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Zebraman

Año:
(2004)
Director:
Takashi Miike
Intérpretes:
Show Aikawa
Naoki Yasukochi
Kyoka Suzuki
Atsuro Watabe
Ren Osugi
Akira Emoto
Kimizono Kondo
Makiko Watanabe
Yui Ichikawa

ZEBRAMAN se situa en el año 2010 en Yokohama. Shinichi (Show Aikawa) es un inepto profesor de elementaria tachado de borrico por todos su alumnos. Su familia le respeta aún menos. Su mujer (Makiko Watanabe) regresa a casa tarde todas las noches tras haberse citado con su amante, su hija (Yui Ichikawa) está envuelta en enjo kosai (prostitución de menores). Su hijo, que estudia en el mismo colegio donde trabaja, no le dirige la palabra ya que sufre constantes abusos por parte de sus compañeros de clase por su culpa. Para olvidar las penas, Shinichi se refugia en su habitación y cose un disfraz de Zebraman, héroe de una serie de televisión que se canceló tras solo 7 episodios cuando era niño y con la que está completamente obsesionado. Un nuevo alumno, Asano (Naoki Yasukochi), se une a la clase de Shinichi. Asano se encuentra en silla de ruedas tras el shock de haber visto a su padre muerto en la calle después de haberse tirado desde el balcón de su piso. El nuevo alumno comparte la misma afición por Zebraman con lo que pronto, él y Shinichi se hacen buenos amigos.

Mientras tanto, los medios de comunicación ofrecen noticias de diversos fenómenos extraños que están azotando la ciudad, como la aparición de numerosos cangrejos o una oleada de focas nadando río arriba. Por otro lado, el servicio secreto japonés ha descubierto que la ciudad está bajo la amenaza de una invasión extrarrestre. Centenares de hombrecillos verdes se ocultan bajo el escenario del gimnasio donde trabaja Shinichi esperando el momento para comenzar la conquista de la tierra.

La pregunta es: ¿Estará Zebraman/Shinichi preparado para cuando la invasión tome lugar, será capaz de salvar la tierra de la amenaza verde?.

Antes de nada aclarar dos puntos acerca del filme. El primero de ellos es que ZEBRAMAN fue el largometraje que marcó el centésimo papel como protagonista del actor Show Aikawa (uno de los reyes del v-cinema). Prueba de la popularidad de Aikawa son los centenares de fans del actor que acudieron en masa para actuar como extras en la escena final. Por este motivo y la intensa campaña publicitaria que el filme recibió a principios de este año, han convertido a ZEBRAMAN en uno de los dos trabajos, el otro siendo CHAKUSHIN ARI, de más éxito comercial dirigidos por Takashi Miike. Aikawa, ya pasados los cuarenta, se encuentra en el proceso de reestructurar su imagen de tipo duro en incontables v-ninkyo eiga, como por ejemplo los de la serie SHAKKINGU (El rey del shakin). Miike le ha proporcionado unos cuantos papeles para este propósito, el otro siendo el de alcalde en SHANGRI-LA.

El segundo punto a considerar es el homenaje, por parte de los creadores de ZEBRAMAN, a las series de televisión del género Tokusatsu (abreviatura de tokushu satsuei, literalmente efectos especiales) de héroes japoneses de los años sesenta y setenta como ULTRAMAN (del subgénero Kyodai o héroes gigantes), GO RANGERS (del subgénero Setai o fuerzas especiales) y sobre todo KAMEN RIDER (del subgénero Henshin, héroes que se metamorfosean), por poner unos ejemplos. El tema central del largometraje y grito de guerra de Zebraman ¡Shiro Kuro Tsukeroze! (¡Blanco o negro, aclárate!) está interpretado por Ichiro Mizuki, cantante de numerosos temas en filmes del género tokusatsu.

