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Sumo Do, Sumo Don't

Título original:
Shiko Funjatta
Año:
1992
Director:
Masayuki Suo
Intérpretes:
Masahiro Motoki
Misa Shimizu
Naoto Takenaka
Akira Emoto
Kaori Mizushima
Ritsuko Umemoto
Hiromasa Taguchi
Masaaki Takarai
Robert Hoffman (V)

En su último año en la universidad Shuhei Yamamoto (Masaki Motomo) parece tener, gracias a los contactos de su padre, la vida resuelta. Pero un día es llamado a la oficina del profesor Anayama (Akira Emoto) quien le comunica que, si bien su su hoja de asistencia es perfecta, nunca lo ha visto en sus clases. Anayama soborna a Yamamoto para que se una al club de sumo si quiere conseguir la licenciatura. Anayama, antiguo campeón de sumo de la escuela, ha visto como el club se ha ido desintegrando poco poco debido a la falta de interés por parte de los estudiantes, quienes prefieren jugar al béisbol, rubgy o fútbol. Sin un número mínimo de luchadores, el club sólo cuenta con uno, Aoki (Naoto Takenaka) quien en cuatro años todavía no ha ganado ningún combate, el equipo de sumo desaparecerá. Kawamura, interpretada por Misa Shimizu, actriz principal en los tres últimos trabajos de Shohei Imamura, se hará cargo de la administración del equipo. Entre ella y Yamamoto empiezan a reclutar (sobornar) a otros estudiantes para unirse al club: Tanaka (Hiromasa Taguchi), un gordo solitario no demasiado popular en la universidad; Haruo (Masaaki Takarai), hermano de Shuhei quien practica lucha libre vistiéndose de mujer con peluca y todo, y el estudiante británico (con acento americano) y jugador de rugby, Smiley (Robert Hoffman (V)), quien acepta la propuesta a cambio de comida y alojamiento.

Kawamura se encuentra preparando una tesis sobre la manipulación de los medios de comunicación y por lo tanto trata de conseguir que el equipo de sumo salga en la tele. La voluminosa Masako Mamiya (Umemoto Ritsuko), quien como Takana también sufre las burlas de otros estudiantes, queda prendada de Haruo y se ofrece a limpiar y cocinar para los miembros del equipo.

SUMO DO, SUMO DON'T obtuvo un éxito enorme de taquilla en Japón en 1992. Está dirigida por Masayuki Suo, quien más tarde realizaría la popular SHALL WE DANCE?, la cual acaparía 13 premios de la academia japonesa de cine en 1996 y se convirtiría en una de las películas extranjeras más taquilleras en los Estados Unidos. SUMO DO, SUMO DON'T por su parte ganó 5 premios de la academia, entre ellos el de mejor película. Como curiosidad 1992 experimentó un "boom" masivo de popularidad por el sumo. En el campo profesional de este deporte los hermanos Waka-Taka (Wakanohana y Takanohana, la única pareja de hermanos en convertirse en yokozuna, el nivel más alto de un luchador de sumo. Por cierto que a principios de este año Takanohana se retiró del ring) se convirtieron en ídolos nacionales atrayendo a nuevas audiencias, especialmente mujeres jóvenes.

SUMO DO, SUMO DON'T sigue, en muchos aspectos, el molde narrativo de las comedias tradicionales de Hollywood (el logro de un objetivo siendo el motor de la trama argumental donde un grupo de personajes bastante peculiares, por lo general marginados y estereotípicos, con una apariencia física que sirve para generar la mayor parte de las bromas en el guión, al final acaban uniéndose para trabajar juntos y lograr el objetivo planteado inicialmente). Pero a diferencia de la comedias americanas, SSUMO DO, SUMO DON'T contiene momentos de sincera humanidad y muy conmovedores que manan de los personajes (especialmente de Masako) sin caer en el sentimentalismo. Uno de los temas que predominan en la película es el del amor no correspondido (entre Kawamura y Haruo y hasta cierto punto entre Masako y Haruo), por lo se prescinde de las típicas y tópicas escenas de besos con las que culminan este tipo de historias. Y por supuesto hay que reseñar ciertas escenas cómicas que rayan en lo escatológico.

