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Películas Taiyozoku: Verano de 1956


TAIYO NO KISETSU
(Takumi Furukawa)

La publicación de la novela corta Taiyo no kisetsu (La Estación del Sol), de Shintaro Ishihara (el ultraderechista y recientemente reelegido gobernador de Tokio), en Julio de 1955 por la revista literaria Bungakkai, causó un furor enorme en Japón. Ishihara sólo tenía 23 años, todavía se encontraba estudiando en la universidad y, según parece, la finalizó en tres días. En enero de 1956, Taiyo no Kisetsu recibió el prestigioso premio Akutagawa para jóvenes promesas literarias, dando comienzo al llamado boom taiyozoku (Tribus del Sol), término creado por los medios de comunicación japoneses, especialmente la Shukanshi (algo así como la prensa amarilla japonesa), para describir la rebeldía de una parte de la juventud de la posguerra contra el legado y el código de valores de sus padres. La historia de Taiyo no kisetsu sigue las aventuras de un grupo de jóvenes de clase media alta, quienes pasan el tiempo en clubes de jazz, emborrachándose, ligando con chicas, en busca de sexo casual y peleas y navegando en yates por la bahía de Sagami.

Llevaría páginas describir el trasfondo socio-político del Japón de la primavera y verano de 1956, cuando el boom taiyozoku hizo su aparición. Sin embargo, a finales de 1950 comentarias sociales describían a una joven pareja como símbolos de la amoralidad de la juventud de la posguerra. En septiembre de ese año el joven empleado como chofer de la Nihon University era detenido por robar fondos de la universidad y gastarlos con su novia de 18 años, hija de un profesor de la propia universidad. La pareja al parecer no tenían ningún tipo de interés aparte de consumo materialista placer sexual y no sentían ningún tipo de remordimiento por su delito. La respuesta que dio el joven al ser detenido "Oh, mistake" se convertiría en una de las frases en inglés más famosas durante la ocupación norteamericana del país (1).

También merece destacar que unos días después de que la novela se hiciera con el premio Akutagawa, un artículo con el título de Mohaya engo de wa nai (la posguerra se ha terminado) escrito por Yukio Nakano, aparecía publicada en el Bungei Shunju. Este artículo se convertiría en el eslogan del optimismo que reinaría en el Japón de finales de los cincuenta. Unos meses más tarde, el propio gobierno japonés publicaba un boletín con el título de La Economía Japonesa y su Crecimiento Económico, la cual recuperaba los niveles anteriores a la guerra (aunque en realidad la mayoría de los japoneses estaban siendo explotados haciendo largas horas en trabajos mal pagados, un tema que el siempre perspicaz Kon Ichikawa abordó en la excelente y por momentos caótica MAN'IN DENSHA (El Tren Abarrotado). De esta forma, estos jóvenes se rebelan en contra de la ética de trabajo de sus padres y su hipocresía ante los resultados de la guerra, para así poder disfrutar de la nueva prosperidad y libertad.

MAN'IN DENSHA
(Kon Ichikawa)

Con respecto a la industria cinematográfica del país, la década de los cincuenta representó el periodo más productivo de la historia del cine japonés alcanzando un récord de más de 1 billón de espectadores en 1958 y 547 películas producidas en 1960 (2). Por supuesto, la competencia entre las diversas compañías cinematográficas era feroz y éstas buscaban nuevos alicientes para atraer a más audiencias. Como en los Estados Unidos, la juventud emergía como una nueva clase de consumidores. La aparición de la novela Taiyo no kisetsu y su posterior adaptación a la gran pantalla pretendían definir de una manera convincente e interesante esta generación de la posguerra. Por supuesto, como muchos críticos han comentado, el estilo de vida de los taiyozoku no estaba al alcanza de la mayoría de los bolsillos de los japoneses. En 1959, sólo una de entre 131 personas poseía un coche. Coches descapotables, yates, chalés en la costa formaban parte de las posesiones de los jóvenes retratados en la novela y la película. Otros aspectos del estilo de vida de los taiyozoku eran mucho más económicos de imitar como, por ejemplo, el corte de pelo al rape, las camisas hawaianas o los pantalones holgados.

