Inicio ¦ Editorial ¦ Cine Japonés ¦ Cine Asiático ¦ Noticias ¦ News ¦ Festivales ¦ Artículos ¦ Glosario ¦ Enlaces

Mata no Hi no Chika

Año:
(2004)
Director:
Kazuo Hara
Intérpretes:
Takami Yoshimoto
Makiko Watanabe
Kumija Kim
Kaori Momoi
Minoru Tanaka
Seiichi Tanabe
Yoshikazu Kotani
Isao Natsuyagi
Hidetaka Yoshioka

MATA NO HI NO CHIKA (que literalmente se podría traducir como Otro Día Más Para Chika, aunque he visto alguna traducción en inglés que la ha titulado Days of Chika (Los Días de Chika), es el último trabajo, y primer largometraje de ficción, del afamado documentalista Kazuo Hara, cuya producción ha sido toda una odisea. Esta última dio comienzo en el verano del 99 pero tuvo que ser cancelada cuando uno de los espónsores se retiró del projecto. El rodaje del largometraje se reanudó finalmente en el verano del 2003 dejando a la productora Shisso Productions, del propio Hara y la mujer de éste Sachiko Kobayashi, con una deuda final de 150 millones de yenes (más de 1 millón de euros). Otro ejemplo de la complicada realización del largometraje son las bellísimas escenas de los famosos fuegos artificiales de la ciudad de Toyokawa que se tuvieron que filmar en tres veranos consecutivos.

La historia de MATA NO HI NO CHIKA sigue cuatro etapas de la vida de Chika interpretadas por cuatro actrices diferentes (en orden de aparición Takami Yoshimoto, Makiko Watanabe, Kumiko Kim y Kaori Momoi), desde su adolescencia a principios de los años 60, tras haber sufrido una lesión que la privó de participar en el torneo de preselección olímpico en la especialidad de la barra de equilibros, pasando por su enlace matrimonial con Yoshio (Minoru Tanaka), su periodo como profesora de gimnasia en un instituto de bachillerato y su desliz amoroso con un compañero de trabajo (Seiichi Tanabe).

Las etapas de Chika tienen como telón de fondo, y en algún momento sirven como elemento divisor entre dos actrices, varios acontecimientos políticos de carácter violento en la historia moderna de Japón. Las manifestaciones estudiantiles, en las que Yoshio participa, contra la Revisión del Tratado de Seguridad AMPO entre Japón y los Estados Unidos de 1960, la toma de un albergue, el llamado Asama Sanso Jiken o el incidente del Asama Sanso nombre del albergue, en una estación de invierno en Nagano entre el 19 y el 28 de febrero de 1972 por parte de miembros del grupo revolucionario Rengo Sekigun (Ejército Rojo) y su enfrentamiento con la policía, y el atentado con bomba de la sede de Mitsubishi Heavy Industries en Tokio el 30 de agosto de 1974 por parte del grupo terrorista Frente Armado Anti-Japonés del Este Asiático Okami (Lobo).

MATA NO HI NO CHIKA es ciertamente uno de los trabajos más interesantes que he visto este año, pero por otro lado, también representa una pequeña decepción tras haber visto casi al mismo tiempo el extraordinario documental del mismo realizador, quizá su trabajo más conocido YUKIYUKITE SHINGUN, y haber leído extensamente sobre sus otros trabajos radicales.

