(2005) Título inglés:When the Show Tent Came to My TownDirector:Yoshihiro FukagawaIntérpretes:Tatsuya SuzukiMao Ono Rena Masuda Nene Otsuka Go Riju Tomorowo Taguchi Erika Mabuchi Tokuma Nishioka Daigo Araki Hirono Takeru Wakana Hagiwara Masahiro Togo |
Aira Ota (Tatsuya Suzuki) es un chico de 10 años bastante crédulo, con una imaginación desbordante y una curiosidad insaciable. Cuando a su pueblo en la prefectura de Ibaraki llega una feria ambulante exhibiendo a una chica lobo (la OKAMI SHOJO del título), Akira no podrá resistirse a las maravillas que encierra la carpa de las que habla el jefe de ceremonias (Tomorowo Taguchi) del espéctaculo. Al mismo tiempo que esto ocurre una nueva estudiante Rumiko Tezuka (Mao Ono) se une a la clase de Akira. Ésta rescata a Akira de los abusos del grandullón Koichi (Daigo Araki) y sus compinches. Chicos y chicas inmediatamente quedan prendados de la belleza, inteligencia y sentido de la justicia de la nueva compañera de clase. Con la llegada del espectáculo ambulante al pueblo, Koichi y compañía comienzan a molestar a Hideko Kumuro (Rena Masuda), a quien toman por la chica lobo a causa de su aspecto desaliñado y cara sucia. Yoshihiro Fukagawa ha sido descrito por algunos críticos como una de las grandes promesas del cine japonés. Su carrera hasta el momento ha recibido una atención especial galardonada con varios premios. GIANT NAKIMUSHI (Giant Crybaby) y JITENSHA TO HIGH HEELS (Bicycle and High Heels), por ejemplo, fueron dos trabajos nominados para competir en el Pia Film Festival del 2000 y 2001 respectivamente, aunque no premiados como se cita en otras páginas web. El segundo se convirtió en un "late show" de éxito sorprendente al año siguiente. Esta cinta y la posterior SHITEN SHONEN muestran el interés del director por el mundo de los niños que se materializa en su primer largometraje cinematográfico OKAMI SHOJO (When the Show Tent Came to My Town). OKAMI SHOJO no es la ópera prima de un genio ni mucho menos. Bien es cierto que es un largometraje sobre niños para adultos, bien realizada y con encanto suficiente, pero que quizá ha tomado una relevancia más destacada por su estilo a contracorriente del actual estado del cine japonés. En OKAMI SHOJO las realidades del mundo de los niños del pueblo se entremezclan con un mundo imaginario de monstruos fantásticos, apariencias y deseos. Esta mezcla de realismo, sazonadas con elementos cómicos, y fantasía se desenvuelve en un marcado low-key narrativo que no da rienda suelta a ningún tipo de trucos visuales o de maquillaje o influencia del manga. El evidente timo de las atracciones de la feria ambulante, la cutrería del espectáculo sirven inicialmente para subrayar la aguda imaginación e ingenuidad de Akira y de los niños en general. El acoso escolar, tan institucionalizado se encuentra en Japón, forma una parte importante de la vida del escolar, con chinchetas dejadas en las zapatillas usadas dentro del colegio como un ejemplo tan sencillo como cruel que todo japonés podría atestiguar. En mi experiencia en las aulas japonesas el acoso escolar es generalmente ejercido de forma física por parte de los niños y de forma psíquica por parte de las niñas. Si la expresión más utilizada entre los jóvenes japoneses tiene que ser a buen seguro "kawaii" (qué mono, qué bonito), la segunda podría ser "kimochi warui" o su contracción "kimoi" (qué asco). Si bien importante el acoso escolar no es el tema principal del largometraje. Mentiras, pobreza familiar económica y física, traiciones, pero también amistad, compasión y entendimiento son temas que confluyen sin pretensiones y excesos melodramáticos excepto cuando el largometraje se aproxima a su recta final. Aunque la historia transcurre en los años setenta apenas se percibe ningún tipo de nostalgia por una época pérdida que tan en boga está en estos momentos con una sobreproducción de trabajos emplazados en la era Showa. Las varias puestas de sol que aparecen son muy diferentes de las que transcurren en el barrio tres de ALWAYS: SAN-CHOME NO YUHI. La ambientación es buena pero tengo mis dudas sobre si por los años setenta todavía existían ese tipo de espectáculos ambulantes presentando figuras míticas de la cultura popular como niñas lobo, Rokurokubi o KUCHISAKE, cuyo encuentro fortuito con Akira alimentará aún más la curiosidad del pequeño por ver la niña lobo con sus propios ojos. Estos espectáculos recuerdan al manga de Suehiro Maruo SHOJO TSUBAKI (Midori: La niña de las Camelias) exceptuando el ero-guro de este último. Director Yoshihiro Fukagawa parece manejar mucho mejor los problemas a los que se enfrentan los niños que los de los adultos que aparecen como pura retórica narrativa. A pesar de que las peleas cotidianas entre los padres de Akira claramente influyen al pequeño, el giro dramático que provocan me parece facilón y bastante forzado. Los actores implicados en estas escenas (Nene Otsuka, madre Go Riju, padre) tampoco parecen tomárselo demasiado en serio. La mejor interpretación del reparto corre a cargo de la joven actriz Mao Ono aunque su personaje es un tanto inverosímil y previsible. Mi gusto personal se inclina por personajes periféricos mucho más corrientes como Koichi (Daigo Araki), el bruto de la clase, Masashi (Hirono Takeru), amigo de Akira con un rostro simplón de lo más tierno, el gordiflón Toru (Masahiro Togo), cabeza de turco para todo, o Satomi (Wakana Hagiwara), la intrigante y manipuladora de la clase. |