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Festival de Cine de Londres 2002

(7-21 de Noviembre)


Poco puedo comentar sobre el festival de este año. De las más de 350 películas que se exhibieron, sólo pude ver cuatro. De todas maneras tengo buenos motivos por los que no pude atender a más proyecciones. Aparte de que me encontraba bastante ocupado, ya me empieza a irritar un poco la orientación tan comercial del festival. Por supuesto, este tipo de eventos precisan de patrocinadores. Pero cuantos, de hecho, tienen uno de ellos en el nombre del propio festival. Así por ejemplo, el nombre completo del festival es Regus London Film Festival. Regus es una empresa de alquiler de muebles de oficina. Antes de cada película uno se tiene que tragar el trailer del festival que termina con algo así como Regus se enorgullece de patrocinar este festival y también ofrece alquiler de muebles de oficina a precios asequibles, de risa. De la misma manera, cuando uno llama por teléfono para reservar entradas, no te queda más remedio que escuchar el mensajito de que todos los operadores están ocupados y que Morgan Stanley Credit Card es uno de los patrocinadores del festival. El mensaje también te recomienda utilizar esta tarjeta de crédito para realizar tus reservas sin ningún recargo adicional (con otro tipo de tarjeta de crédito hay un recargo de 1 euro). Por otro lado las entradas no son nada baratas: 11.50 euros la entrada normal, 13.50 euros en los dos Odeon de Leicester Square; las entradas para las llamadas Galas salen a 19 euros cada una. En los dos últimos años me he gastado casi 300 euros sólo en este festival y este año he decidido poner el freno.


Los programadores tampoco se han esmerado mucho. Para el aficionado al cine asiático le pudo resultar muy difícil ver todas las películas realizadas en este continente. Por ejemplo, en un mismo día (14 de noviembre) se proyectaban Dead or Alive 3: Final, Too Young to Die, Shadow Kill, Road Movie, Eliana, Eliana, Public Toilet y The Turning Gate. Cada año la selección de películas es realizada por el mismo crítico. En el caso del cine del lejano oriente, la tarea recae en las manos de Tony Rayns. Poco a poco uno se va acostumbrando a las preferencias de este crítico. Otro detalle a señalar es el hecho de que hay que tener mucho cuidado con las reseñas que este crítico en particular hace de las películas representando al continente asiático. Del film de de Takashi Miike dice: "No os preocupéis fans pues esta película tiene tantas drogas exóticas y sexo guarro como las otras dos partes" (y la descripción que hizo de Teenage Hooker Became Killing Machine In Daehakro el año pasado queda sin comentarios), ¿qué?, ¿dónde?. La misma información engañosa aparece en otras muchas reseñas de este crítico, lo que ha calentado los cascos a mucha gente, sobre todo en Vancouver donde selecciona el repertorio oriental para el festival de cine de esta ciudad canadiense.

Este año, el cartel de películas, comparado con otros años, asiáticas no era demasiado excitante. También es verdad que quizás me perdí las mejores a priori, como Oasis, seleccionada para representar a Corea del Sur en los Oscars, al igual que Moonrak Transistor, elegida mejor película tailandesa del año y también representando a este país en los Oscars, o Eliana Eliana de Indonesia. Aposté por lo seguro y me salió rana. De Death or Alive 3: Final, ya he dicho que es quizás la peor película que he visto del director Miike Takashi, a Fruit Chan lo tengo en mi lista negra, ya Made in Hong Kong me había parecido bastante sobrevalorada (película que nuestro amigo Tony Rayns trajo al Reino Unido) y con Public Toilet no he cambiado mi opinión sobre su cine. Aiki fue interesante pero nada especial. Menos mal que tuve más suerte con la magnífica The Turning Gate del siempre interesante Hong Sang-soo

Como ya he dicho, este año no ha sido el mejor para el cine oriental. La gente aficionada al cine del continente indio ha tenido más suerte. A lo largo de este año el Teatro Nacional de Cine ha organizado un festival dedicado al cine del sureste asiático (ImagineAsia) y el festival de cine de Londres, para cerrar con este evento, ha contado con un buen repertorio de largometrajes, más discusiones interesantes sobre el cine Bollywood. Pero a lo que se refiere al cine del lejano oriente no tiene comparación con el programa del año pasado, el cual incluía dos obras maestras como A Tender Place y Bad Company, Dead or Alive 2: Birds, Ichi the Killer, Sorum, Secret Ballot o Seafood, entre otras. De la misma manera hace dos años descubrí la riqueza del nuevo cine coreano cuando puede ver películas como Attack the Gas Station, Barking Dogs Never Bite, The Foul King o Virgin Stripped Bare by her Bachelors (del director de The Turning Gate). En este mismo festival hubo una tertulia con el director Bong Joon-ho (Barking Dogs Never Bite), creador de Incoherence, uno de los cortos más hablados en Corea del Sur y co-guionista de Phantom, the Submarine (1998), quizás la primera de una sucesión de películas coreanas, con un éxito tremendo en la taquilla local. Esta tertulia también contó con la presencia de Jia Zhangke (Xiao Wu, The Platform y Unknown Pleasures), para muchos el mejor director chino de la llamada sexta generación de directores graduados en la Academia Cinematográfica de Beijing.

Afortunadamente, en los tres últimos años han aparecido unos cuantos festivales, como el de terror o Frighfest y el de ciencia a ficción, por ejemplo, que funcionan como alternativa al Festival de Cine Londres y los cuales siempre nos proveen con una interesante muestra del más reciente cine oriental de género.

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©Joaquín da Silva, 2002