(Yamamoto Teppei, 1928) |
Según Wikipedia Japan chanbara es la abreviación de chanchan barabara (onomatopeya del sonido de dos espadas al chocar, chanchan, y de la carne al ser despedazada, barabara). Mientras tanto Isolde Standish, citando a Osamu Hashimoto como fuente, argumenta que el chanbara es la onomatopeya que los niños de la época Taisho (1912-26) usaban imitando el acompañamiento musical "chan chanbara, chanbara" en la apoteosis final de escenas de luchas de espadas. Sustentando esta teoría Standish menciona el re-lanzamiento en video en 1991 de KURAMA TENGU: Kyufu Jidai (Yamaguchi Teppei, 1928), donde durante una escena en la que dos niños pelean con espadas, el benshi Shinsui Matsui reproduce el sonido del choque de las espadas con el canto "chan chanbara chanbara". El chanbara estaba derivado del teatro shinkoku-geki (nuevo drama nacional) fundado en 1917 por Shojiro Sawada, el cual se caracterizaba por luchas realistas de espadas (tate) o el manejo de espadas (kengeki). Entre el repertorio del shinkoku-geki figuraban adaptaciones de las obras teatrales Tsukigata Hanpeita y Kunisada Chuji de Rifu Yukimoto, o la novela inacabada de Kaizan Nakazato Daibosatsu Toge. El protagonista de este último trabajo, Ryunosuke Tsukue, epítome de la maldad y el nihilismo, es un espadachín extremadamente diestro que mata a gente a sangre fría sin ningún motivo aparente. Posteriormente, Tsukue serviría de prototipo para otros héroes del chanbara como el ronin manco y tuerto Tange Sazen o el masajista y espadachín ciego Zatoichi. |
De la misma forma, el chanbara se caracteriza, y de esta manera diferenciándose del jidai-geki (quizás por su carácter más popular y escapista, algunos críticos han considerado al chambara como un género de inferior calidad que el jidai-geki, comparándolo con el cine b del western americano), por su énfasis en el cine de acción y luchas con espadas. El chanbara ya era un género popular durante la etapa muda. Sus máximos representantes fueron los actores Tsumasaburo Bando y Denjiro Okochi. Del primero hay que destacar OROCHI dirigido por Buntaro Futagawa en 1925. Esta película utiliza numerosos movimientos de cámara y montaje rápidos para dar más vivacidad a las peleas. Algunos de los directores que contribuyeron al desarrollo del género fueron Daisuke Ito, Tomu Uchida, Hiroshi Inagaki y Shozo Makino, considerado como el padre del cine japonés.
Trabajando exclusivamente en el estudio de Nikkatsu en Kioto, Makino había sido el responsable del tremendo éxito del genero kyugeki o kyuha, literalmente antigua escuela, y tenía en Matsunosuke Onoe a la estrella más grande del cine del momento. Aunque primaban las escenas de acción y los trucos de cámara, el kyugeki estaba influido profundamente por el teatro kabuki, por lo que el tempo de la lucha de espadas (tachimawari) era más lento y menos realista y siempre estaban acentuadas por una pose (mie) del actor principal. Tras dejar Nikkatsu, Makino creó su propia productora en 1922, Makino Kyoiku Eiga. Al año siguiente reorganiza su compañía que pasa a llamarse Makino Eiga para más tarde denominarse Makino Kinema. En su estudio reunió a una generación nueva de actores y directores como Tsumasaburo Bando, Rokuhei Susukita, Itaro Yamagami o su propio hijo Masahiro. Este último debutó como realizador a la edad de 18 años y dirigiría la aclamada RONIN-GAI (1928) a los veinte años.
Tras el fin de la ocupación americana en 1952 (hasta ese momento y desde el final de la guerra, los censores americanos habían prohibido la producción de cualquier película de época ya que, según ellos, propagaban valores feudales tales como lealtad a un señor, venganza o suicidio) estos mismos realizadores ayudarían a aumentar el catálogo de este género en otra época dorada del chanbara. Muchos de estos largometrajes eran remakes de películas mudas como el clásico CHUSHINGURA (Hiroshi Inagaki, 1962) o TANGE SAZEN (1953), curiosamente protagonizado por Denjiro Okochi y dirigido por Masahiro Makino. MUSASHI MINAMOTO (Hiroshi Inagaki, tres partes dirigidas entre 1954 y 1955, protagonizadas por Toshiro Mifune y las cinco partes dirigidas por Tomu Uchida entre 1961 y 1965, protagonizadas por Kinnosuke (o Nakamura) Yorozuya) o THE GREAT BODHISATTVA PASS (Daibosatsu Toge en tres partes dirigidas por Tomu Uchida entre 1957 y 1959). Una vez más las pantallas se inundaban de personajes solitarios y nihilistas, claramente inspirados por los interpretados por Tsumasaburo Bando en los años veinte. Nombres como Raizo Ichikawa (protagonista de las series KYOSHIRO NEMURI, 1962-1969), Kinnosuke Yorozuya, Chiezo Kataoka, Kazuo Hasegawa y Toshiro Mifune quizá fueron los actores más importantes durante este periodo.
(Akira Kurosawa, 1962) |
A estos nombres hay que unirles el de directores como Akira Kurosawa (YOJIMBO [1961] y SANJURO [1962], esta última una especie de parodia de las convenciones del género), Kihachi Okamoto (SAMURAI ASSASSIN[1965] o SWORD OF DOOM [1966]) Hideo Gosha (THREE OUTLAW SAMURAI [1964] o TENCHU [1969]), y Masaki Kobayashi (SEPPUKU, [1962] o SAMURAI REBELLION [1967]) quienes alzaron al chanbara a su nivel más artístico y respetado. Sin duda alguna el sangriento duelo final en SANJURO entre Toshiro Mifune y Tatsuya Nakadai llevaría al chanbara por un camino incluso más violento. Los más claros exponentes de esta tendencia son las series ZATOICHI, el masajista y espadachín ciego (1962-1972), protagonizadas por Shintaro Katsu (personaje llevado de nuevo a la pantalla recientemente por Kitano Takeshi) y sobre todo el personaje de Itto Ogami (LONE WOLF AND CUB 1972-1974), interpretado por Tomisaburo Wakayama, hermano del anterior. El cineasta Kenji Misumi es otro nombre a destacar ya que, para muchos críticos, este director dirigió las mejores entregas de las series de ZATOICHI, KYOSHIRO NEMURI y LONE WOLF AND CUB. |
En los últimos años se ha visto un resurgir, si bien esporádico y bastante contenido, del género chanbara. Ryuhei Kitamura, junto con Hiroyuki Nakano (SAMURAI FICTION [1998] y RED SHADOW [2001]) y Shinsuke Sato (PRINCESS BLADE [Shurayuki-Hime, 2001, que no es otra que una adaptación de la clásica serie del mismo título, conocida en occidente como LADY SNOWBLOOD [1973] protagonizada por Meiko Kaji, en la que se basa el personaje de Lucy Liu en KILL BILL, y escrita por Kazuo Koike [Crying Freeman y Lone Wolf and his Cub]) han revitalizado de alguna manera este género con una estética de video-clip.
Mitsuhiro Yoshimoto, Kurosawa: Film Studies and Japanese Cinema, Duke UP, 2000, pp. 213-15, 413.
Isolde Standish, A New History of Japanese Cinema: A Century of Narrative Film, Bloomsbury Academic (May 8, 2006), p. 84.