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Festival Internacional de Cinema de Catalunya 2003

Tras unas largas vacaciones de Navidad llegan, un poco tarde, mis impresiones sobre el festival de cine fantástico de Sitges. Festival que atendía por primera vez y que por ese solo motivo se puede considerar como una experiencia positiva. Como ya sabréis muchos de vosotros, Sitges pujó, en su trigésima sexta edición, muy fuerte por el cine asiático para la desesperación del sector más anquilosado de la prensa nacional especializada.

Por mi parte, me perdía, voluntariamente, el estreno de JU-ON 2. Como más tarde pude comprobar, y confirmando algo que llevábamos diciendo desde hacía algún tiempo, con las proyecciones de THE UNINVITED y TALE OF TWO SISTERS, el cine de terror asiático ha entrado en un periodo de crisis. Después de haber visto la primera parte de JU-0N (La maldición) que se había sacado al mercado del vídeo directo (O.V., original video, o V-Cinema), no la versión cinematográfica que se ha estrenado recientemente en España y que Deaplaneta ha editado proclamándola como la película que dio origen a La Maldición (The Grudge), ¡vaya lío!, ya he tenido suficiente con la saga Ju-on. En general, se puede decir que la calidad de lo ofrecido en el certamen de Sitges ha sido relativamente aceptable pero sin echar ningún cohete. El hecho de que también me perdiera el esperado estreno, por algunos, de ARAGAMI tampoco me quitó el sueño, sobre todo, tras haber visto, hace ya un par de años, el trabajo que ha llevado a la fama a su director, Ryuhei Kitamura, el sobrevalorado VERSUS. Si que fastidió un poco el no poder haber atendido a la proyección de PISTOL OPERA de Seijun Suzuki o a la presentación del clásico de cine de terror japonés JIGOKU (The Sinners of Hell), en parte debido a la hora a la que se proyectaba, 1:15 de la madrugada.

Mi incursión en el festival no comenzó en serio hasta el domingo 30 de noviembre, cuando vi una de las mejores ofertas del festival, el animé TOKYO GODFATHERS. Un par de días antes se había estrenado otro animé de la productora MadHouse, NASU: SUMMER IN ANDALUSIA, que el año pasado se había convertido en el primer animé japonés seleccionado para un festival de Cannes. La nota cómica del evento la puso Maso Maruyama, presidente y productor ejecutivo-creativo de MadHouse, quien se presentó disfrazado de ciclista al final de la proyección de NASU: SUMMER IN ANDALUSIA. Sin embargo, en mi opinión, esta última no llega al nivel de TOKYO GODFATHERS, la cual cuenta con un guión muy bien elaborado, unos personajes interesantes y una realización gloriosa de una calidad visual portentosa. Aquí ya no estamos hablando de simplemente dibujos animados, algo a lo que ya nos tiene acostumbrado su director Satoshi Kon. Con este trabajo, Kon ya se ha consagrado como uno de los mejores realizadores de animación del momento. TOKYO GODFATHERS es, sin duda alguna, una joya del cine de animación japonés. Menos impresionante fue, el día siguiente, el nuevo film de Yoshimitsu Morita, MOHOHAN (Copycat Killer), el cual hace gala de unos elementos visuales y temáticos que ya utilizara en sus anteriores realizaciones (HARU y KEIHO). Pocos espectadores quedaron convencidos con las dos últimas producciones de Kiyoshi Kurosawa, BRIGHT FUTURE y DOPPELGANGER. Esta última es una muy interesante película, desde un punto técnico, en la que el director experimenta con el medio visual (pantallas partidas, distorsión del emplazamiento de los personajes, etc.) y el cambio de registros genéricos.

Una de las jornadas más esperadas fue la del 2 de diciembre cuando el festival dedicaba el día a Corea, léase Corea del Sur, y a su cine en particular. Entre los invitados a la rueda de prensa se encontraban la/os directora/es Sung-ho Kim (INTO THE MIRROR), Sooyeon Lee (THE UNINVITED) o Ki-hyiung Park (ACACIA). Estos estaban acompañados por el embajador coreano en España, Dong-chul Chang, el alcalde de Sitges Jordi Baijet, el director de la Casa Asia, Ion de la Riva, y el profesor Suk Man Yu del Centro de Estudios Internacionales e Interculturales, además del experto en cine coreano y fundador de la página web Koreanfilm.org Darcy Paquet. Desafortunadamente, lo que pudiera haber sido una interesante charla sobre el cine de moda del momento se convirtió en poco menos que una plataforma publicitaria para los representantes políticos y culturales, ya que los directores apenas tuvieron tiempo, sólo inicialmente, de intervenir en la charla, y al propio Paquet no se le concedió la palabra en ningún momento. El embajador acaparó la casi totalidad de la charla, leyendo un texto sobre la situación del cine coreano actual que parecía haber sido traducido directamente de, por ejemplo, la página del señor Paquet, y que acabó por aburrir a un servidor. Mucho más interesante parece haber sido la discusión coordinada por el amigo Ricardo Reparaz (fundador de la página Hellnation) que consiguió sacar mejor provecho de la presencia del señor Paquet.

