Inicio ¦ Editorial ¦ Cine Japonés ¦ Cine Asiático ¦ Noticias ¦ News ¦ Cronología¦ Festivales ¦ Artículos ¦ Glosario ¦ Enlaces

Waterboys

Año:
(2001)
Director:
Shinobu Yaguchi
Intérpretes:
Satoshi Tsumabuki
Kaori Manabe
Hiroshi Tamaki
Akifumi Miura
Koen Kondo
Takatoshi Kaneko
Naoto Takenaka
Akira Emoto
Yu Tokui
Tetta Sugimoto

Suzuki (Satoshi Tsumabuki) es el único miembro del equipo de natación de su instituto. La llegada de la nueva instructora, la atractiva Sakuma (Kaori Manabe), provoca un renovado e inmediato interés por el deporte pero sólo hasta que las nuevas incorporaciones descubren que Sakuma desea crear un equipo de natación sincronizada. Esta confesión produce una estampida general, sólo quedando cinco miembros: Suzuki, Sato (Hiroshi Tamaki), fracasado jugador de baloncesto y con el pelo al estilo afro, el delgado Ohta (Akifumi Miura), el gordito y empollón Kanazawa (Koen Kondo), y el tímido y amanerado Saotome (Takatoshi Kaneko). Una vez formado el grupo se empiezan a hacer preparativos para el festival anual del colegio que se celebra después de las vacaciones de verano cuando Sakuma descubre que está embarazada y deja a los chicos plantados. Éstos reciben el apoyo de una pareja de travestís (Akira Emoto y Yu Tokui), quienes regentan un bar, y la de un amaestrador de delfines en un parque acuático (Naoto Takenaka).

Unos de los alicientes de WATERBOYS es, por extraño que parezca, que está basada en un hecho real. Inspirados por la cobertura televisiva del campeonato olímpico de natación sincronizada, a finales de los 80, los miembros del equipo de natación del instituto de la ciudad de Kawagoe en Saitama (cerca de Tokio), decidieron llevar a cabo sus propios números sincronizados, convirtiéndose en la mayor atracción del festival anual del instituto. Con el paso del tiempo, el equipo fue ganando en popularidad y sofisticación en sus números hasta tal punto que 20.000 personas acudieron a verlos en el festival del 2000.

La primera cosa que llama la atención tras ver WATERBOYS es sus similitudes con SUMO DO, SUMO DON'T. No en vano el proyecto fue concebido por el mismo equipo de productores que llevó a cabo esta última película así como SHALL WE DANCE?, una de las películas extranjeras de más éxito en los Estados Unidos. WATERBOYS y SUMO DO, SUMO DON'T nos presentan con dos deportes en horas bajas (natación el uno, sumo el otro) en dos centros de estudio y como el esfuerzo de un grupo de tipos raros ayudan a revitalizar su equipo respectivo. Más interesante todavía es el intercambio de roles sexuales en el deporte. La natación sincronizada está generalmente asociada con deportistas femeninas mientras que subir a un ring de sumo (dohyo) está vetado a las mujeres. WATERBOYS pertenece a un género cómico deportivo que ha visto su popularidad crecer en los últimos años con trabajos como PING PONG o SHAOLIN SOCCER.

Analizando más directamente el largometraje en si, éste posee una estructura narrativa clásica. Su exposición te engancha y, aunque los personajes aparecen como simples caricaturas, todavía tienen algo de gracia. Esta exposición culmina en lo que es sin duda la mejor y más divertida escena de toda la película: el primer atento del grupo para ejecutar un número de natación sincronizada, filmada en cámara lenta y acompañada por la fantástica canción de la cantante de blues Mina Aone "Isezaki-cho Blues". El desarrollo es completamente vacuo, inútil y, lo que es peor, aburrido y sin ningún tipo de originalidad. El desenlace, aún cuando se le inyecta una sobredosis de melodrama y una poco creible tragedia que casi chafa las aspiraciones del grupo, se salva por las hermosas tomas elevadas de los números sincronizados del grupo de nadadores.

En cuanto al reparto, WATERBOYS nos presenta con un grupo de muchachos completamente amateurs que, como ya dicho con anterioridad, sólo son una representación de todo tipo de clichés usados en el género de la comedia. El camaleónico Naoto Takenaka aparece en un papel que ha interpretado en numerosas ocasiones usando las mismas muecas (mirada de lado, sonrisa de oreja a oreja culminada con un guiño a la cámara) y bailes estrafalarios y que no ha tenido mucho efecto en mí. Mucho más interesantes y divertidas son las interpretaciones del dúo de travestís Akira Emoto (un auténtico crack) y Yu Tokui (SHANGRI-LA) pero a los que sólo se les da un espacio en la pantalla muy limitado y marginal. Todo el reparto actúa de una manera no ya exagerada pero muy amanerada. Los cortisimos bañadores que los nadadores lucen, el breve romance entre dos de los miembros, la pareja de travestís y todos los números están diseñados para atraer a las pantallas de cine a una audiencia diferente y sin prejuicios. En defininitiva, y como dirían los anglosajones, todo es muy camp.

A raíz de la buena acogida, el film obtuvo cuando se estrenó en Japón en el 2001, este verano, y producido por Fuji TV, se está transmitiendo una serie de televisión (algo que ya pasara con el caso de SATORARE) donde reaparecen los actores Akira Emoto, Yu Tokui, Naoto Takenaka y Tetta Sugimoto (profesor de gimnasia Sugita). Una serie de televisión que es, después de haber visto un par de episodios, de calidad muy inferior a la de la película original.

En definitiva, WATERBOYS se hace ver pero es una pena que, aunque cuenta con el aliciente de que se basa en un hecho real, no le saca demasiado provecho.

Volver al inicio de la página
©Joaquín da Silva, 2003