KURUTTA KAJITSU
(Ko Nakahira)

Otro tema que atrajo a la juventud fue la combinación de sexo y violencia. Esta combinación se haría mucho más importante y globalizada con la aparición de un nuevo competidor: la televisión(3). A partir de mediados de los años sesenta, las películas japonesas con contenido erótico o violento acaparaban, y todavía lo siguen haciendo, el mayor porcentaje de la producción cinematográfica del país. De esta manera, en mayo de 1956 los estudios Nikkatsu producían la versión cinematográfica de la novela dirigida por Takumi Furukawa y protagonizada por Nagato Yukihiro, la cual se convirtió, como la novela, en todo un bombazo. En esta película aparecería, en un papel pequeño, el hermano menor del propio Shintaro Ishihara, Yujiro Ishihara, quien dos meses más tarde protagonizaría KURUTTA KAJITSU (también conocida como Affair at Kamakura/Juvenile Passion/Passion Juvenile pero sobre todo CRAZED FRUIT o Fruta Alocada como se la conoce en inglés o Passions Juvéniles como se la conoce en francés), dirigida por Ko Nakahira, quien había sido asistente de director de, entre otros, Akira Kurosawa. KURUTTA KAJITSU obtuvo un mayor éxito comercial y de crítica que su predecesora y ayudó a lanzar la carrera del joven Yujiro al estrellato.

A partir de aquí, Yujiro pasaría a ser el actor más popular del momento y, con el paso del tiempo, se convertiría en uno de los actores/cantantes más famosos del cine y la música japoneses. Yujiro también era un ídolo e icono de la juventud japonesa del momento de la magnitud de un James Dean, Elvis Presley o Marlon Brando, a los que debía mucho. Jóvenes japoneses imitaban su peculiar modo de caminar, vestían sus camisas hawaianas y pantalones holgados y se cortaban el pelo al estilo Shintaro o Shintaro-gari. Con anterioridad a KURUTTA KAJITSU, la productora Daei también intentó sacar partido del boom taiyozoku con la adaptación de la novela de Shintaro Ishihara SHOKEI NO HEYA (Punishment Room o Cuarto de Castigo), dirigida por Kon Ichikawa.

El ansia de los estudios por atraer el público juvenil era tan grande que la producción de KURUTTA KAJITSU empezó antes de que el propio Shintaro Ishihara pudiera haber terminado de escribir el manuscrito de la novela. KURUTTA KAJITSU (primera banda sonora del famoso compositor Toru Takemitsu) está consideraba por muchos críticos como el trabajo más representativo del género taiyozoku. Refiriéndose a este género y a su película en particular, el director Ko Nakahira dijo: "TAIYO NO KISETSU glorificó los taiyozoku, SHOKEI NO HEYA los criticó; yo me burlo de ellos"(4). Escenas, ya clásicas dentro del cine japonés, que aparecen en estas tres películas contribuyeron a aumentar su polémica. En la escena final de Taiyo no Kisetsu, su protagonista, Tatsuya, irrumpe en el funeral de su novia Eiko, muerta tras un fallido aborto, gritando a todo el mundo que no entienden nada, un claro ataque a la generación de la guerra y sus valores. En SHOKEI NO HEYA, Katsumi droga y viola a Akiko y en la escena final, el propio Katsumi es torturado salvajemente en la habitación del título.

TAIYO NO KISETSU
(Takumi Furukawa)
KURUTTA KAJITSU
(Ko Nakahira)

Por su parte, la historia de KURUTTA KAJITSU se centra en la rivalidad entre dos hermanos, el mayor Natsuhisa (Yujiro Ishihara) y el menor Haruji (Masahiko Tsugawa), por el amor de Eri (Mie Kitahara, quien luego se casaría en la vida real con el propio Yujiro protagonizando juntos varias películas), quien está casada con un americano mucho más mayor que ella. En un principio, es Haruji quien se enamora de Eri, pero luego Natsuhisa también empieza a interesarse por ella y acaba forzándola a hacer el amor con él. Curiosamente, todas la mujeres que han sido violadas en la novelas de Shintaro Ishihara acaban por enamorarse de sus violadores. Esto también ocurre en SEISHUN SANSOKU MONOGATARI (Cuentos Crueles de la Juventud) de Nagisa Oshima, película que, como explicaré más adelante, debe mucho a las películas taiyozoku. De la misma forma, este tema recurre con asiduidad en películas yakuza.