Aquí podemos hacer un primer balance de la organización del festival que, si bien, no se puede decir que fallara gravemente, y desde aquí elogio la amabilidad del personal del festival, en especial de aquellos en distribuir las entradas para las proyecciones, si que daba muestras de cierto amateurismo en como llevaba la organización de charlas referentes al cine asiático. Un buen ejemplo fue la presentación de libro sobre cine japonés contemporáneo (El Principio del Fin. Tendencias y Efectivos del Novísimo Cine Japonés, libro que, aunque irregular y a veces repetitivo, representa un gran incentivo al desierto mundo de la bibliografía del cine japonés en castellano), la cual se canceló finalmente por, en principio, falta de audiencia. Sin embargo, el verdadero problema fue el retraso de más de media hora en el que tardó en comenzar el debate, lo que terminó por cansar a los allí presentes.

Continuando con el día dedicado a Corea, éste produjo otra de las mejores películas del festival, MEMORIES OF MURDER de Joon-ho Bong, ganadora del premio al mejor director en el festival de San Sebastián 2003 y auténtico bombazo en su país de origen donde se convertía en la película más taquillera del año pasado. Joon-ho Bong es un director que, con cortos como el de su graduación, INCOHERENCE (1995) y su primer largometraje, su sátira social BARKING DOGS NEVER BITE, ya había dado muestras de su enorme talento. Por otro lado, esa misma jornada también dejaba entrever un pequeño bajón en la propuesta del cine terror coreano. THE UNINVITED, ACACIA y A TALE OF TWO SISTERS son trabajos que demuestran una gran profesionalidad técnica, filmados brillantemente y ciertamente recomendables para los amantes del género, pero que, sin embargo, no pueden evitar ciertos clichés y repeticiones. Estas películas representan tres nuevas inclusiones, a lo que he decidido denominar, a raíz de los trabajos de Hideo Nakata, en el subgénero del Horror Drama.

Kim Ji-Wun, director de A TALE OF TWO SISTERS, parecía un poco incómodo, o molesto, ante la pregunta que le formulé durante la rueda de prensa que concedió, sobre si el cine terror coreano actual refleja de algún modo la ruptura de la familia tradicional coreana. El director sugirió que la ruptura de la familia tradicional no es sólo algo específico de Corea sino que también está ocurriendo en otros países como Estados Unidos o incluso España.

Kim Ji-wun

En retrospectiva, la pregunta me resulta ahora un tanto pueril. Simplemente porque, si tomamos el caso de Japón, podemos ver como el tema de la ruptura de la familia japonesa se ha estado llevando al cine desde principios de la década de los 30, con Ozu a la cabeza, hasta nuestros días, por parte de Kiyoshi Kurosawa con su BRIGHT FUTURE, como ejemplo más reciente. Se podría igualmente decir que cada cambio generacional representa una nueva ruptura de la familia tradicional y que ésta siempre ha pasado por altibajos a lo largo de la historia. Sin embargo, uno no puede negar, y a eso era a lo que refería con mi pregunta, que el terror coreano muestra un gran interés por el conflicto dentro de la familia (ACACIA, A TALE OF TWO SISTERS y THE UNINVITED son tres buenos ejemplos de esta actitud) y que este conflicto genera el terror que se nos presenta en la pantalla. Kim Ji-Wun es un director de talento, así lo demuestran algunos de sus trabajos como su ópera prima THE QUIET FAMILY, que luego Takashi Miike adaptaría en su musical THE HAPPINESS OF THE KATAKURIS, o la comedia social THE FOUL KING. No obstante, A TALE OF TWO SISTERS, a pesar de una cinematografía soberbia y ciertos momentos tensos, es un film de terror de poca originalidad, demasiado influenciado por la saga Ring (¿no nos hemos cansado ya de ver tantas imitaciones de Sadako?) y el cine de terror gótico y que, a pesar de un desenlace final en boca de todas, se muestra bastante predecible. Esto no quita de que se pueda pasar un rato entretenido con él.

