Inicio ¦ Editorial ¦ Cine Japonés ¦ Cine Asiático ¦ Noticias ¦ News in English¦ Festivales y Eventos ¦ Artículos

Rinjin 13-go

Título en inglés:
The Neighbour 13
Año:
(2005)
Director:
Yasuo Inoue
Intérpretes:
Shun Oguri
Shido Nakamura
Hirofumi Arai
Yumi Yoshimura
Tomoya Ishii

Tras volver a su pueblo natal, Juzo (Shun Oguri) descubre como Toru (Hirofumi Arai, BLOOD AND BONES y BLUE SPRING), un antiguo compañero de colegio que lo había intimado constantemente en su último año de primaria, se muda con su mujer Nozomi (Yumi Yoshimura del dúo musical Puffy) e hijo al apartamento 23, justo encima de su vivienda. Durante 10 años Juzo ha albergado deseos de venganza y ha desarrollado una doble personalidad en la forma del llamado rinjin 13-go (el vecino del 13 interpretado por el actor de kabuki Shido Nakamura). Tras la aparición de Toru, Juzo se verá poco a poco incapaz de controlar a su alter-ego quien intentará repagar todas las vejaciones a las que fue sometido por Toru. Las vidas de Toru y Juzo se entrecuzan aún más cuando Juzo es contratado en la misma obra donde trabaja Toru, quien anteriormente había sido un líder del bosozoku (banda motera), pero este último es incapaz de reconocerlo. Por su parte, Toru no ha cambiado para nada y ahora se dedica a abusar de sus compañeros de trabajo en especial de Seki (Tomoya Ishii) con quien Juzo entabla una breve amistad.

RINJIN 13-GO está basada en un manga psico-suspense del artista Santa Inoue (también autor de Tokyo Tribe, Tokyo Tribe 2 y Tokyo Graffiti) que apareció serializado por primera vez en 1993. Tras casi 11 años de espera Inoue finalmente dio permiso para la adaptación de su manga a la gran pantalla.

El honor de dirigir está adaptación recayó sorprendentemente en las manos del joven director de anuncios publicitarios Yasuo Inoue, en lo que se convertiría su ópera prima. Tras su realización varios festivales internacionales de cine se negaron a proyectar el largometraje por su excesiva violencia. Su estreno mundial finalmente tuvo lugar en el festival de cine de Rotterdam de este año.

Para muchos aficionados al cine japonés RINJIN 13-GO ha sido el film más esperado del año y para un film de bajo presupuesto como éste su campaña publicitaria ha sido considerable basándose puramente en la impactante y amenazadora imagen de los dos actores encampuchados y vistiendo un llamativo plumífero acolchonado sin mangas naranja. Por otro lado, una de las curiosidades del largometraje es el cameo del director Takashi Miike interpretando a Kanada, vecino de al lado de Juzo y un aficionado a los ero-vídeos de SM, quien no pagado su renta durante medio año. Su contribución al film se reduce a unos escasos segundos en pantalla hasta que ese masacrado por el vecino del 13. De Takashi Miike, Yasuo Inoue ha comentado como si hay una persona que mata demasiada gente en sus películas esa es Miike, por ese motivo ahora Inoue quería matarle en su película.

Las expectativas que este largometraje había suscitado eran enormes y yo personalmente me quedé satisfecho con su primeros 45 minutos. En su segunda parte su energía e impacto disminuye y la simplicidad de la historia de la que hace gala en todo el film se intensifica en esta segunda parte que sólo se ve mejorada brevemente por un pequeño giro sorpresa en la esperada confrontación final entre Toru, Juzo y el vecino del 13. Que decir tiene que RINJIN 13-GO no es para nada un estudio sociológico de lo que constituye ser abusado en la escuela, lo que en inglés se ha pasado a dedominar bullying y en japonés ijimeru. Uno no conoce las causas del porque Juzo sufre ijime (abusos) por parte de Toru, sin embargo para el japonés de a pie no sería necesario un historial informativo sobre las causas del ijime ya que cualquiera podría comentar casos de ijime durante su etapa escolar, algo que, debo enfatizar, no sólo se restringe a Japón. Yo personalmente he sido testigo de varios casos recientes en las aulas del colegio japonés de secundaria donde trabajo.

Si tomamos por ejemplo el proverbio deru kugi hauteraru (el clavo que sobresale es martillado), lo que generalmente se identifica como la necesidad de someterse o ajustarse a las reglas socials y culturales del país y verse a sí mismos como miembros de un grupo más que como individuos, el ser diferente no es un atributo sino un castigo en las aulas japonesas. Si tienes unos cuantos quilos de más encima, si te ofreces a contestar las preguntas que formula el profesor, si te gusta la música indie americana en vez del j-pop, si eres un half, medio japonés medio extranjero, no te preocupes que el resto de la clase te hará saber que les das asco (kimochi warui).

A pesar de sus limitaciones narrativas que darán paso a una segunda parte que se convertirá en una simple historia de venganza, es soprendente comprobar que al director del film, tras su experiencia profesional en el mundo de los anuncios publicitarios y vídeos musicales, no se le ha ido la mano con las tijeras en la sala de montaje y ha compuesto una película que se caracteriza por el uso de planos medios/largos estáticos de extensa duración. Inoue también ofrece una visión de la clase obrera japonesa que raramente aparece en las pantallas cine del país. Inoue abre RINJIN 13-GO con una escalofriante escena en la que Juzo es abusado por Toru y otros dos niños en el laboratorio de la escuela que finaliza cuando Toru le echa ácido en la cara a Juzo. A partir de aquí, y con la entrada en acción del vecino del 13, Inoue comienza a construir una atmósfera aterradora de inminente peligro alrededor de la figura del vecino del 13 sin recurrir a provocadores o sensacionalistas excesos de violencia. Como ejemplo de esta moderación visual tenemos el desenlace de la breve relación de amistad entre Juzo y Seki. Absolutamente brillante pero también angustioso es el intercambio verbal entre Juzo y Nozomi, mujer de Toru, en el genkan o entrada el apartamento 13, observados por el hijo y el malicioso vecino del 13. El estilo es simple, con sólo un par de cortes en los que el niño parece darse de cuenta de la presencia del vecino del 13, pero muy, muy efectivo y muy, muy aterrador. Una de las pocas ocasiones en las uno se da de cuenta que Inoue proviene del mundo del vídeo musical y comercial es una escena onírica en la que Juzo y el vecino de 13 aparecen desnudos y comienzan un baile hipnótico que poco a poco se vuelve frenético al mismo tiempo que el sonido de la banda sonora se hace más ensordecedor y la cámara, utilizando una lente gran angular, gira alocadamente alrededor de los personajes. No obstante, este cambio de estilo no disminuye para nada la fuerza de otras escenas de menos virtuosismo ya que visualiza a la perfección, aunque de una forma un poco inusual, la lucha mental de Juzo por intentar controlar al vecino del 13.

Como ya he apuntado anteriormente RINJIN 13-GO es más efectivo en lo visual que en lo narrativo. No obstante, Inoue puntualiza acertadamente como mientras que Toru no se acuerda de Juzo y, por supuesto, de lo que hizo de pequeño, Toru no ha parado de sufrir pesadillas durante 10 años. Mientras que Toru, tras su etapa como líder bosozoku, ha sido capaz de formar una familia y vivir relativamente feliz, Juzo ha vivido en un constante infierno. Esa es, al final, la diferencia entre el abusador y el abusado.

Volver al inicio de la página
©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 10/07/2005