El final de KURUTTA KAJITSU es todo un clásico. En unas tomas aéreas vemos el yate donde se encuentran Natsuhisa y Eri siendo perseguido por la lancha motora de Haruji, celoso y con ansias de venganza, quien empieza a dar vueltas alrededor de ellos. Por algún motivo, Eri se lanza al agua para calmar al enfurecido Haruji, quien por su parte la arremete con su lancha. Para rematar la faena y culminar el tono violento de la escena, Haruji se lanza en la dirección del yate, abordándolo con su lancha motora y descuartizando a Natsuhisa a su paso.

SHOKEI NO HEYA y sobre todo KURUTTA KAJITSU se convirtieron en el foco de críticas de asociaciones de profesores y padres de alumnos y también de amas de casa, por lo que consideraban el efecto negativo que la violencia y el sexo expuestos en estas películas tendrían en los jóvenes. Su protesta consiguió que al menos dos prefecturas y cuatro ciudades prohibieran la entrada a estudiantes. Los estudios de cine se encontraban bajo enorme presión por parte de estos sectores de la opinión pública. En especial Nikkatsu, la cual había producido TAIYO NO KISETSU y KURUTTA KAJITSU. Su presidente, Hori Kyusaku, prometió el cese de la producción de películas con temática taiyozoku.

KURUTTA KAJITSU
(Ko Nakahira)

De esta manera, después del verano de 1956, Nikkatsu empezó a producir en serie, hasta 6 películas por año, películas de adolescentes más convencionales y con un contenido menos polémico protagonizadas por Yujiro Ishihara. Yujiro sufrió un cambio de imagen, suavizándola y haciéndola menos intimidadora y amenazadora. La imagen de Yujiro, aun cuando todavía interpretaba a personajes rebeldes, como ya he dicho, se suavizó bastante no sólo para satisfacer a los censores y diversos grupos de la opinión pública, sino que también para atraer a una audiencia mucho mayor y variada. Por lo tanto, los personajes de Yujiro, aunque rebeldes, también poseían su lado más gentil y amable y hasta se mostraban muy considerados con sus madres. Este cambio de imagen, de hecho, no hizo otra cosa que aumentar su popularidad. El estreno de tres de sus películas (ORE WA MATTERU ZE, WASHI NO TAKA y en especial ARASHI O YOBU OTOKO o El Hombre que Provocó una Tormenta) a finales de 1957, con este cambio de imagen, dio paso al "Yujiro boom" que comenzó el año siguiente y empezando también una nuevo género de películas que pasó a denominarse Nikkatsu Action. Aquí, hay que destacar que la actitud de Nikkatsu es como poco hipócrita, ya que en los sesenta esta compañía comenzó la producción de largometrajes con un contenido explícito de violencia, sexo y sadomasoquismo como por ejemplo en NIKUTAI NO MON (La Puerta de la Carne, 1964) de Seijun Suzuki, iniciando el famoso género de lo que a partir de entonces se empezó a llamar Nikkatsu Roman-Porno (porno romántico).

Yujiro Ishihara

Al mismo tiempo que este nuevo tipo de películas con una temática tan radical emergía, los considerados grandes maestros del cine japonés como Ozu, Naruse y Mizoguchi (quien realizó su último largometraje en ese año de 1956, AKASEN CHITAI (La Calle de la Vergüenza), antes de su muerte) todavía continuaban a producir trabajos. Por lo tanto, el género taiyozoku sirvió de transición entre el cine japonés más clásico o el cine de posguerra, representado por Akira Kurosawa, Keisuke Kinoshita o Masaki Kobayashi, y la nueva ola del cine japonés de Nagisa Oshima, Yoshida Yoshishige, Masahiro Shinoda o Shohei Imamura. Este último, por ejemplo, dirigiría sus dos primeras películas en 1958, NUSUNARETA YOKUJO (Deseo Robado) y HATESHI NAKI YOKUBO (Deseo sin Fin), ambas producidas curiosamente por Nikkatsu, quien ya empezaba a definir su posterior y personal estilo de cine erótico. Por su parte, Oshima dirigiría su primera película en 1959, AI TO KOBO NO MACHI (Una Ciudad de Amor y Esperanza).

