Literalmente competición de trabajos literarios, kyosaku era, y hasta cierto punto sigue siendo, una práctica generalizada por parte de diferentes estudios de cine de adaptar para la gran pantalla, a veces casi simultáneamente, versiones diferentes de un bestseller. Por este y otros motivos Keiko McDonald habla del "carácter esencial de la relación del cine japonés con la literatura" argumentado que de "todos los cines nacionales, el japonés es único en su proximidad a la literatura del país"(1).
![]() (Kojiro Sasaki, 1930) |
Uno de los ejemplos más claros de este hábito fue el caso de la novela ONO GA TSUMI (escrita por Yuho Kikuchi y conocida en inglés como My Sin, 1899-1900). Según McDonald "Ono ga Tsumi fomentó una natural y fructífera relación entre el cine y la literatura moderna. De hecho, fue el primer ejemplo cinematográfico que llegaría a ser conocido como bungei-sakuhin-eiga o bungei eiga"(2), film basado en un trabajo literario. La compañía Yoshizawa sería la primera en llevarla al cine. Rodada por el cámara Kichizo Chiba e interpretada por estrellas de la compañía teatral Shinpa de Nobuchika Nakano tuvo su estreno el 11 de noviembre de 1908. Sería versionada 25 veces más teniendo su último estreno en 1956. CHIKYODAI (Hermanas de Leche, 1903), del mismo autor, fue adaptada 16 antes de la Segunda Guerra Mundial. HOTOTOGISU (El Cuco, 1898), de Tokutomi Roka, 22 veces, la última adaptación en 1958. La novela inacabada de Koyo Ozaki KONJIKI YASHA (El Usurero, también conocida en inglés como The Gold Demon, apareció como folletín en el periódico Yomiuri y en la revista literaria Shinshosetsu entre enero de 1897 marzo de 1903), recibió 19 remakes, el último en 1954.(3) |
Ninguna copia de las versiones realizadas en las tres primeras décadas del siglo XX han sobrevivido hasta nuestros días pero según McDonald muchos directores trataban de rivalizar con las versiones de sus homólogos introduciendo innovaciones técnicas y contextuales. De esta manera SHIN HOTOTOGISU (El Cuco: Nueva Versión), dirigida por Shisetsu Iwato (tanto McDonald como Peter B. High, llaman incorrectamente al director Shisetsu Iwafuji) en 1909 se convirtió en la primera película del cine japonés en hacer uso de flashbacks. Así mismo la versión de ONO GA TSUMI rodada por Eizo Tanaka en 1919 contaba con subtítulos y con más planos en cada escena. Mientras tanto, durante sus proyecciones se prescindía de las voces de los kowairo. Esta sería la misma propuesta de la producción del director Masao Inoue de las tres versiones de DOKUSO (Hierba Venenosa), adaptación de la novela también escrita por Yuho Kikuchi, estrenadas al mismo tiempo el 11 de marzo de 1917. Inoue rodó su arriesgada versión con un buen número de planos cortos y las voces de los kowairo eran reemplazadas por una combinación de subtítulos e ilustraciones que habían aparecido en el folletín original.
Keiko I. McDonald, From Book to Screen: Modern Japanese Literature in Films, Kodansha, 2012, pp. ix-x, 13-14.
Peter B. High, The Dawn of Cinema in Japan, Journal of Contemporary History, Vol.19, p. 38.
University of Washington, JAPAN 533: Modern Japanese Literature Seminar.
Joaquin da Silva Cronologia 1913.
Ai Maeda Text and the City: Essays on Japanese Modernity, Duke UP, 2004, p.214.
Kathryn Ragsdale, Marriage, the Newspaper Business, and the Nation-State: Ideology in the Late Meiji Serialized Katei Shosetsu, Journal of Japanese Studies,Vol. 24, No. 2 (Summer, 1998), p. 229