(2007) Título inglés:Woman TransformationDirector:Toru KameiIntérpretes:Anri BanMariko Miyamitsu Haruki Ichikawa Chiyoko Asami Toru Tezuka Akiko Sato Hachiro Ika Hijiki Sakurai Ko Ayano |
![]() Michiko Yamane (Mariko Miyamitsu) es una modelo con problemas para esbozar una sonrisa en las sesiones fotográficas. Esto permite que sus compañeras de trabajo se burlen de ella todo el tiempo. Un día comienza a sentir dolores en el cuello. El médico (Toru Tezuka) que la examina descubre una pequeña malformación en el cuello, el cual se asemeja al de una serpiente. Internada en el hospital descubre que tiene la habilidad de alargar su cuello desproporcionadamente. Mihiro Iwasaki (Anri Ban) reparte publicidad vestida con un disfraz de vaquero. Obsesionada con sus uñas se gasta casi todo lo que gana en manicura. Un buen día sus uñas comienzan a crecer a una velocidad increíble. Muy pronto la tarea de cortarlas se hace cada vez más dolorosa y las deja crecer sin control. Sus uñas toman la forma de guadañas que, si bien, al principio suponen un estorbo que limita las actividades de su vida diaria a la hora de comer, repartir publicidad o incluso tocar a la gente, estos objetos de belleza pasan a convertirse en armas afiladísimas. Por su parte, Mana Saeki (Haruki Ichikawa) es una estudiante de bachillerato con un carácter bastante despiadado. Un día invita a su compañera de clase Miyuki, bastante tímida e inocente, a salir con unos chicos con ganas de marcha para luego abandonarla y dejarla en las garras de estos últimos. Los picores iniciales que padece en el ojo derecho evolucionan en la desaparición gradual de partes de su cara. Mana es hospitalizada y cubierta en vendas. La moraleja que se percibe aquí quizá sea un tanto obvia, pero esta obviedad Kamei la suple con su habitual honestidad en el retrato que hace de sus personajes, nuevamente almas solitarias. Kamei subraya esta soledad en la manera en que las tres mujeres hacen frente a sus transformaciones, escondidas en hospitales, rechazadas por médicos y gente que creían amigos, deambulando por vías de tren y calles. Mientras la pareja en SHINJU ELEGY logra encontrar un nuevo sentido a su vida a través de sus intentos de suicidio, en YOKAI KIDAN sus transformaciones en yokai harán que las protagonistas descubran también la importancia de estar vivas, simpaticen con el sufrimiento de otras personas e incluso den su vida por la de otras.
No obstante, el afán por contar tres historias que se entrelazan, estratagema el director ha descrito como una carrera de revelos por vivir, Kamei se queda en la superficie a la hora de analizar sus protagonistas femeninas, impidiéndole moldear unos personajes tan fascinantes y humanos como los que habitan en SHINJU ELEGY o PARADISE. Kamei nos enseña el lado más perverso del género femenino quienes toman un protagonismo completo en este largometraje. Kamei ha dicho que le encantan estos personajes femeninos, mentirosos, indecentes y licenciosos. De la misma manera, la curiosa pero inquietante mujer lagarto (Chiyoko Asami) que abre y cierra el largometraje es otra muestra del humor negro con el que el realizador sazona todos sus largometrajes. |