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Maison de Himiko

Año:
(2005)
Director:
Isshin Inudo
Intérpretes:
Ko Shibasaki
Jo Odagiri
Min Tanaka
Torauemon Utazawa
Kira Aoyama
Hirokazu Inoue
Junkyu Moriyama
Hiroki Murakami
Hidetoshi Nishijima
Shinichi Yanagisawa

Saori (Ko Shibasaki) es una joven de 24 años llevando una vida no demasiado excitante. Endeuda hasta el cuello tras haber pagado por el tratamiento médico de su madre, fallecida hace tres años, Saori trata de llegar a fin de mes trabajando de oficinista en una compañía de pinturas y de dependienta en un combini (tienda 24 horas). Cuando ya casi está decidida a probar suerte en un hostess bar (club de alterne) para sacar más dinero, un día de lluvia, Saori recibe la visita de un joven apuesto de nombre Haruhiko (Jo Odagiri). Haruhiko no es otro que el amante de su padre homosexual, Himiko (Min Tanaka), a quien no ha visto desde hace años. Himiko había abandonado a su madre y a ella cuando era pequeña, algo que no todavía no le puede perdonar, para convertirse en toda un personalidad de la escena gay de Roppongi (Tokio) donde era propietario de un bar de copas. Ahora Himiko regenta una residencia, La Maison de Himiko del título, para homosexuales retirados. Haruhiko le informa que su padre está muriendo de cáncer y la residencia corre el riesgo de irse al garete. Harukiko le pide que trabaje en la residencia al menos un día a la semana y para ello le ofrece un salario bastante tentador, además de soltar una indirecta acerca de una posible herencia de Himiko. Saori, acosada por las deudas, acepta la oferta. No obstante, de mentalidad más bien conservadora y todavía rencorosa por la huida de su padre, no puede ocultar su disgusto ante la vida hedonista de este grupo homosexuales alegres y acogedores.

MAISON DE HIMIKO está basada en la historia real de una residencia para homosexuales fundada en Manila y está dirigida por Isshin Inudo, quien este año ha visto otros dos de sus trabajos estrenados en el cine (INU NO EIGA y TOUCH). Películas sobre homosexuales no es un tópico que se vea mucho en el actual cine japonés y, aunque existe una gran variedad de los llamados tarentos y cantantes gay en Japón, su posición en la sociedad japonesa es mirada de reojo. MAISON DE HIMIKO es un largometraje de enorme potencial cómico, afrontando temas más serios por el medio, que, no obstante, no aporta demasiado nuevo a la percepción con la que uno ha sido presentado del mundo gay proyectada por diversas películas. Como dato informativo, algunas de las mejores películas japonesas recientes sobre el mundo gay han sido dirigidas por Ryosuke Hashiguchi. Películas tales como NAGISA NO SHINDOBADO (en inglés Like Grains of Sand), extraordinaria primera hora pero con un final demasiado aclaratorio, y HUSH, excelente diálogo y con la actriz Reiko Kataoka en un papel similar al de Saori.

MAISON DE HIMIKO, de nuevo, muestra una imagen del homosexual como una gente dicharachera, educada, sensitiva y con un gusto refinado por la ropa y conocedor de la buena comida y del buen vino, pero aun así con problemas de aceptación, aislados de su entorno social y de sus familias. Estas duras realidades a las que se tienen que enfrentar son, sin embargo, pasadas por un especie de filtro embellecedor que difuminan la verdadera situación que padecen. Sólo la impresionante interpretación del elenco de actores en los papeles del grupo gay, en especial Ruby (Torauemon Utazawa) y Himiko, salvan a estos personajes de caer en mera caricatura y superficialidad.

Mucho más interesante es el personaje de Saori. Ko Shibasaki es inconmensurable en este papel, quizá su mejor interpretación hasta el momento, y el motivo principal por el que uno debería ver este largometraje. Personalmente, no soy un gran aficionado de la nueva hornada de actrices jóvenes japonesas. Éstas, incluso en las más miserables de las circunstancias, siempre se las arreglan para aparecer monas, adorables, a la última moda y siempre con un toque de ennui pretencioso. Shibasaki, sin embargo, echa por la borda su imagen de ídolo juvenil y sufre una transformación radical de chica kawaii (mona) a chica busu (cardo borriquero). Sin maquillaje, hosca, con cara de mala hostia todo el tiempo, encorvada y con el cuello enterrado en sus hombros, incapaz de amar y ser amada, viviendo una vida miserable sin ningún tipo de diversión y con un futuro no demasiado esperanzador, Shibasaki es un pozo de rencor, soledad, deseos insatisfechos, odio y falta de auto estima (en un entrevista reciente Shibasaki comentaba que de hecho ella misma es un poco antisocial). No es una sorpresa que el enfoque de su personaje sea más serio y convincente que el resto de los personajes. A pesar de que Saori comparte algunos de sus problemas personales con el grupo de gays, la diferencia es que ellos tienen a Himiko y a su residencia, intentan disfrutar de la vida al máximo y aparecen sexualmente excitables, mientras que ella no tiene a nadie y se tiene que conformar con seguir la evolución de los devaneos sentimentales entre su compañera de trabajo y el jefe de la compañía de pinturas (Hidetoshi Nishijima, KANARIA).

Con los parámetros narrativos expuestos al comienzo de esta reseña uno no va a encontrar grandes sorpresas a la hora de adivinar el desarrollo de la trama. Uno puede ciertamente esperar un cambio de actitud en la persona de Saori, quien poco a poco se ablanda ante el encanto de los huéspedes de Maison de Himiko, en especial Ruby, y una especie de reconciliación entre padre e hija, muy contenida eso sí, que produce uno de los platos fuertes del filme con un diálogo final en el que Himiko, en una intepretación a lo diva memorable, termina regañándola: "que burra eres haciendo preguntas". Igualmente, en varios momentos MAISON DE HIMIKO consigue crear un casi perfecto balance entre lo dramático y lo cómico, balance cuyo máximo exponente es la combinación de la inexpresividad del rostro y la figura encorvada de Saori y las excentricidades y chiquilladas de la loca de Ruby, como una escena cachondísima en la que Saori le enseña a Ruby los pases de baile de la banda sonora de un manga a lo Cutie Honey.

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©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 3/12/2005