Pero sin duda, el día más esperado por los aficiones al cine asiático y japonés en particular fue el 3 de diciembre, ya que hacía acto de presencia Takashi Miike, quien muchos han calificado, erróneamente, como el director más prolífico de la historia del cine japonés, algo que quizá logre en veinte años si continua con su ritmo actual de producción. Por su parte, el director se mostraba conversador, muy educado y siempre dispuesto a contestar a cualquier tipo de preguntas, incluso tales como la ya conocida sobre la violencia en sus films. Una de los puntos más importantes que habría que destacar en la charla que dio, para la presentación de GOZU, fue la manera en que los filmes de Takashi Miike a los que tenemos acceso en occidente son únicamente sus producciones más violentas. Ante la susodicha pregunta sobre la violencia en sus películas, Miike respondió que no le gusta la violencia. Lo mismo dijo sobre el cine de terror, el cual le da miedo, cuando le pregunté por que había tardado tanto en hacer una película de este género, refiriéndome a CHAKUSHIN ARI, aunque la traductora, muy maja ella pero más adelante hablaremos de más problemas en la traducción, pensó que estaba hablando de GOZU, por lo que el realizador comentó que el film (GOZU, no CHAKUSHIN ARI) no es del todo de terror.

Takashi Miike

En Japón, continuó Miike, ha abordado todo tipo de temas y formatos, ha dirigido dramas televisivos, anuncios publicitarios y vídeos musicales. Sin embargo, en Japón su status es más bien bajo y su persona poco conocida, a pesar de lo que digan algunos, contrastando claramente con la figura de culto que tiene en ciertos sectores del público occidental. Su bajo perfil en su país de origen se debe simplemente a que la mayoría de sus películas se estrenan en el mercado de vídeo directo (OV), lo que conlleva una falta de prestigio que aún así poco le inquieta al director. Curiosamente, Miike había querido que unos de sus dramas se exportara al extranjero pero sus distribuidores se mostraron reacios ya que no encajaba con las expectativas que el público occidental tiene de su cine. Miike se interesa por cualquier tipo de género y guión. Miike es un artesano y por eso prefiere considerarse un adaptador más que un creador o autor. Su producciones son más bien de bajo presupuesto, lo que según él, le permite una mayor libertad a la hora de alterar el guión, introducir diferentes cambios o incluso improvisar sobre la marcha, algo que ya me había comentado el actor Sano Shiro en el Festival de Udine del año pasado durante el rodaje de SHANGRI-LA. Miike acepta propuestas de todo tipo y escucha las sugerencias de cualquier miembro del equipo técnico. El ya clásico final de DEAD OR ALIVE fue una invención de Riki Takeuchi, así como varias escenas en DEAD OR ALIVE 2. Sobre su prolífica faceta de director, Miike ya había dicho en otras ocasiones que para él, en palabras de la traductora, hacer más trabajos es crecer más. Lo que realmente quería decir con crecer más era madurar espiritualmente, ya que acaba por conocer a una gran variedad de personas con las que trabaja, y profesionalmente.

Ya en la charla sobre el cine contemporáneo japonés a la que Takashi Miike y Joji "George" Iida atendieron sólo cabe resaltar que la película favorita de Takashi Miike es GOZU. Película cuyo rodaje inicial era de sólo 2 semanas pero que se alargó una más para conseguir un producto más de su agrado y con un toque más personal. GOZU, sin ser ni mucho menos una obra maestra, representa para Miike un punto de inicio en su carrera. El hecho de que Miike alargara la producción de GOZU claramente significa un cambio de actitud hacia su trabajo. Precisamente, Miike ha sido descrito por Donald Richie, en una entrevista para Midnighteye, como un director al que le falta dedicación y sinceridad.

Los problemas en la traducción continuaron cuando a Takashi Miike se le preguntó si le gustaría trabajar de nuevo con los personajes de la trilogía, o sea, continuar la serie de DEAD OR ALIVE. La traductora entendió que la pregunta se refería a los actores y no los personajes y, por lo tanto, el director respondió que ya había finalizado una película, ZEBRAMAN (film que será estrenado en el festival de Rotterdam del 2004), con uno de ellos, Sho Aikawa. El moderador de la charla se movía entre posiciones extremas o preguntas superficiales. Unas veces elogiaba el trabajo del director por su estilo visual anárquico y otras retomaba el tema de la violencia en los films de Takashi Miike argumentando, casi acusándole, de que sus títulos más famosos hacían una apología descarada de la violencia, sin haber prestado demasiada atención a lo el realizador había dicho en la rueda de prensa de GOZU sobre como el público occidental parece haberlo encasillado en ese departamento. Evitando entrar en polémica, el director contestó que si el guión tiene violencia por lo tanto filma esa violencia. Una de las preguntas del público fue si le gustaría trabajar con Takeshi Kitano a lo que Miike respondió que ya había finalizado de rodar un largometraje juntos pero no dio más información sobre él. El largometraje en cuestión es IZO: KAOSU MATAHA FUJORI NO KIJIN que tendrá su estreno en Japón en primavera de este año.

