JU-ON
Año:
2002Director:
Takashi ShimizuIntérpretes:
Megumi OkinaMisaki Ito
Misa Uehara
Yui Ichikawa
Risa Matsuda
Rika es una voluntaria de asistencia social quien ,en su visita habitual para verificar el estado de Sachie Tokunaga, se encuentra con la casa patas arriba y la anciana en estado comatoso. La casa no le da muy buena espina pero aun así decide investigar los ruidos que provienen del primer piso. En uno de los dormitorios abre el guardarropa que se encontraba precintado con cinta aislante. Dentro del descubre a un niño sosteniendo a un gato. Rika le pregunta su nombre y él contesta "Toshio". De vuelta a la planta baja, Rika se desmaya tras ver un espíritu flotando sobre el cuerpo sin vida de la anciana . Unos días antes, en la misma casa, Katsuya, el hijo de la anciana, regresa del trabajo para encontrarse con su esposa Kazumi tirada en el suelo del dormitorio sin dar señales de vida. Katsuya siente la presencia de alguien detrás de él. Se trata de Toshio.
La historia que rodea la creación de JU-ON (literalmente un lugar embrujado, donde algo terrible ha acontecido y donde espíritus pululan en busca de venganza, el carácter JU en japonés significa maldición y ON, podría venir a significar rencor) es casi tan interesante como el propio largometraje. Y como ya pasara con RING, la saga JU-ON también ha confundido a muchísimos. JU-ON fue primero concebida para el mercado del video directo en Japón o 
En diciembre del 2002, Takashi Shimizu comenzó la producción de la secuela cinematográfica de JU-ON, la cual para confundir aun más a audiencias, se acaba de estrenar recientemente con el título tan original de JU-ON 2 (ver 
JU-ON carece de un personaje principal propiamente dicho (Rika es lo más parecido a un protagonista pues reaparece en diferentes secciones del largometraje e interpretando a diferentes personajes) ya que está compuesta de diferentes episodios, conectados vagamente, a través de diferentes personajes que propagan la maldición. Shimuzu, consciente o inconscientemente, no desarrolla la historia bajo ningún tipo de secuencia lineal en el tiempo, lo cual encuentro bastante original. Los constantes saltos en el tiempo y cambio de personajes han dejado confundidos a más de uno y funciona enormemente bien durante la primera mitad de la película. En la segunda parte, con la excepción de algunas secuencias aisladas, la acumulación de situaciones acaba por aburrir y, lo que es peor, resulta predecible. Uno de los mayores defectos de esta narrativa episódica, por lo menos a mi entender, es que no consigue consolidar una atmósfera definida y propia. O como decía Alfred Hitchcock a diferencia del cine, con la televisión no hay tiempo para el suspense, sólo puedes tener sorpresas. De esta manera, la estrategia de Shimuzu es la de suministrar a la audiencia con un susto cada cinco minutos, tenerla al borde de sus asientos sin darle tiempo para retomar aire. En principio, es una buena estrategia.
El problema con JU-ON es su bajo presupuesto que se nota en diferentes partes, especialmente en una escena donde los espíritus de 3 estudiantes de bachillerato desaparecidas acosan a su compañera de clase. Esta escena más que miedo da risa. Aquí Shimuzu utiliza planos medios que, mantiene quizás durante demasiado tiempo, desenmascarando los bajos valores de producción del filme. Donde JU-ON es más efectivo es cuando hace uso de espacios reducidos y el primer plano para crear una sensación de claustrofobia y acorralamiento. Shimuzu es como un mago que hace aparecer y desaparecer a su asistenta detrás de cortinas. Toshio (cuya primera aparición, al igual que su madre, la mujer del ático, tuvo lugar en las dos secciones, 4444444444 y KATASUMI, de 3 minutos de duración cada uno, de su primer trabajo comercial GAKKO NO KAIDAN G, Historia Sobrenatural del Colegio G, los cuales sentaron las bases de la saga). y otros espíritus aparecen inexplicablemente debajo o detrás de todo tipo de lugares. Pero como ya he dicho con anterioridad, una vez expuesto el truco es difícil caer de nuevo en la misma trampa.
El cine de terror japonés moderno es un cine de poca sangre y efectos especiales. Los rasgos asiáticos, sobre todo femeninos, con su combinación de lo sensual, misterioso y aterrador, aparecen enfocados nítidamente en primerísimos planos y, quizá, sean uno de los recursos más utilizados en largometrajes del género de terror asiático. Éste, como no, también es el caso de JU-ON. Aunque la segunda parte de ésta se vuelve demasiado repetitiva, vale la pena esperar por el sorprendente y original final con el que Shimuzu nos prepara.