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Glosario: Yurei

Según las creencias tradicionales japonesas todas las personas están dotadas de un alma a la que llaman reikon. Cuando una persona fallece, su reikon abandona el cuerpo para unirse a los reikon de sus antepasados en el ikai, el más allá. No obstante, si una persona sufre una muerte higo no shi (muerte no natural en desacuerdo con el karma), en un asesinato o en un suicidio, llevando consigo una fuerte carga emocional y sin haber recibido un funeral apropiado, el reikon se transforma en un yurei, un fantasma atormentado que permanece en el mundo de los vivos para dar por finalizado algún asunto o en busca de venganza, onryo (espíritu vengativo) . Los yurei se limitan a vagar por sitios próximos al lugar donde fallecieron apareciendo normalmente entre las 2 y 3 de la mañana. Muchos de estos yurei son mujeres, el yurei masculino, aunque existe, es menos recurrente, quienes en vida sufrieron algún desengaño amoroso y cuyas emociones, celos, penas y remordimientos en el momento de su muerte les han llevado a vengarse del responsable de su sufrimiento.

Muchas de las características del yurei se derivan de los ritos funerales del periodo Edo. Así los yurei aparecen en kimono blanco, el color del atuendo de los difuntos en su funeral acompañado de un pañuelo o papel, también blancos, doblados en forma de triángulo y que se atan en la frente. Los yurei comenzaron a ser representados sin pies a mediados del siglo XVIII. En el teatro los actores encarnando a yurei visten kimonos largos cubriendo sus piernas, presentándose con los brazos extendidos y los dedos colgando. Tokaido Yotsuya Kaidan y Bancho Sarayashiki son dos de las historias más famosas y conocidas sobre yurei. En la primera, Oiwa y su bebé recién nacido son envenenados por su esposo Iyemon, un samurai empobrecido, para poder contraer matrimonio con la nieta de un vecino rico. Oiwa reaperece como onryo, desfigurada por los efectos del veneno, y ejerce venganza sobre su ex-marido. Existen varias versiones de la segunda historia pero la más conocida es en la que Okiku, una criada en la residencia del samurai Tessan Aoyama, accidentalmente rompe uno de los valiosos platos de porcelana que estaba limpiando. Aoyama, enfurecido, la mata y tira el cadáver en un pozo antiguo. Okiku saldrá del pozo cada noche para contar los platos rompiendo a llorar cuando la cuenta para en el noveno.

Sadako

Si algunos de estos detalles suenan bastante familiares a los aficionados de las sagas de cine de terror japonés Ring y Ju-on no es pura coincidencia. En el documental Skeletons in the Closet : The Enigma of Japanese Horror (2010), sobre la historia y cultura del terror japonés y su influencia en el J-horror actual, Hideo Nakata, director de Ring y Ring 2, admite la influencia de películas como Tokaido Yotsuya Kaidan (Nobuo Nakagawa, 1959), basada en la famosa historia del mismo título. En este mismo documental, Hiroshi Takahashi, guionista de la saga Ring, confiesa como el terrorífico personaje de Sadako y la inquietante atmósfera que la rodea está basado principalmente en el de Oiwa en Tokaido Yotsuya Kaidan. Sadako luce un camisón blanco y su cara se encuentra casi totalmente cubierta por su pelo largo y negro de la misma manera que Oiwa para ocultar su rostro desfigurado. Igualmente, la manera en que Sadako es arrojada al pozo por su padre se asemeja al modus operandi del asesinato de Okiku en Bancho Sarayashiki. Es más, en una de las escenas del vídeo maldito de Ring vemos a la madre de Sadako peinándose delante de un espejo y, curiosamente, una de las escenas más emblemáticas de la obra de kabuki Tokaido Yotsuya Kaidan, tiene también a Oiwa frente a un espejo peinándose (kamisuki) en el preciso momento en que comienza a sentir los efectos del veneno. Oiwa se queda con un manojo de pelo en sus manos y sangre comienza a brotar de su boca mientras, despavorida, comprueba en el espejo como el veneno ha hecho mella en su cara. Con respecto a Ju-on recordemos la casa en donde se genera la maldición (aunque el título en inglés The Grudge, El rencor, guarda cierta conexión con la historia que trata, el título en castellano es más fiel al original japonés ya que el carácter chino Ju significa maldición). En esta casa una madre y su hijo Toshio son asesinados por el padre de familia cuando éste descubre que su mujer le había estado engañando con el profesor de su hijo. En Tokaido Yotsuya Kaidan, Iyemon asesina a su mujer Oiwa alegando falsamente que ésta estaba teniendo una aventura con uno de los criados.

