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Sugata Sanshiro

Año:
(1944)
Director:
Akira Kurosawa
Intérpretes:
Susumu Fujita
Denjiro Okochi
Takashi Shimura
Yukiko Todoroki
Yoshio Kosugi
Ryunosuke Tsukigata

Sugata Sanshiro (Susumu Fujita) se presenta en el club de fujitsu del maestro Monma Saburo. En ese momento los miembros de club y su maestro están planeando un ataque sorpresa contra Yano Shogoro (Denjiro Okochi), fundador de una nueva escuela de judo. Éste último, aún cuando se encuentra acorralado, consigue deshacerse de todos sus rivales, utilizando llaves de judo y mandándolos al canal que se encuentra a su espalda. Sugata, viendo el despliegue técnico del maestro Yano decide unirse a su escuela de judo. Después de un tiempo, Sugata ha conseguido aprender ciertas llaves de judo. Para Yano, lo que cuenta no es sólo fuerza y técnica, pero como saberlas utilizar. Uno debe actuar con un propósito u objetivo. Lo que Sugata necesita ahora es un entrenamiento espiritual.

SUGATA SANSHIRO es la primera película de Akira Kurosawa como director. Sin embargo, en su autobiografía, Kurosawa señala que películas como UMA (título en inglés Horse, 1941), donde Kurosawa trabajó como asistente del director, estaban casi bajo su completo control y que se sentía como su auténtico director. Por lo tanto no le parecía que fuera la primera vez que dirigía una película.

Y de alguna manera eso se puede percibir en SUGATA SANSHIRO, un trabajo que no da la impresión de haber sido realizado por un director debutante. Se podría decir que SUGATA SANSHIRO es un film de acción, pero que no se encuentra dentro del género samurai o jidai-geki. En este sentido, la influencia que este primer trabajo de Kurosawa ha tenido en filmes de acción posteriores es importante. Muy remarcable es el hecho de que Kurosawa consigue crear una película de acción sin recurrir a espadas u otro tipo de armas. En SUGATA SANSHIRO, uno ya puede identificar trazos del genio de Kurosawa, en cuanto a técnicas de montaje se refiere, para dar una electrificante sensación de velocidad y movimiento en las secuencias de judo. Más adelante, Kurosawa desarrollará estas técnicas en trabajos mucho más famosos como SEVEN SAMURAI, THRONE OF BLOOD o YOYIMBO.

Dos escenas son de obligada explicación. La primera ocurre al principio del largometraje, durante la pelea entre Yano, maestro de judo, y los miembros del club rival de jujitsu. La cámara realiza un movimiento lateral sobre los miembros del club de jujitsu, quienes uno a uno se van aproximando a Yano. Estos tracking de la cámara siempre terminan en Sugata, inmóvil, aislándolo del grupo. Las tomas de Yano, por su parte, son siempre estáticas, donde lo vemos esperando pacientemente por sus atacantes. Este contraste en tomas sugiere que la habilidad de Yano en la pelea es superior a la de sus atacantes, y que Yano posee un mayor control, tanto físico como mental, sobre sí mismo con respecto a los luchadores de jujitsu. De la misma manera, las tomas estáticas de Yano y Sugata sirven para crear un vínculo entre ellos. Mención especial merece el uso de sonido ambiental y musical, ¿porqué?, muy simple, por que no hay ninguno, con la excepción del chapoteo del agua cuando Yano manda a sus rivales al canal.

Lo que hace de esta escena tan brillante es su tranquilidad inicial, la cual explota en unos movimientos ultrarápidos por parte de Yano. Esta técnica se convertirá en una especialidad en el trabajo de Kurosawa. Tomar como ejemplo el duelo del maestro espadachín Kyozo en SEVEN SAMURAI, quien permanece estático todo el tiempo hasta que su oponente decide atacarle. En ese preciso momento, Kyozo, desenvaina su katana y mata a su oponente de un golpe. El líder de los samurai, Kambei (Takashi Shimura), le dice a su discípulo Katsushiro, que desde el principio ya sabía quien iba a ganar.

Continuando con la escena en SUGATA SANSHIRO, vemos a Sugata boquiabierto e inmediatamente le pide a Yano que lo acepte en su escuela de judo. Sugata, tras haberse deshecho de sus sandalias (geta), empieza a tirar del carrito donde iba montado Yano. Aquí la cámara se concentra en las sandalias. En una sucesión de tomas, vemos como las sandalias son pateadas por peatones, mordisqueadas por un cachorro, sufriendo las inclemencias de la lluvia y la nieve, clavadas en un verja y al final las vemos flotando en un río. Una nueva toma en primer plano nos muestra las sandalias continuando con su viaje en una especie de canal y al fondo, un grupo de gente bastante alborotada. El siguiente plano es una toma de grúa de una bocacalle donde vemos a Sugata peleándose con un grupo de gente. Todo apunta a que Sugata se ha convertido en un maestro del judo. No hemos seguido su entrenamiento, pero la maravillosa secuencia de las sandalias nos ha proveído con una metáfora de este logro, representando el paso del tiempo y el duro y penoso entrenamiento que su Sugata ha padecido. Aunque ha llegado a dominar las técnicas del judo, no ha conseguido alcanzar el nivel del maestro Yano, faltándole su serenidad y aplomo. La manera en que Sugata lucha es parecida a la de los miembros del club de jujitsu. Como Yano le dice, en la siguiente escena emplazada en el templo budista donde residen, Sugata es incapaz de controlar sus emociones. Yano cree que Sugata es mucho más fuerte físicamente que él mismo, pero no espiritualmente.