Desde esta dos perspectivas, ZEBRAMAN cumple su propósito sobredamente. Sin embargo, aunque popular, ZEBRAMAN es, a mi entender, uno de los trabajos más flojos que he visto del director. Ésto ha pesar de contar con el llamado chico de oro del cine japonés, Kudo Kankuro (guionista [GO, PING PONG, KISARAZU CAT'S EYE o 69] y actor [FUKU NO MIMI]) en la producción del guión.

A pesar de lo mencionado anteriormente, uno tiene que admitir que su primera media hora mantiene cierto interés y consigue arrancar alguna que otra sonrisa. La introducción del héroe es ciertamente graciosa. Ahí lo vemos en su habitación, cosiendo a máquina su disfraz mientras ve un programa de televisión protagonizado por un héroe de nombre Alexander, con un signo de peligro de electrocutación en el pecho, una clara parodia de KAMEN RIDER (El motorista enmascarado), enfrentándose a la Sadako de RING subida a un pozo móvil. Parodias de otras películas abundan, en especial las de Kyoshi Kurosawa. La primera es la oleada de focas que recuerda a las medusas de BRIGHT FUTURE y la segunda cuando Ren Osugi, director del colegio donde trabaja Shinichi, sella con cinta roja las puertas del gimnasio donde se encuentran los marcianos en una clara referencia a KAIRO. Más adelante, la conversación que Shinichi mantiene con la madre de Asano (Kyoka Suzuki) al calor de una hoguera se asemeja bastante a una escena en SATORARE, que la misma Sukuzi protagoniza. Una vez finalizado el disfraz Shinichi se pregunta "es correcto salir a la calle disfrazado de esta manera", para ir a por una lata de Pocari Sweet a la máquina expendedora más cercana.

La familia disfuncional de Shinichi entra dentro del territorio, aunque aquí de una forma más contenida, del cine de Miike que se ha hecho famoso en occidente. Su hija se cita con un hombre mayor (Akira Emoto) que se dedica a atacar mujeres inocentes vistiendo un sombrero en la forma de cangrejo. Éste, quien ha sido poseído por uno de los marcianos, será el primer enemigo al que se tendrá que enfrentar Zebraman. Con la muerte de este personaje, el más gracioso de todos los que aparecen en el filme, Miike y su guionista, viendo el peligro de incomodar a los padres e hijos de la audiencia, deciden poner el freno a su forma peculiar de representar a la familia japonesa y se meten de lleno en desarrollar la relación, casi de padre e hijo, entre Asano y Shinichi. No obstante, se produce un momento un tanto inusual en esta relación que merece una mención especial, pues Shinichi se convierte, durante una noche, en el padre virtual de Asano cuando cenan juntos con su madre. De hecho, la familia de Shinichi, en especial la madre y la hija, desaparecen por completo de la pantalla después de 15 minutos escasos de metraje, solo reapareciendo en la última escena. Pero al menos Shinichi consigue ganarse el respeto y cariño de su hijo lo que, de alguna manera, balancea la incómoda situación de la relación creada entre Asano y Shinichi.

Como ya he dicho, el bajón en calidad de ZEBRAMAN es tal que no sólo llega a homenajear aquellas series B de televisión de los 60 y 70 tan queridas para el protagonista y los creadores del largometraje, sino que se acaba por convertir en una de ellas. Como aquéllas, el argumento de ZEBRAMAN se desarrolla de una forma incongruente, casi embarazosa, con giros en la historia y diversas coincidencias que bordan en lo ridículo. Sin embargo, a ZEBRAMAN le falta aquel cariz nostálgico, la inocencia y el encanto de aquellas series. Sólo algunos momentos aislados como la sexy aparición de Kyoka Suzuki como Zebranurse, en la mente calenturienta de Shinichi, o el sentido equino, como el sentido arácnido de Spiderman, que alerta a Zebraman, con un relinchido y la ereción del pelo a la manera de las crines de la cebra, de los peligros, alegran la segunda parte de una película cuyo mayor defecto es su conformismo y los clichés generados por un afán en tratar de satisfacer un público mayoritario.

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©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 27/12/2004