KUCHIZUKE
(Yasuzo Masumura)

Como ya he dicho anteriormente, el cine de mediados de los cincuenta empezó a prestar (quizá sea mejor decir que empezó a usar de una forma explotativa la figura del joven) más atención a la juventud que no sus problemas (5) (seishun-eiga o cine juvenil). Fuera del llamado género taiyozoku aparecieron trabajos que David Desser (6) describe como pertenecientes al género de delincuencia juvenil, como por ejemplo los dirigidos por Tadashi Imai, MAHIRU NO ANKOKU (Oscuridad y Mediodía) o Yasuzo Masumura, KUCHIZUKE (Besos). Kon Ichikawa, siempre listo para abordar temas de actualidad, también comenzó a mostrar su interés por la juventud japonesa, primero con SHOKEI NO HEYA y luego con MAN'IN DENSHA y ENJO (Conflagración). Estas películas dejarán de ser meros vehículos explotativos para atraer de nuevo al género masculino a las pantallas de cine, ya que poseen un enfoque mayor sobre la situación de los jóvenes (6) en el momento en que Japón comenzaba su ascenso económico.

Como ya he mencionado arriba, el efecto del género taiyozoku en el trabajo inicial de Oshima es fundamental. Para Oshima el estreno de KURUTTA KAJITSU significó una representación incomparable de las tres eses: speedo, suriru (thrills) y sexu (8). Oshima sugería que en el sonido de una falda siendo desgarrada y el zumbido de una lancha motora descuartizando al hermano mayor (en referencia al final del KURUTTA KAJITSU), aquella gente perceptiva podía oír el sonido de las gaviotas anunciando una nueva generación de cine japonés (9). Con el estreno de otra película el año siguiente, KUCHIZUKE de Yasuzo Masumura, Oshima sintió que esta nueva generación de directores había asumido un puesto relevante en el cine japonés con una fuerza imparable que ya no se podía ignorar. En sus trabajos, Oshima le añadió una agenda política al cóctel explotativo de sexo y violencia característico del género taiyozoku y seishun-eiga, situando sus historias en un marco socio-político muy específico.

SEISHUN ZANKOKU MONOGATARI
(Nagisa Oshima)

Así, la historia de su segunda película, SEISHUN ZANKOKU MONOGATARI, transcurre durante las manifestaciones en contra del pacto de seguridad entre EEUU y Japón (AMPO) de 1960. Esta película también supondría el primer ejemplo de la filosofía política del director en la que el sexo, la violencia y el crimen pueden ser usados para subvertir las normas sociales y desafiar a las autoridades. En especial, en esta primera etapa de Oshima, la delincuencia, otro tema característico del género taiyozoku, es usada como un arma transgresiva de los códigos morales y sociales japoneses. Para ello Oshima rechaza cualquier tipo de juicio o condena por las acciones de sus protagonistas. Éstos mismos se niegan a proferir cualquier tipo de remordimiento o sentimiento de culpabilidad que padres y autoridades esperan oír. Para Oshima, la falta de responsabilidad moral y social en los personajes de las novelas y películas taiyozoku, con la que también retrató a sus personajes principales, sirvió como instrumento de crítica y rechazo a lo que representaba el Japón de 1960.

El cine de Oshima también hace uso de técnicas narrativas que igualmente formaban parte de la esencia de la Nouvelle Vague francesa liderada por Godard, como cámara al hombro, uso de exteriores, diálogos rapidísimos y acción muy dinámica, elipsis en la narrativa y saltos dramáticos en el tiempo y espacio. De nuevo. Oshima confiesa que KUCHIZUKE fue una influencia muy importante en el desarrollo de su estilo narrativo. Oshima admiró la frescura de su estilo con el uso de cámara al hombro y de exteriores, destacando sobre todo una escena en que la pareja protagonista conduce una moto seguidos por un cámara que gira libremente alrededor de ellos. Según Oshima estas películas y sus directores se rebelan en contra de la empedernida tradición del cine japonés por naturalismo y realismo. El mismo Francois Truffaut reconoció el valor de novedad de por ejemplo KURUTTA KAJITSU y críticos como el ya citado David Desser sugieren que películas como KUCHIZUKE no sólo fueron precursoras de la nueva ola japonesa de Oshima pero también de la francesa de Godard, Truffaut o Claude Chabrol (10).

