ligera, cuenta la historia, quizá un tanto predecible, de Akio, quien en su camino de vuelta de la compra de unas cebollas se tropieza con una mujer y se intercambian accidentalmente las bolsas de papel. Cuando regresa a casa y abre la bolsa encuentra un kendama y dentro de éste un pequeño mapa que lo llevará a la ubicación de un par de billetes de viaje para Australia.
El cuarto de los cortos, PANDORA-HONG KONG LEG, dirigido por Rokuro Mochizuki es un fascinante y bizarro relato sobre Mayuko y su pequeño secreto: pies de atleta. Un buen día Mayuko conoce a un médico chino, interpretado por el siempre brillante Akaji Maro, quien posee un remedio eficaz para la cura de su pequeño secreto. El médico la lleva a un teatro abandonado, la hace sentarse en un silla y le dice que introduzca sus pies en una caja en frente suya. Aquí dará comienzo no sólo a la cura de su enfermedad pero también a una experiencia sexual un tanto peculiar.
El siguiente corto, HIJIKI (un plato consistente principalmente de algas con habas de soja, tofu y zanahorias fritas) es incluso más surrealista. Acorrolado por la policía, un hombre tiene secuestras a tres mujeres en la habitación de un piso mientras estaban comiendo hijiki. Intentado buscar cierto apoyo por parte de las mujeres, el joven les cuenta su historia pero la reacción que obtiene es una de indeferencia y reproche. Éstas finalmente le piden que coma hijiki, el cual odia, provocando la ira de la mayor de las mujeres.
JUSTICE es un divertidísimo corto centrado en una de esas obsesiones tan peculiares que tiene la populación masculina japonesa: colegialas en burumas (bloomers, pantalones cortos y elásticos de deporte muy ajustados). Mientras que su profesor de inglés recita las condiciones de la rendición japonesa tras su derrota en la segunda mundial, Hideki Tojo (Satoshi Tsumabuki, curiosamente Hideki Tojo también era el nombre del primer ministro japonés durante el final de la segunda guerra mundial, juzgado y ejecutado por crímenes de guerra en el famoso juicio de Tokio) se pasa la clase observando las chicas en su burumas practicando el salto de vallas y contando las veces que las chicas se ajustan sus ceñidos pantalones cortos de color rojo y azul. El corto está claramente inspirado en el manga japonés más cachondo donde incluso el protagonista sangra por la nariz cuando se excita.
©Joaquín da Silva, 2004