Título en inglés:Double Suicide ElegyAño:(2005)Director:Toru KameiIntérpretes:Sayuri OyamadaHidekazu Mashima Yuko Nakamura Kosuke Toyohara Kyusaku Shimada |
![]() Kyoko Mizoguchi (Sayuri Oyamada, BRIGHT FUTURE) es una mujer casada frustrada con su vida. Una noche de regreso a casa, a la salida de la estación de tren se ensaña con un pobre mendigo, a quien ha encontrado de casualidad durmiendo bajo unos cartones, golpeándolo hasta la muerte. Al día siguiente, en la agencia inmobiliaria donde trabaja recibe la visita de Bandai Nakata (Hidekazu Mashima). Cuando le está enseñando un piso, Bandai intenta abusar de ella, pero ésta consigue impedirlo. No obstante, Bandai no se da por vencido y le pide a Kyoko que se reúnan en ese mismo piso durante dos horas después del trabajo. Kyoko acepta la propuesta y poco a poco ambos comienzan a planear un suicidio doble. Mientras tanto, el marido de Kyoko (Kosuke Toyohara) hará todo lo posible para ignorar los panfletos y mensajes de móvil pornográficos con la foto de su mujer que recibe constantemente y, por su lado, la esposa de Bandai (Yuko Nakamura) hará todo lo posible para poner al descubierto su lío amoroso. Historias de japoneses conociéndose en blogs y acordando un suicidio en grupo (conocidos como pactos de la muerte) han sido noticia recientemente. El primero de este tipo de suicidios concertados a través de la internet que se conoce tuvo lugar en octubre del año 2000, cuando seis personas encerradas en un coche murieron al inhalar monóxido de carbono producido por braseros de carbón (método que también utilizan los protagonistas de SHINJU ELEGY). |
Así, no están muy claros los motivos de Kyoko por suicidarse aparte de su incapacidad por huir de su pasado y por la extraña sensación de que su cuerpo poco a poco se esté llenando de pus. Kyoko habla en términos que ni siquiera el propio Bandai es capaz de entender. Ella representa a la perfección la imposibilidad de obtener un equilibrio mental y llegar a estimar el valor de la vida. Bandai también comparte estas dos características aunque su tendencia suicida esté mejor justificada debido a su trabajo de abogado a las órdenes de yakuzas y su vida de casado con la maniática de su mujer quien le regaña por cosas como mover nerviosamente las rodillas mientras cenan porque levanta el polvo de la casa. Curiosamente este tic, conocido en Japón como bimbo yusuri, es compartido por Kyoko así como la manía que tienen por doblar hojas de papel.
De momento parece que no doy la impresión de que me haya gustado el largometraje, lo que está muy lejos de la realidad.
De hecho me ha parecido uno de los mejores filmes japoneses que he visto este año y Toru Kamei un director al que hay que seguir como mucho atención en el futuro. SHINJU ELEGY representó para el realizador su primer trabajo cinematográfico (a principios de año se estrenaba su segundo trabajo RAKUEN NAGASARETE, titulado en inglés Paradise) y significó el inicio de su madurez como realizador tras su etapa en el pinku eiga (ver reseña de su anterior trabajo QUESTION). Etapa de la que no renegado. SHINJU ELEGY podría entrar fácilmente dentro del género erótico con tonos de drama y comedia negra. Si anteriormente hablábamos del desequilibrio mental de la protagonista, la manera en que Kamei dirige el largometraje es todo lo opuesto. Kamei obtiene un balance casi perfecto en la manera en que expone el tema del suicido. Kamei presenta a los protagonistas evitando compadecerse de ellos. A los intentos de suicidio de Kyoko y Bandai, Kamei les añade un tono cómico sin ridiculizarlos. En definitiva, el gran trabajo del director consiste en crear este balance entre lo dramático y lo cómico y entre lo trágico y romántico. Uno de los puntos más interesantes del largometraje es la estrecha relación amorosa que se crea entre Kyoko y Bandai en sus intentos por quitarse la vida. Kyoko y Bandai parecen estar invirtiendo el proceso de vivir para morir por morir para vivir.
De entre las memorables escenas que componen este fenomenal largometraje, merece destacar la que protagoniza Kyoko cuando está llorando en la ducha tras haber matado al mendigo. El inicial primer plano frontal de Kyoko da paso a un bellísimo plano medio de su espalda. Es una escena soberbia, completada por un cinematografía bañada en beige y una actuación de bandera de la actriz, quien logra mantener, sólo con sus lloros, la intensa carga emocional y la desesperación que acarrea en sus hombros. Mientras tanto a un lado de la pantalla aparece sobreimpuesto el título del largometraje puntuado por la maravillosa música de Ken Iijima.
Como curiosidad decir que el apartamento que Bandai alquila para sus encuentros con Kyoko es el mismo que se había utilizado en el filme QUESTION.