Por lo tanto, y ya para finalizar, tan sólo queda recalcar que la influencia de las películas taiyozoku, algo sorprendente dada su efímera trayectoria, y sus inmediatas seguidoras influyeron enormemente en el desarrollo del cine japonés de las décadas posteriores. Una influencia que todavía se siente ahora. Su más directo heredero es por supuesto Oshima, pero el surgimiento de géneros como el pinku-eiga (cine erótico) o el yakuza-eiga (cine de gángsters) que pasarían a dominar la producción de los sesenta y principios de los setenta de la mano de Nikkatsu y Toei, también deben mucho al rumbo iniciado por el género taiyozoku, sobre todo por su carácter más comercial y explotativo y su uso de sexo y violencia como cebo para atraer a la audiencia masculina.

Notas

  1. Dower, John, página 527.
  2. Tessier, páginas 86-87.
  3. Cuando los programas televisivos empezaron a emitirse por primera vez en Japón en 1953, sólo había, en todo el país, 866 televisores. En 1959, por el contrario, ya había cerca de dos millones, suponiendo un incremento de 150.000 cada mes (Anderson y Richie, página 254).
  4. Turim, página 12.
  5. Anderson y Richie (página 194) nos dan una lista de íi'tulos muy sugestivos que aparecieron a principios de los 50 como Aru Fujinka no Kokuhakuo'(Confesiones de un Ginecólogo), Hitozuma no Seiten (Manual Sexual de Mujeres Casadas), Dotei (El Virgen), Yoru no Mibojin (Viudas de la Noche), Otome no Seiten (Manual Sexual de una Virgen), Otome no Shinsatsushitsu (Clínica de Vírgenes) entre otras.
  6. Desser, página 41.
  7. Los jóvenes en Taiyo no Kisetsu y Kurutta Kakitsu son unos niños de papá, ricos, consentidos y con poca imaginación. Donald Richie comenta como estos jóvenes son depravados y crueles porque les falta imaginación para hacer alguna otra cosa. Así por ejemplo, el hermano mayor se hace con la chica no porque la quiere sino porque no quiere su hermano que la tenga (Richie, página 182). La ausencia de un tono moralista en las novelas y películas incrementó su atractivo entre los jóvenes lectores y espectadores. Oshima sacó mucho mejor provecho de esta anarquía juvenil. Por otro lado, sus personajes son crueles y depravados porque su entorno social no les ofrece otra salida. Igualmente, Oshima trata de evitar romantizar o glorificar las acciones de estos jóvenes, manteniéndose a cierta distancia de ellos.
  8. Oshima, página 33.
  9. Desser, página 41.
  10. Desser, página 43.

Bibliografía

ANDERSON, JOSEPH y RICHIE, DONALD The Japanese Film: Film and Industry, Princeton University Press, 1982.

CASEY, CHRIS Ishihara Yujiro

DESSER, DAVID Eros plus Massacre: An Introduction to the Japanese New Wave Cinema, Indianapolis, Indiana University Press, 1988.

DOWER, JOHN W. Embracing Defeat: Japan in the Wake of World War II, W. W. Norton & Company, 2000.

NATHAN, JOHN Profile of Shintaro Ishihara.

OSHIMA, NAGISA Censorship, and the State: The Writings of Nagisa Oshima, 1956-1978, October Book, The MIT Press London, 1992.

RAINE, MICHAEL Ishihara Yujiro: Youth, Celebrity and the Male Body in Late-1950s Japan, en WASHBURN, DENNIS y CAVANAUSH, CAROLE, Word and Image in Japanese Cinema, Cambridge University Press, 2001, páginas 202-225.

RICHIE, DONALD A Hundred Years of Japanese Cinema, Londres, Kodansha International, 2001.

SHAMOON, DEBORAH Sun Tribe: Cultural Production and Popular Culture in Post-War Japan

TESSIER, MAX El Cine Japonés, Acento Editorial, 1999.

TESSIER, MAX Premiers Films des Cinéastes de la Nouvelle Vague Japonaise.

TURIM, MAUREEN The Films of Nagisa Oshima, Berkeley, University of California Press, 1988

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©Joaquín da Silva 2003