El tiempo dedicado al otro director, Joji Iida, fue menor y de poco interés, sobre todo si uno considera que DRAGONHEAD, trabajo que presentaba en Sitges, tiene que ser uno de los peores films del festival. De esta manera, DRAGONHEAD se suma a una lista de largometrajes bastante pobres, como RASEN y ANOTHER HEAVEN, ambos también pertenecientes al género fantástico del que director gusta bastante, que ha firmado Iida. Como apunte anecdótico cabe resaltar que el periódico la Razón, en un artículo publicado el 6 de diciembre, elogiaba efusivamente DRAGONHEAD y la situaba como candidata para obtener un premio del certamen. El único problema es que, con tanto elogio, se confundieron con el nombre del director al que llamaron Joji "Lida", con dos eles, en vez de Joji Ida, con dos íes.

Tadanobu Asano

Menos productiva fue la rueda de prensa que dio el actor japonés Tadanobu Asano para presentar ZATOICHI, en la que aparece junto a Takeshi Kitano, realizador de la misma. En contraste con Takashi Miike, Asano se mostraba difícil, con un carácter más cerrado y con respuestas más bien escuetas. Bien es sabido que a Asano le incomoda un poco su status como el actor japonés más cool fuera y dentro de Japón (aunque, bien pensado, quizá no sea tan conocido como algunos piensan ya que cuando saque esta foto, un fotógrafo me preguntó si era Takeshi Kitano. Y si tanto le molesta la popularidad porqué se va a Roma a rodar un anuncio publicitario para Honda justo después de dar por finalizado el festival). Por lo tanto, le pregunté sobre si le sorprende un poco este aspecto, algo que evitó responder completamente, comentando simplemente que, para él, lo importante es trabajar con directores famosos en películas de calidad. Por lo que continué preguntándole a que tipo de películas de calidad y directores famosos se refería, ya que hasta el momento, ha trabajado con algunos de los directores japoneses más importantes del momento como Hirokazu Koreeda, (MABOROSHI y DISTANCE), Shunji Iwai (PICNIC), Shinji Aoyama, (HEPLESS), Sogo Ishii (LABYRINTH OF DREAMS, GOJOE y ELECTRIC DRAGON 80000V), Takashi Miike (ICHI THE KILLER), Nagisa Oshima (GOHATTO) o Kiyoshi Kurosawa (BRIGHT FUTURE), y haber obtenido el premio a la mejor interpretación en la sección contracorriente del festival de Venecia 2003 por su trabajo en LAST LIFE IN THE UNIVERSE, de Pen-ek Ratanaruang. Asano, de nuevo muy escuetamente, contestó que una película de calidad es aquélla que pueda divertir al público. Aquí me quedé un poco de piedra, pero no era el único ya que el director del certamen Ángel Sala parecía tener esa misma cara de incredulidad. ¿Había fallado la traducción o simplemente Asano estaba pasando de todos nosotros?.

El 6 de diciembre estaba reservado para las propuestas japonesas, que no quiere decir las mejores, más esperadas. BATTLE ROYALE II y ZATOICHI. La primera es una predecible y casi decepcionante secuela de una película que, aunque con ciertos buenos toques, era un poco irregular y que se benefició enormemente de la polémica creada en Japón sobre su representación de la violencia juvenil. Por momentos, BATTLE ROYALE II me hizo gracia por su descarado anti-americanismo sin prejuicios, pero finalmente fracasa en su intento de atraer al público hacia la historia con mensajes, casi slogans publicitarios, propagandísticos sobre la necesidad de cambiar el mundo demasiado simplistas y que finalmente son contraproducentes a lo que está intentado predicar. Con la noticia del galardón a la mejor película del festival se proyectaba ZATOICHI. El premio lo recogió Asano quien se mostró muy agradecido por la ovación que le brindó el público. En pocas palabras, ZATOICHI es una entretenida y violentísima nueva perspectiva del popular héroe japonés pero que se encuentra lejos de ser el mejor trabajo de Takeshi Kitano. Kitano se rodea de un grupo de actores secundarios de gran calidad e introduce varios cambios en su forma de dirigir. Primero, la utilización de un montaje más dinámico de tomas ultrarrápidas y cortas y, segundo, por su decisión de prescindir de la música de Joe Hisaishi, quizá demasiado repetitiva.

De la buena y variada selección de la sección novísimo cine japonés tengo que destacar sobre todo a DRIVE, primera película que he visto de su director Sabu y ciertos momentos de SUICIDE CLUB de Shion Sono. De lo que ya había visto con anterioridad, pero que se presentaba en España por primera vez, merece cierta atención 9 Souls de Toshiaki Toyoda. Brigadoon también le dedicaba un especio al cine japonés con películas de Kinji Fukasaku o la versión animada de Ichi the Killer (KOROSHIYA ICHI: THE ANIMATION) así como su precuela bastante pobre 1-ICHI, dirigida por Masato Tanno y protagonizada por Nao Omori.

Hasta el próximo año.

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©Joaquín da Silva
Fecha de Publicación: 24/1/2004

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