Sadako es un clásico ejemplo de onryo, espíritu vengativo. Según el documental Skeletons in the Closet : The Enigma of Japanese Horror para encontrar el prototipo del ikiryo (espíritu maligno de una persona viva) y onryo hay que remontarse hasta el personaje de la Dama Rokujo que aparece en la novela Genji Monogatari de la escritora medieval Shikibu Murasaki. Lafcadio Hearn describe al ikiryo como un "Espíritu viviente", en oposición al shiryo que es el espíritu de un difunto, esto es, el fantasma de un muerto, "es decir, fantasma, doble de una persona viva. El ikiryo se desprende del cuerpo que lo genera; es una emanación fluídica del odio, persigue y atormenta a la persona odiada" (Nota 41). Y continua "Un ikiryo sólo es percibido por la persona odiada" (Nota 42). La Dama Rokujo era una de las ex-amantes del Príncipe Genji, quien finalmente contrae matrimonio con la Dama Aoi (Aoi no Ue). Enfurecida por el rechazo de Genji, Rokujo engendra un ikiryo que atormenta constantemente a la embarazada Dama Aoi quien no sobrevivirá al parto. La dama Rokujo, tras morir, se transforma en un onryo para seguir atormentado a las futuras consortes de Genji. Apuntar que en el decepcionante libro sobre terror japonés Introduction to Japanese Horror Film, Colette Balmain también reconoce la figura de la Dama Rokujo como prototipo del espíritu vengativo onryo, aunque equivocadamente, unas de las muchas erratas que plagan el tomo, le da el nombre de Lady Royoko (p. 64).

La primera referencia de la palabra yurei en la literatura japonesa aparece en Chuyuki (1087-1138), diario de Fujiwara Munetada (1062-1141), ministro de la derecha en la corte imperial de finales del periodo Heian. El significado de yurei que se ofrece en este trabajo como alma de un fallecido es idéntico al que se hacía referencia en textos chinos más antiguos (Oshima:11), tales como las colecciones de relatos cortos Soushenji (En Busca de lo Sobrenatural: Un Registro Escrito), compilados por Gan Bao durante la dinastía Jin oriental (317-420), y Mingbaoji (Testimonios de Retribuciones Kármicas) compilados por Tang Lin durante la dinastía Tang (618-907), de los que se nutre extensamente mucha de la literatura japonesa relacionada con el más allá.

En cuanto a la presencia en el cine del yurei en un papel relevante, se cree que el primero caso se da en Yurei Kagami (El Espejo Fantasma) , una de las muchas colaboraciones entre el cinematógrafo Chiba Kichizo y el actor Nobuchika Nakano y su compañía teatral. Producida por Yoshizawa Shoten y estrenada el 10 de diciembre de 1908 en el teatro Sanyu-kan del barrio de Asakusa en Tokio, Yurei Kagami era una adaptación de una obra escénica que formaba parte del repertorio del teatro Kaisei-kan (Izumi:72).

Bibliografía

Balmain, Colette, Introduction to Japanese Horror Film, Edinburgh University Press, 2008.
Hearn, Lafcadio, Fantasmas de la China y del Japón, Ediciones Espuela de Plata, Col. Clásicos y Modernos, no. 8, 2011.
Izumi Toshiyuki, Ginmaku no Kyakkai : Honcho Kaiki Eiga Taigai, Seidosha, 2000.
Oshima, Kiyoaki, J-Hora no Yurei Kenkyu, Akiyama Shoten, 2010.

Filmografía

Skeletons in the Closet : The Enigma of Japanese Horror (2010), documental producido y dirigido por Deborah Ann DeSnoo y Takahiro Hamano.

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©EigaNove (Joaquín da Silva)
Fecha de publicación: 31/8/2015
Actualización: 6/6/2016