Aunque varios acontecimientos políticos marcan las etapas en la vida de Chika, esta última no está para nada involucrada en política, ni siquiera interesada en lo mínimo por ella. Su vida parece transcurrir al margen de cualquier evento socio-político. Su actitud, de hecho, se podría describir como pasiva, por momentos solamente siguiendo sus impulsos sexuales. Contrastada con los turbulentos momentos en los que vivía Japón, la vida de Chika es, hasta cierto punto, normal, mundana, casi aburrida. Las bases del largometraje se construyen siguiendo las bases del drama convencional. El mismo director admitía en una charla después de la proyección del largometraje como, con este film, quería hacer llorar a la audiencia, algo de lo que su esposa y productora Sachiko Kobayashi no estaba demasiado convencida. Hara había escrito el guión cuya idea original era tener cuatro actrices diferentes interpretando el mismo personaje, esta idea representando las cuatro formas en como la ven los cuatro hombres en la vida de Chika. Su marido, su compañero de trabajo, uno de sus alumnos y, finalmente, un cliente en el bar donde trabaja. Kobayashi tampoco quedó demasiado satisfecha con este enfoque ya que ignora por completo el punto de vista de Chika.

Un flashback casi innecesario al principio del film que nos muestra la enfermedad de Yoshio y su posterior confesión a su mujer durante una caminata nocturna bajo cerezos en flor son varios de los elementos del drama televisivo con los que Hara impreme a MATA NO HI NO CHIKA. El film, sin embargo, poco a poco irá adquiriendo un tono más metáforico y artístico. Como por ejemplo, el día, 28 de febrero de 1972, en el que Yoshio regresa a casa tras pasar un par de años en el hospital, una de las pocas instancias en las que se ve claramente una conexión entre los acontencimientos de la vida política japonesa y la vida de pareja de Yoshio y Chika. Esa noche, mientras Yoshio está siguiendo por televisión el ataque del albergue en Nagano por parte de las fuerzas policiales, Chika sale a la calle para encontrarse con su amante en un love hotel. En ningún momento se nos muestra el rostro de Yoshio. En un posición baja de la cámara sólo vemos su espalda, pero la carga emocional y el sentido de derrota de Yoshio en esta escena es incuestionable1. Cuando le comenté a Hara el impacto que esta escena tuvo en mí, el realizador bromeó diciendo que en ese momento Yoshio era él mismo, que él había sido servido de modelo para el personaje de Yoshio en esta escena.

Hara ha admitido que la relación con el grupo de actrices no fue del todo amigable. Hara quería romper con la imagen de las cuatro actrices y su estilo de interpretación pero no lo llegó a lograr del todo, la primera de las actrices, por ejemplo, Takami Yoshimoto había actuado con anterioridad en películas de Ultraman. Hara quería que estas cuatro actrices diferentes constituyeran un único personaje con una única personalidad, pero claramente se pueden apreciar los diferentes métodos de interpretación de las actrices y como éstos crean cuatro versiones diferentes de un mismo personaje. Por otro lado, el trabajo de las cuatro actrices es poco remarcable y sus interpretaciones no llegan a convencer en absoluto y finalmente quizá sirven más como un lastre para el film. Hara reconoció este fracaso en intentar romper con la star persona de las cuatro actrices y como, de alguna manera, hay ciertos aspectos en el largometraje que no le llegan a satisfacer completamente o que no llegan a encajar o funcionar del todo.

La decepción en la manera en que Hara ejecutó el largometraje también la expresó la actriz Momoi Kaori, la primera en aceptar el proyecto impresionada con el trabajo anterior del director tras haber visionado sus documentales. Demasiado convencional dijo, una impresión a la que también me sumo.



Notas

  1. La toma del albergue en Nagano por cinco miembros del Rengo Sekigun y su captura final a manos de la policía, representó para muchos el fracaso de las ideas revolucionarias de la extrema izquierda y significó la completa alienación de estos grupos revolucionarios, sus ideas y los métodos utilizados para llevarlas a cabo entre el público japonés. El motivo de este fracaso y la sensación de desilusión dejada tras el incidente, fue sin duda cuando la policía descubrió, no muy lejos del albergue, las tumbas de 12 miembros del Rengo Sekigun, quienes habían sido torturados y asesinados por los otros cinco miembros capturados por la policía como resultado de una purga política. volver


Volver al inicio de la página
©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 7/4/2005
Untitled