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OUT

Año:
2002
Director:
Hideyuki Hirayama
Intérpretes:
Mikiko Harado
Mitsuko Baisho
Shigeru Muroi
Naomi Nishida
Teruyuki Kagawa
Noriko Sengoku
Nao Omori

Masao (Mikiko Harada), Yoshie (Mitsuko Baisho), Kuniko (Shigeru Muroi) y Yayoi (Naomi Nishida, quien interpreta a Shizue en THE HAPPINESS OF THE KATAKURIS) son compañeras de trabajo en una fábrica empaquedadora de almuerzos. Aunque se conocen desde hace tiempo, su amistad es bastante superficial y está más bien regida por el hecho de que Masao presta dinero a todas ellas y a otras trabajadoras. Cuando Yayoi decide matar a su violento marido (interpretado por Nao Omori, protagonista en ICHI THE KILLER), las otras tres se ven forzadas a descuartizar y deshacerse del cuerpo. La corta de Kuniko, simplemente tira las bolsas conteniendo los miembros del cadáver en un cementerio, las cuales llaman la atención de la policía. Un prestamista da con las mujeres y les propone trabajar juntos para los yakuza para deshacerse de sus fiambres.

OUT fue escogida para representar a Japón en los Oscars de este año, aunque no fue seleccionada para la fase final. Una buena apuesta ya que OUT es una muy interesante y entretenida película de un director, Hideyuki Hirayama, cuya carrera ha cosechado un buen número de éxitos de taquilla, en especial sus tres entregas de GAKKO NO KAIDAN (Historia Sobrenatural del Colegio) y de crítica (BEGGING FOR LOVE fue elegido como el mejor largometraje del año 1998 por la academia de cine japonesa).

Uno de los mayores logros de Hirayama en OUT es combinar lo comercial (OUT, de hecho está basada en un betseller del mismo título de la famosa escritora de crimen y misterio Kirino Natsuo, quien fue galardonada con el prestigioso premio Edogawa Ranpo en 1993 por su primera novela Hoho Ni Kakaru Ame, [Lluvia cayendo en las mejillas]. Publicada en 1997, Out ha vendido hasta el momento más de 300.000 copias) con lo artístico, el saber satisfacer a un público variado con una película que supone un buena mezcla de diferentes géneros, como la comedia negra o el drama social, y a su vez sorprender, con momentos en los que juega con las expectativas de la audiencia, ofreciendo destellos de originalidad. Hirayama, como me confesaba en una conversación que tuve con él durante el Far East Film Festival 2003, tiene muy en mente el entretener al público en general. Ésto quizá limite un poco el nivel de originalidad del cual, estoy seguro, el director es capaz de deleitarnos.

Mención especial se merece el guión, el cual llevó dos años en gestación, que, a partir de una premisa un tanto efectista, se transforma en una historia muy detallista y humana sobre el propósito de la vida. La ubicación de los personajes en un específico marco social, añade un interés extra a la historia y le da un mayor peso a la caracterización y profundidad de los personajes. Las cuatro mujeres representan diferentes clases de problemas sociales que ejemplifican el Japón de la recesión económica: desempleo, falta de comunicación en la familia, el cuidado de los ancianos, quienes representan un buen porcentaje de la población del país, la violencia doméstica, el consumismo patológico, las profileración de compañías de préstamos con intereses desorbitantes, etc. Hirayama admitía que es un poco travieso. Así, el director evita cualquier tipo de final sacarino o de resolución fácil. La violencia extrema que aparece en un par de ocasiones sirve para devolvernos a la dura vida real cotidiana y sorprenderá a aquellos que sólo estén buscando un entretenimiento ligero.

El elenco de actrices es excepcional, en especial Mitsuko Baisho (musa de de Shohei Imamura) y Mikiko Harada, las más cuerdas del grupo, en claro contraste con la exagerada, casi neurótica interpretación de Shigeru Muroi y Naomi Nishida, quienes proporcionan la comedia más bufona del film. Como curiosidad, cabe resaltar la presencia de la veterana actriz Noriko Sengoku, interpretando a la suegra de Yoshie, quien había aparecido en numerosos trabajos de Akira Kurosawa entre ellos, DRUNKEN ANGEL (1948), STRAY DOG (1949), SEVEN SAMURAI (1954) o RECORD OF A LIVING BEING (1955).

El director también confesaba su admiración por Imamura, entre otros directores. De alguna manera ésto se puede comprobar en su interés por personajes femeninos y su intención de representar una mujer japonesa fuerte. Estas mujeres están lejos de ser modelos perfectos. Por lo general, son egoístas, avariciosas y manipulativas. Aun así, forman el motor de Japón. Por otro lado, los personajes masculinos son débiles, dándose por vencido fácilmente, mientras que las mujeres continúan la lucha por la supervivencia a toda costa.

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©Joaquín da Silva, 2003