De algún modo el largometraje también funciona como una comedia social por su mirada crítica a la sociedad japonesa contemporánea. El caso de Shuhei es un buen ejemplo. Como dato ilustrativo hay que decir que la etapa más dura en la vida del estudiante japonés es el periodo precedente a su ingreso en la universidad. De esta manera los exámenes de selectividad para la misma son conocidos popularmente como "exámenes del infierno" (Juken jigoku). Una vez que los estudiantes acceden a la universidad la mayoría, como Shuhei, de ellos se toman su carrera como si de unas vacaciones se tratase antes de entrar en el mercado laboral.
Igualmente, Smiley, pone de relieve las inconsistencias de la cultura japonesa: la flexible actitud (o superficialidad) de los japoneses hacia la religión y su falta de profundización en ciertos temas. Así, éste le pregunta a los miembros del club porque una universidad cristiana como la suya tiene estatuas de dioses Shinto (kami) en el ring de entrenamiento (dohyo). La ignorancia de Aoki (interpretado por el casi siempre interesante Naoto Takenaka (AGITATOR) y Shuhei en la práctica del sumo se pone de manifiesto cuando intentan convencer a Smiley de la necesidad de vestir un mawashi (el taparrabos que visten los luchadores de sumo), al que todo el mundo continuamente lo refieren como eso taparrabos, enojando a Aoki.

Las bromas, aunque escatológicas, no están fuera de contexto y de hecho sirven para aclarar ciertas peculiaridades del sumo. Por ejemplo, ¿cómo se las arregla uno para orinar cuando lleva puesto el mawashi?. O en la escena en la que los mawashi se mezclan y el grupo no reconoce cuál es el suyo propio y Aoki les hace saber que los mawashi nunca se lavan. Más escatológico todavía son los ataques de diarrea que le entran a Aoki antes de cada combate, lo cual sirve como vehículo para demostrar las grandes dotes de comediante del mencionado Takenaka.

Hay ciertas interesantes desviaciones de las convenciones del género de la comedia. Por ejemplo la típica historia de amor entre el héroe, Shuhei, y la heroína, Kawamura, nunca se materializa dentro del espacio temporal del film. Al final de la misma se sugiere que algo podría estar a punto de comenzar, pero esto parece poco probable, ya que, como Kawamura le había dicho a Haruo, ésta no está interesada en ningún tipo de relación sentimental. Es importante anotar que la última mirada de Shuhei, antes del combate definitivo, va dirigida a Masako. La obesa Masako, de hecho, se convierte en la heroína y fuente de inspiración para el resto del grupo cuando decide subirse al dohyo tras la lesión que sufre Haruo, de quien está enamorada. Esta decisión representa el punto más emotivo y conmovedor de todo el largometraje, así como el más provocador, y está interpretado de una forma brillantísima y sutil por parte de las actrices Misa Shimizu y Ritsuko Umemoto con el mínimo de diálogo. Esta decisión rompe con una de las reglas monolíticas del sumo, la de que ninguna mujer está permitida dentro del dohyo. De la misma manera, su coraje es un buen contraste con la actitud de Smiley, quien no quiere luchar vistiendo un mawashi (ya que no entiende porque tiene que llevar su culo al descubierto a la vista de todo el público) y por lo tanto pierde sus combates por incomparecencia en el ring. Masako nunca duda en salir al ring, aunque para ello se vea obligada a enseáar su cuerpo, su pechos de todas maneras ocultos tras un aparatoso vendaje. Es bastante curioso que una vez que Smiley decide ponerse el mawashi en el ring, todas sus peleas son filmadas justo por detrás suya, ofreciendo una buena panorámica de su trasero, lo cual funciona como una de las bromas más sutiles de la película.

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©Joaquín da Silva, 2003