La siguiente secuencia que me gustaría comentar ocurre al final de SUGATA SANSHIRO. Sugata se encuentra cenando con Hansuke Murai, interpretado por el actor comodín Takashi Shimura, a quien Sugata había vencido en un combate previo (en otra soberbia secuencia realizada por el maestro japonés), y su hija Sayo (Yukiko Todoroki), quien está enamorada de Sugata. La cena es interrumpida por la llegada de Gennosuke Higaki (Ryunosuke Tsukigata), un luchador de jujitsu a quien le gusta vestir ropas de dandy inglés y fumar cigarrillos. Gennosuke reta a Sugata a un duelo a muerte. La aparición de Higaki está acompañada del sonido del viento. El viento sirve como metáfora de la amenaza de occidente. Kurosawa volverá a usar este motivo en YOJIMBO, con la llegada al pueblo del personaje interpretado por Tatsuya Nakadai, quien aparece empuñando un revólver (un símbolo del poder occidental). Ésta es la única sugerencia que la película hace sobre la guerra que Japón estaba librando (y perdiendo) en aquellos momentos. La película se traslada a la colina de un montaña donde el duelo está teniendo lugar. El viento todavía sigue soplando. Gennosuke está consiguiendo estrangular a Sugata, quien con la mirada en el cielo ve las nubes pasar a toda velocidad. Una de estas se parece a una flor de loto que había visto con anterioridad, recobra energía y derriba a Gennosuke.

Lo que nos lleva al siguiente tema: SUGATA SANSHIRO como cine de propapaganda. SUGATA SANSHIRO está basada en la famosa novela de Tsuneo Tomita, la cual, es a su vez, una narración ficticia de la vida de Shiro Saigo (Sugata Sanshiro en la película de Kurosawa), alumno del fundador de la escuela Kodokan de judo, Jigoro Kano (Yano Shogoro). El ministerio de información japonés creyó apropiado la adaptación de la susodicha novela por su énfasis en la educación espiritual del personaje principal, resaltando su preparación y voluntad para morir, una cualidad imprescindible en un momento en que a Japón no le estaban saliendo muy bien las cosas. De todas maneras, parece ser que Kurosawa necesitó de la ayuda del director Yazujiro Ozu para que el largometraje se pasara sin ningún corte. Volviendo a la secuencia donde Yano regaña a Sugata por no saber como usar su judo. Yano termina por decirle que odiar y atacar no es el camino a seguir, sino lealtad y amor, y sólo cuando uno ha comprendido ésto es cuando puede enfrentarse a la muerte. Sugata responde que no tiene miedo a morir y salta en el estanque del templo donde permanece toda la noche agarrado a un poste. Al amanecer, justo enfrente de él, ve como una flor de loto se abre. Sugata de pronto ha descubierto el significado de las palabras de su maestro y sale del estanque. Las conexiones budistas son evidentes pero lo más destacable aquí es que ahora, Sugata, una vez que ha logrado descifrar el sentido de la lealtad y el amor, está preparado para morir. Prepararse para morir y el énfasis en una muerte honorable son algunas de las características del código del samurai o bushido, las cuales fueron apropiados a su vez del budismo Zen, sobre la sumisa y tranquila aceptación de la muerte. La diferencia entre samurais y monjes budistas es clara. Esta aceptación de la muerte por parte de los samurais se centra en el campo de batalla, y poseía un mayor romanticismo y atractivo para los pilotos kamizaki durante la segunda guerra mundial, en vez de la más mundana buena disposición de los monjes al morir de viejos.

Uno de los atractivos de SUGATA SANSHIRO, de entre los muchos que tiene, es la presencia del actor Denjiro Okochi (1898-1962) en el papel de Yano Shogoro. Okochi fue una de las superestrellas del cine mudo japonés de acción (protagonista de las series de DIARY OF CHUJI'S TRAVELS [1927], dirigida por Daisuke Ito, y ahora consideraba como una de las obras maestras del cine nipón), al mismo nivel que la superestrella por antonomasia del periodo Tsumasaburo Bando.

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©Joaquín da Silva, 2003